¿Y el apoyo económico?/Jorge Álvarez Banderas
Ante la pandemia del coronavirus, el Gobierno Federal el 23 de abril pasado anunciaba un “apoyo” económico a pequeños negocios, la secretaria de Economía, Graciela Márquez, anunció que el gobierno de México pondría en marcha un programa de un millón de microcréditos por 25 mil pesos para micronegocios registrados en el padrón del “Censo del Bienestar del Gobierno Federal”.
En su conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador de dicha fecha, la titular de Economía expresó que la dispersión de dichos créditos a la palabra iniciaría el pasado 4 de mayo, teniendo como objetivo hacer frente a la crisis económica de ese sector provocada por la pandemia del coronavirus Covid-19; indicó que se pretende ampliar la capacidad productiva, mantener el empleo y que puedan seguir abiertos los pequeños negocios en las localidades del país; el programa contempla 3 meses de gracia antes del primer pago y un plazo de 3 años para la cobertura total del préstamo.
Para acceder al apoyo, se establecia como requisito sine qua non formar parte del “Censo del Bienestar”, realizado por el gobierno federal desde 2018 como un esquema de micro financiamiento a negocios pequeños o familiares; esta iniciativa señalaba, formaría parte de la estrategia integral de apoyos que también incluye un millón de créditos del Instituto Mexicano del Seguro Social para empresas que no han despedido a ninguno de sus trabajadores.
Veamos, el “apoyo económico” (que no es más que un contrato de mutuo con interés, en virtud del cual una persona, el prestamista o mutuante, entrega a otra, el prestatario o mutuatario, dinero u otra cosa consumible, para que se sirva de ella y devuelva después otro tanto del mismo género y cantidad), se encuentra supeditado a dos aspectos, al parecer distintos entre si; el primero, a otorgarlo a aquellos micronegocios integrados en un censo de 2018; el segundo, a otorgarlo a empresas que no hayan despedido a ninguno de sus trabajadores.
Muchos comerciantes no censados, no habiendo realizado despidos de sus trabajadores solicitaron vía electrónica el acceso a dicho “apoyo económico”, obteniendo por el mismo medio un acuse de recibo foliado, firmado electrónicamente por el Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, donde se consignaba que en un plazo no mayor a 7 días hábiles, el “apoyo económico” sería entregado en la cuenta bancaria del comerciante.
Han transcurrido ya casí dos meses y el dinero no se ha visto reflejado en la cuenta bancaria del solicitante, no hay forma de que alguien en la Secretaría de Economía o en el IMSS de respuesta en relación a la fecha en que llegará el dinero, los correos electrónicos que se envian, el servidor del IMSS los rechaza ya que éste se encuentra saturado, total, un caos.
¿Qué le queda hacer al comerciante angustiado por desarrollar actividades no esenciales, que operaba con su venta diaria que hoy no tiene desde hace ya casí 100 días, que tiene que pagar puntualmente a sus empleados, así como las contribuciones federales que generan estos sueldos y salarios? Le queda esperar o bien accionar ante un juzgado de distrito del Poder Judicial de la Federación, contra el señor López Obrador vía juicio de amparo, con el riesgo de que no se admita la demanda si se considera como “no urgente”.
Estamos viviendo en un estado de simulación, que va creciendo exponencialmente, como crecen los decesos por la pandemia, ya hoy lamentablemente, tuvimos mil 44 de ellos ¿qué hacer? @lvarezbanderas