Los 2 ejes de la histórica reforma eléctrica que se discute este domingo
MORELIA, Mich., 17 de abril de 2022.- Este domingo las y los diputados discutirán un asunto trascendental para México: el futuro de la industria eléctrica; cómo se generará electricidad y quién podrá participar en su generación, distribución y comercialización. La expectativa ciudadana gira en torno a si un cambio a la ley actual, como propone el Presidente de la República, hará que llegue más barato el recibo de luz.
¿Qué es y dónde está la energía eléctrica?
La energía eléctrica está en la naturaleza, y aunque la humanidad no ha podido controlar al rayo, ha encontrado maneras de producir y aprovechar esta forma de energía que, debido a la electrificación de grandes sectores industriales, como el automotriz, tiende a ser la fuente más importante para el desarrollo de las sociedades modernas.
En México, la producción y distribución de esta energía constituye la “industria de energía eléctrica”, y está regulada por la Ley de la Industria Eléctrica (ILE), que establece las formas de generar esta energía en centrales eléctricas, cómo se debe de distribuir a través de redes y cuáles serán los criterios de despacho y comercialización.
Entre la liberalización del mercado y la sustentabilidad
La principal forma de generar electricidad es mediante la energía del movimiento, para ello se requiere activar turbinas cuyo funcionamiento requiere de carbón, gas o petróleo, y aunque esto resulta altamente contaminante, en México había sido la principal forma en que se generaba electricidad.
Para reducir la contaminación, México ha suscrito acuerdos internacionales, en los que se compromete a producir energía eléctrica con base en energías no contaminantes, como: la solar fotovoltaica y térmica; eólica; hidráulica, así como la maremotriz, que es la energía que se genera con el movimiento de las olas del mar.
Para cumplir con los criterios de energía sustentable, es decir, no contaminante, en las últimas dos décadas México ha abierto las puertas a la liberalización del mercado eléctrico, por lo que ha firmado contratos con empresas privadas que tienen capacidad de proveer energías limpias para generar electricidad.
Sin embargo, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, advierte en esta dinámica de comercialización un allanamiento a la soberanía nacional, en desmedro de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), empresa semipública que a su parecer ha sido puesta en desventaja por las empresas privadas que meten mano en la industria eléctrica.
La propuesta obradorista de tufo cardenista
Por esta razón, en febrero de 2021 el presidente propuso a las y los diputados realizar modificaciones a la Ley de la Industria Eléctrica, para cerrar a la iniciativa privada la posibilidad de intervenir en la generación de energía eléctrica en México, y este es el corazón de la política energética del gobierno obradorista.
La primera propuesta defendida por Morena-PT-PVEM fue rechazada por el bloque opositor PRI-PAN-PRD-MC, ambientalistas y decenas de empresas que, con los argumentos del incumplimiento de contratos, agravio al principio de libre competencia y daños al medio ambiente, buscaron el amparo de los tribunales. Ahí la iniciativa sigue trabada.
Vino entonces la segunda propuesta de López Obrador, quien en octubre de 2021 presentó una iniciativa de alcance constitucional, donde se buscan reformas a los artículos 25, 27 y 28 de la Carta Magna, en que explícitamente el gobierno de México se arroga la facultad de monopolizar la industria eléctrica y quita la autonomía de órganos reguladores de energía.
La propuesta, de tufo cardenista, en los hechos expropia los derechos cedidos en contratos a la iniciativa privada, y en la Constitución General cede a las centrales eléctricas de la CFE la prerrogativa de generar al menos el 54 por ciento de la energía y también incluye la nacionalización del litio.
El litio es un elemento químico esencial para las baterías de vehículos eléctricos y para almacenar la energía que producen fuentes renovables, de tal forma que pueda liberarse de manera constante y fiable; especialistas consideran que en la próxima década la mayoría de las baterías de litio estarán destinadas a la industria automotriz.
López Obrador, Morena y sus aliados han prometido que con esta reforma se abaratarán los costos de energía eléctrica para las familias mexicanas, para las instituciones y el bombeo para riego en los campos agrícolas, por lo que comprometen que el recibo de luz sí llegará más barato.
Mientras se desahogan los litigios que trabaron la primera propuesta de modificaciones a la LIE, y tras un intenso jaloneo político, este domingo a partir de las 10:00 horas la Cámara de Diputados discutirá la reforma constitucional con que López Obrador busca coronar su autonombrada “cuarta transformación”.
Sin embargo, PRI-PAN-PRD-MC han advertido que votarán en contra, por lo que, pese a sus intensos cabildeos Morena-PT-PVEM no han podido reunir la mayoría calificada para aprobar la reforma eléctrica, lo que podría representar la primera gran derrota política de Obrador a la mitad de su mandato.