Visiones y percepciones/Etelberto Cruz Loeza
![](https://www.quadratin.com.mx/www/wp-content/uploads/2018/04/tlcan-EU-México-Canadá-1160x700.jpg)
VISISONES Y PERCEPCIONES
Etelberto Cruz Loeza
TLC 2018
NEGOCIACIÓN LABORAL&SALARIAL OLVIDADA
Como se sabe, pues así se ha difundido por los tres gobiernos firmantes del Tratado Trilateral de América del Norte, más conocido como el TLC o por NAFTA por los hablantes del inglés, este tratado está en revisión, sobre todo porque fue una propuesta de la campaña presidencial de su actual presidente Donald Trump que sería cancelado y si no se podía establecer un clausulado favorable a los intereses norteamericanos, ellos se saldrían, pues, a su juicio, existían desequilibrios comerciales en la balanza comercial entre los tres países y la pérdida de empleos de norteamericanos, así como el cierre de fábricas en territorio estadounidense se debía al TLC.
Claro, conociendo la verborrea del presidente Donald Trump y que sus palabras agresivas son su ariete para intimidar y negociar en posición de fuerza y chantaje, las rondas de negociación – una en cada país y ya van ocho reuniones-rondas - entre los tres equipos de negociadores – uno por cada país -, las conversaciones de los negociadores no han sido nada fácil, pero se avanza y se dice que estas pláticas ya llevan un avance del 80% y que sí habrá nuevo tratado de Libre Comercio entre los tres países de América del Norte.
Desde su integración y puesta en práctica en el año de 1994 – el primero de enero, justo con el surgimiento de la guerrilla del Ejército Zapatista de Liberación Nacional -, el libre flujo entre los tres países comercial de materias primas y productos terminados fue intenso, ya que los impuestos a la importación y exportación se desplomaron y tuvieron, en la mayoría, tasa cero, con la finalidad de que el intercambio comercial fuera intenso y constante, como hasta la fecha ha sucedido.
Uno de los efectos primarios de este tráfico comercial entre los tres países fue que para los agricultores y agroindustriales, así como industriales y comerciantes mexicanos, les resultaba más barato importar que producir y así se presentó el fenómeno de que los productos mexicanos estaban mucho más caro que los productos de origen norteamericanos y los pocos canadienses, hecho económico que fue una réplica de lo que sucedió en 1965 cuando inició la operación de los tratados comerciales en la Unión Europea, y así continúan hasta la fecha.
Ahora que está a revisión el clausulado del TLC de 1994, es muy posible que toda la estructura económica siga igual.
Una de ellas que no ha sido tocada, es la que se refiere a los salarios de los trabajadores mexicanos, que están en franca desventaja con los trabajadores de los otros dos países – Canadá y estados Unidos, donde, por ejemplo, la hora de trabajo está establecida en 10.10 dólares la hora y en áreas especiales como la minería, a 53 dólares la hora, en nuestro país, es general, sea cual sea la actividad laboral, en la llamada cuota de salario mínimo 88 pesos diarios.
A juicio de sectores agroindustriales, industriales y comerciales, el TLC seguirá, pues el TLC es muy importante para todas las compañías de automóviles de Norteamérica. Absolutamente, el TLC seguirá, son sus palabras, coincidentes con las expresadas por otras personalidades del sector económico y comercial norteamericanos.
*En las renegociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, el gobierno mexicano puede lograr mejores salarios para los trabajadores suyos, no obstante, junto con las compañías multinacionales evita a toda costa eses debate, lo cual es un acto de corrupción, aseguran líderes sindicales.
El gobierno mexicano es corrupto; los hechos dicen que éste favorece que sus propios ciudadanos vivan en la pobreza. No me hace sentido pues puede lograr que se les pague más a sus trabajadores, pero dice: no te molestes en eso, señaló Jerry Dias, dirigente del sindicato canadiense UNIFOR.
No se puede entender a un gobierno, continuó, Jerry Dias, que no defiende a sus propios trabajadores y que está de lado de las corporaciones a expensas de mejores condiciones para sus ciudadanos. UN ejemplo que habla por sí mismo de las inequidades que enfrentan los trabajadores mexicanos es que en Canadá, en una planta automotriz, generalmente ellos pueden adquirir los vehículos que fabrican, pero en México no se puede pensar en ello. Después de cinco meses de laboral en Canadá el trabajador puede adquirir el vehículo que ensambla. Mientras que en México en ese periodo solo puede comprar las cuatro llantas y los tapones.
Dias indicó que en México los trabajadores de las plantas de ensamble obtienen empleo pero no mejoran sus estándares de vida, pues sus salarios no se lo permiten. Hay contratos avalados por el gobierno federal en que algunas plantas automotrices especifican que pagarán solamente 1.10 dólares por hora.
No obstante, la desigualdad no solo la padecen los trabajadores del gremio automotriz, también es muy marcada en la industria minera, afirmó Óscar Alzaga, abogado del Sindicato Nacional de Trabajadores Minero Metalúrgicos, siderúrgicos y Similares de la República Mexicana. Señaló: mientras que en Canadá los trabajadores mineros cobran 53 dólares por hora, en México, la gran mayoría gana uno o dos salarios mínimos; es decir, alrededor de 9 dólares diarios.
Estamos de acuerdo, continuó, en que la productividad es necesaria, pero no la explotación desmedida. Un trabajo en una mina es el mismo en Canadá, en México y hasta en Chile, en cualquier parte del mundo es el mismo. El precio del oro es universal, cómo puede haber esta disparidad en los salarios, fue su pregunta.
El salario es un derecho nacional e internacional.
La Organización Internacional de los Trabajadores -OIT – consagra la libertad sindical, pero en México los sindicatos y las empresas no lo permiten.
Un ejemplo: en la mina de oro de la empresa canadiense Torex Gold, ubicada en el municipio de Cocula, Guerrero, donde 600 trabajadores han manifestado su interés de pertenecer al Sindicato Nacional Minero, y abandonar el de la Confederación de Trabajadores de México –CTM- , pero se han enfrentado a serios problemas: la empresa, el gobierno, las autoridades y la CTM se oponen al derecho de libertad sindical, para seguir controlándolos ellos.
Y así por el estilo es en todo el país y en todos los niveles y áreas laborales.
Lamentablemente, nuestros trabajadores mexicanos son uno de los 3 grupos laborales nacionales que venden más barato y/o reciben muy poco por su fuerza de trabajo: China, México y Malasia-Singapur.
Y el problema no es únicamente esto.
Las cosas más graves son: A.-La estabilidad del país descansa en la espalda de sus trabajadores, a quienes se les ha vendido la idea de que si les pagan más se elevará la inflación y luego está, detrás, la devaluación el caos. Y eso no es cierto. Es una falacia. Una mentira. Un sofisma. ¿Y qué que creciéramos con inflación? En la época dorada de los trabajadores – las administraciones de Adolfo López Mateos, Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría Álvarez y José López Portillo- vivimos con mejores salarios e inflación controlada. El famoso Desarrollo Estabilizador. B.-Finalmente todos los días la economía del país se ajusta a la convertibilidad del dólar y de las otras monedas duras: Euro, libra esterlina, el Euro. ¿Por qué razón o razones, Estados Unidos, Inglaterra, Suecia, Alemania, y la zona Euro tienen bajos-altos salarios nominales acordados con sus uniones laborales y alto salario real y no tienen inflación o está controlada? C- Todos los días sufrimos micro devaluación. ¿Y qué? ¿Alguien nos lo ha dicho? D.-Otra faceta del asunto es no solamente el salario nominal – que está a un poco más de 88 pesos ¡diarios!, cuando nuestros socios del TLC pagan a 10.10 dólares ¡La hora!...cerca de $ 180.00, si no es que $ 200.00 la hora y en trabajos súper especializados como los mineros, hasta 53 dólares ¡por hora!=$ 954.00 ¡por hora!), si no su capacidad de compra: el llamado salario real, que, comparativamente con los trabajadores sujetos al régimen de salarios mínimos de nuestros socios del TLC- Canadá y Estados Unidos -andamos por el suelo.