Visiones y percepciones/Etelberto Cruz Loaeza
2 DE OCTUBRE
VANDALISMO…A CIENCIA Y PACIENCIA (1/2)
En dos, tres semanas la ciudad de México y algunas ciudades del país, entre ellas Iguala, Guerrero, fueron sedes de marchas para manifestar molestia, rencor, furos, tradicionalismo, reconocimiento a varios sucesos de nuestra vida social - los 5 años de la desaparición de 43 alumnos de la escuela normal rural Profr. Raúl Isidro Burgos, marcha contra el aborto, marcha contra la violencia contra las mujeres, contra los llamados feminicidios y aniversario de la noche de Tlatelolco=Matanza en la Plaza de las 3 Culturas, para ser precisos y en ellas hizo acto de presencia el vandalismo.
Y lo peor es que quedo impune y aun más peor dentro de lo malo, los elementos de las corporaciones responsables de ofrecer seguridad y protección a la ciudadanía y a los establecimientos comerciales… ¡se convirtieron en testigos de piedra!
A pesar de que la reparación de los daños tiene una estimación superior a los cientos de millones de pesos y de que varios personajes y grupos están identificados – curiosamente la mayoría son grupos de mujeres anarcas – se informa que son cuatro - que utilizan la red y los grupos de whatss para sus acciones – no existe ninguna indicación de las autoridades del sector de seguridad y políticas, tanto de la ciudad de México, como de la Federación y del estado de Guerrero, para detenerlos.
Debe llamar la atención, que en el caso de la marcha conmemorativa del 2 de octubre de 1968 – hace 51 años – se dieron peticiones de autoridades políticas de la ciudad de México, y del presidente de la República y del ex líder del senado -. Martí Batres – con ADN genético agitador – para no romper ni violentar la marcha y de que hubo más de 10 mil soldados de la paz que aguantaron todo y de todos, se dio el vandalismo – siempre encapuchados - y la impunidad.
La política pública del gobierno federal ante estos hechos se plasma en estas palabras del titular del ejecutivo Federal, Andrés Manuel López Obrador: los voy a acusar con sus mamás, con sus papás, con sus abuelos, porque estoy seguro que sus abuelos, mamás o papás no están de acuerdo; me dejo de llamar Andrés Manuel; estoy seguro que los verían como malcriados…
México vive una nueva etapa en el que el uso de la fuerza ha quedado relegado, pues no es la opción contra quienes se manifiestan y menos por causas justas, por lo que llamo a los asistentes a no acudir embozados y apoyar en aislar a los provocadores.
Queremos vivir en una sociedad en paz, sin violencia, sin usar la fuerza, convencer y no vencer. Por eso nunca más una represión en México, torturas, desapariciones, masacres. Nunca Más un 68.
Me expreso en pro de garantizar la no violencia y la no violación a los derechos humanos.
Es realmente lamentable que por alguna razón desconocida – y sería lamentable que fuera por razones electorales y hasta político partidistas - en la cual no se están valorando los derechos humanos y sociales de la inmensa mayoría de la sociedad y si se es hipersensible ante los derechos de una nanominoría social, a la cual le importa muy poco los efectos de sus actos.
Se desconoce – y es la verdad – si vivimos otra etapa de nuestra vida social, política y hasta partidista; sí vivimos una alternancia política - y aun no se sabe si habrá transición política - como las que están sucediendo en este siglo XXI y en nuestro país, pero asegurar que en México vivimos una nueva etapa es tan falso como los billetes de 2 pesos. Sería, para estar con la moda verbal una fakenew, una posverdad y/o una verdad alternativa o configurada.
Jamás, en ninguna época ni en ningún país o nación o colonia, la paz, la tranquilidad, la estabilidad sociales se han instaurados, por decreto, ni con buenas voluntades y buenas palabras, por muy franciscanas que sean, ni con invitaciones aportarse bien o se les acusará con sus mamás o con sus papás. Eso no existe en la convivencia social.
Las viejas consejas sociales, los axiomas políticos, sostienen todo lo contrario: ¿Quieres paz? ¡Prepárate para la guerra!
La pasiva estrategia del gobierno de la ciudad de México y de avestruz del poder Ejecutivo federal que prefirió exponer a muchas cosas mayores a burócratas de la ciudad capital que a los elementos cuya ocupación-profesión y preparación son específicas para este tipo de eventos y hacer uso de la legítima fuerza del Estado.
La palabra sería no únicamente lamentable; es tétrico, terrorífico, espeluznante, es grave, muy grave que el Estado esté miope y aun más, que lo esté y no quiera ver, ni escuchar, ni oír: que tenga una falsa, mala percepción, una equivocada definición de la represión y la confunda con el uso legítimo del monopolio de la fuerza legítima del Estado.
Mas el uso legítimo del monopolio de la fuerza tiene varias etapas, niveles-graduaciones: contención, disuasión, retención, enfrentamiento, abatimiento y solución y está en el Estado, en función de las circunstancias el legítimo uso, grado=nivel.
Lo visto el pasado miércoles sienta un precedente en materia de operativos: a partir de ese día – 2 de octubre de 2019 – el pueblo puede cuidarse solo y se establece la defensa social – un tipo de autodefensa urbana al estilo Gandhi: la No Violencia… ¿entonces el llamado pacto Social que origina y es la razón del nacimiento del estado y su relación-compromiso con la sociedad?
Lo peor de todo es el incivismo del Estado. Un estado de derecho que ya no tiene el valor de perseguir a quienes violan sus leyes, porque teme complicaciones, abre el camino a la tiranía; y esto es tan cierto como que la paz a todo precio conduce a la guerra. Eludir responsabilidades mayores en aras de una estabilidad ficticia y de discursos menores continuará afectando mucho más la imagen y percepción de una autoridad con alergia a sí misma.