A morenistas les gana la urgencia de sentirse empoderados...
MORELIA, Mich., 30 de septiembre de 2021.- De poca ayuda serán los diputados de Morena a Alfredo Ramírez Bedolla, a partir del viernes cuando asuma la gubernatura michoacana, si dejan que las emociones los desborden como ocurrió esta madrugada en el Congreso del Estado.
Casi una hora antes de que los magistrados de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) concluyeran sus argumentaciones sobre la decisión de confirmar la validez de la elección de la gubernatura michoacana, el locuaz Fidel Calderón interrumpió la sesión para ponerse a gritar que ya habían ratificado a Ramírez Bedolla y había gobernador.
La presidente de la mesa directiva, Adriana Hernández, le pidió guardar silencio y permitir el desarrollo de la segunda sesión extraordinaria, pero para entonces su personal ya le había acercado un micrófono y filmaban su exabrupto y el resto de las bancadas morenista y petista coreaban "¡Bedolla!".
Y además lo difundieron como si fuera una “notificación” al Congreso y una acción loable de parte de quien es el responsable de promover el entendimiento político, cuando en la sesión de la Sala Superior los posicionamientos seguían y fue mucho después que los magistrados votaron a favor del proyecto de sentencia propuesto por Indalfer Infante.
A morenistas y petistas les ganó la urgencia de sentirse empoderados porque pese a su oposición, el Poder Legislativo finalmente quedó debidamente integrado y el Gobernador saliente pudo dejar al consejero del Poder Judicial que le correspondía.
Fue una jornada nocturna que el petista Reyes Galindo calificó como “una tragedia”, aunque él se refería a la administración que está por concluir, pero lo fue para el Congreso del Estado porque nuevamente los diputados de Morena hicieron todo lo posible para acabar de hundir a ese poder en el desprestigio.
Para empezar, llegaron una hora tarde y acompañados por “el pueblo”, como le llamaron a un grupo de profesores que están en plantón en el Centro Histórico y por el que pelearon un espacio para que atestiguaran la ilegal sesión en la que estaban, porque se convocó a las 8:39 horas para las 20:30 y no se cumplía el requisito de las 12 horas de anticipación.
Cual estrellas de rock, algunos se ofendieron porque la segunda secretaria, Andrea Villanueva, no los identifica todavía y les pidió dijeran su nombre para anotar su asistencia.
Luego vinieron los desahogos por lo que consideraron injurias de alguien (de quien nunca dijeron su nombre, pero que es la diputada Mónica Estela Valdez) que desde la tribuna los ofendió en la sesión de apertura de los trabajos legislativos hace ya 15 días; también hubo reclamos airados a la presidente de la Mesa Directiva, por lo haber puesto orden.
Le recriminaron a la presidente también que hubiera solicitado la presencia de la Policía en el recinto legislativo y le exigieron les explicara el riesgo en el que se encontraban, pero tampoco era cierto; sí, había presencia policiaca atrás del edificio sede y la presidente les dijo que era en previsión de una nueva toma del Congreso y era su facultad y obligación garantizar la seguridad de los diputados.
Finalmente, los grupos parlamentarios y la Junta de Coordinación Política quedaron integrados, que eran temas a tratar en la sesión y a pesar de todo el jaloneo hubo institucionalidad de parte de la presidente, que propuso habilitar como recinto legislativo alterno el patio del Palacio Clavijero para poder llevar a cabo la ceremonia en la que Ramírez Bedolla habrá de asumir el cargo de Gobernador.