Piden legisladores frenar contaminación electrónica en México
CIUDAD DE MÉXICO, 9 de mayo de 2016.- La diputada Karina Sánchez Ruiz advirtió sobre el peligro que representan para el ambiente los residuos de basura electrónica que en su mayoría no son reciclados, así como de pilas y baterías que no son depositadas en contenedores.
La legisladora de Nueva Alianza expuso que “durante los últimos años se ha registrado un aumento en el volumen de este tipo de desechos, lo que pone en riesgo la salud de los mexicanos, por el alto grado de toxicidad del material con el que están hechos”.
Ejemplo de ello, dijo, es el mercurio que provoca daños en el cerebro; el plomo que puede provocar alteraciones en el sistema nervioso, y el cromo, a nivel genético, según se informa en un comunicado.
Sánchez Ruiz indicó que de acuerdo con el Instituto Nacional de Ecología, en el 2010, cada mexicano desechaba al año entre tres y cinco kilogramos de basura electrónica, mientras que para 2015, la cifra llegó a ser de entre siete y nueve kilogramos, es decir, que hubo un crecimiento de 840 a mil 80 toneladas de desperdicios de este tipo.
Por lo anterior, dijo es urgente que los tres órdenes de gobierno sumen esfuerzos y trabajen en políticas públicas en materia de reciclaje de residuos electrónicos.
Asimismo, subrayó, se hace necesario reforzar las campañas de difusión sobre contenedores de pilas, baterías y celulares en todas las entidades del país.
“Pilas, baterías, celulares, tarjetas madre y demás residuos electrónicos son arrojados a la basura doméstica y a los tiraderos, y con el paso del tiempo por la descomposición de sus elementos se oxidan derramando diferentes tóxicos en el ambiente, suelo y agua”, externó.
La también integrante de la Comisión de Salud refirió que según un reporte de la ONU, se estima que una computadora de escritorio genera mil 500 kilogramos de desperdicios industriales, una portátil 400 kilos, y un teléfono celular 75 kg.
Mientras que cada año se comercializan en México 600 millones de pilas y baterías desechables, de las cuales el 40% proceden del mercado ilegal, de acuerdo con la empresa SITRASA, especialista en administración de residuos.