Visiones y percepciones/Etelberto Cruz Loeza
¿Candidatos independientes a la baja?
Se ha estado difundiendo con bastantes detalles que la novedad político electoral de la figura de CANDIDATOS INDEPENDIENTES está en pendiente y que ya no llama la atención y a juico de sesudos analistas y comentaristas políticos, ya no es una figura política atractiva, ni es, de plano, factor de riesgo para los partidos políticos, a pesar de todo su descrédito y alejamiento de la sociedad de éstos.
Y las pasadas elecciones del 4 de junio anteriores parecen demostrarlo:
De 142 participantes únicamente 3 – tres – resultaron triunfadores: 2.1%
Comparativamente con los procesos electorales anteriores – 2015 y 2016 -, en los de este año fueron un desastre: en 2015, triunfaron 5 de los 111 candidatos independientes a un cargo local, lo que equivale al 4.5%.
En 2016, fueron 11 los favorecidos por los electores dentro de una cantidad de 225 independientes, lo que relativamente es un 3.4%.
En concreto, como dijo el albañil, el porcentaje de éxito de los candidatos independientes cayó a más de la mitad. Ninguno de los candidatos independientes ganó una gubernatura: únicamente 2 de los siete aspirantes a gobernador recibieron ¡poco más del 3% de la votación!
Cifras: En Nayarit, Hilario Reyes, Layín el que robó poquito porque había poco qué robar y que en varias ocasiones fue exhibido abusando de las mujeres con las que bailaba, alcanzó 12% de la votación legal recibida.
En Coahuila, Javier Guerrero, llegó al 7.4% de los votos válidos.
Curiosamente: en Nayarit, Víctor Manuel Chávez consiguió más de 16 mil firmas de respaldo para obtener su registro y, paradójicamente, en las urnas únicamente recibió poco más de 6 mil votos.
¿Por qué perdió el 62.5% de votos seguros, su voto duro y piso electoral? No tienen respuesta, ni les importa, pero a los estudiosos de estas cosas, los psicólogos sociales y sociólogos, así como los analistas electorales podría interesarles conocer la razón de esta inesperada asimetría.
Y Antonio Ayón, igualmente obtuvo más de 16 mil como respaldo para su registro y en las votaciones ¡recibió menos de 2 mil votos! ¿En dónde dejó y/o cómo desgastó o perdió la credibilidad-aceptación del 93.75% de sus electores-simpatizantes, de sus militantes?
En Coahuila, José Luis Salinas obtuvo más de 32 mil firmas de respaldo para asegurar su registro, pero en las urnas solamente recibió… ¡poco más de cinco mil votos! ¿Dónde, cómo, qué pasó que perdió el 84.375% de sus militantes?
Según analistas esta retracción de los votos para los candidatos independientes fue porque los partidos de oposición ENDURECIERON SU DISCURSO PARA GANAR-TENER A SU FAVOR EL ENOJO, EL CORAJE, LA IRA SOCIAL.
Ésa podría ser una razón y hasta lo es, pero también está esta posibilidad:
LA SOCIEDAD ENTENDIÓ QUE LOS EJECUTIVOS -FEDERALES, ESTATALES Y MUNICIPALES – NECESITAN OBLIGADAMENTE UN PARTIDO POLÍTICO QUE LOS RESPALDE Y QUE LO MEJOR Y MÁS RECOMENDABLE ES LLEVAR A LOS H. CONGRESOS LOCALES – Y AL FEDERAL – CANDIDATOS INDEPENDIENTES. ASÍ, AL NO EXISTIR REGISTRADOS CANDIDATOS INDEPENDIENTES A LOS PUESTOS DE REPRESENTACIÓN, LA SOCIEDAD DECIDIÓ ESPERAR –. POCO PROBABLE DE COMPROBAR ES ESTA POSIBILIDAD, PERO SE VERÁ EL AÑO ELECTORAL PRÓXIMO.
Pero lo que sí es cierto es que los candidatos independientes a los puestos de representación popular en los H. Congresos locales y al H. Congreso de la Unión son uno de los pocos caminos legales y legítimos que la sociedad tiene para quitarles, despojarles y arrebatarles a los partidos políticos el monopolio del poder soberano que dimana-radica en el pueblo.
Otra opción es actuar en la vida de los partidos, militar, participar y formarse partidistamente, políticamente, pero no llama la atención; es una vida sin resultados, sin plusvalía, sin rendimientos políticos, casi de inmediato y, por otra parte, los partidos están sumamente desprestigiados, señalados con el dedo de la corrupción y del descrédito social. Mejor no arriesgar.
Una más, es aventarse la aventura política-social de fundar un partido político, pero necesita tiempo y dinero, mucho dinero; mejor un partido político formado por una persona: el candidato independiente a los puestos de representación proporcional: diputado – local o Federal – o Senador de la República (en el H. Congreso de la Unión.)
La opción de los candidatos independientes debe revitalizarse en y para los puestos de representación popular. Ese es el destino y ese es el camino para disputarles a los partidos políticos el monopolio de acceso al poder representativo.