Visiones y percepciones/Etelberto Cruz Loeza
Hasta el momento es inminente el arribo legal y constitucional de Donald Trump a todo lo que significa la Casa Blanca en los Estados Unidos de Norte América; será del presidente número 45.
Desde antes de la campaña presidencial, durante ésta y a su término muchas fueron las expresiones de campaña que tenían que ver con nosotros, su llamado Patio Trasero y su Buen Vecino y mucha gente consideró que NO eran eso, expresiones de campaña y SÍ inminentes líneas de política pública norteamericana; lo cierto es que ese país, los Estados Unidos, si es evidente y existente el equilibrio de poderes republicanos por lo que el Ejecutivo Federal no es libre ni autónomo: tiene sus contrapesos y un marco legal para sus acciones y se consideró que una cosa eran las bravatas mediáticas y otra el ejercicio del poder con su marco legal. Y se aplica el axioma republicano: EL EJECUTIVO, PROPONE. EL LEGISLATIVO, DISPONE
Y esto es lo que veremos a partir del próximo 20 de enero del presente año.
Sin embargo, son tres los principales sectores en los cuales Donald Trump –multimillonario, magnate del sector inmobiliario - de los hoteles y campos de golf y de los Medios de comunicación, así como de eventos vinculados con los concursos Miss Universo – de entrada serán tocados especialmente y son los siguientes.
El Muro. Físicamente el muro ya existe, pero está incompleto; le falta menos de la mitad, pero es únicamente la construcción: deberá ser terminado y tener la estructura electrónica y paramilitar para que cumpla su función. ¿Será pagado por el gobierno mexicano? NO, pero sí por los mexicanos que deseen ir a ese país, en la calidad que vaya a ser; se encarecerán las visas, los envíos de remesas y los servicios consulares e impuestos por importar. ¿Qué debe hacer nuestro país? Si nuestro país fuera Inglaterra o la Comunidad Europea o Rusia o China, responder igual: Ojo por Ojo, pero ellos son la economía dominante; lo conveniente es cobrar lo mismo – equivalente - en moneda mexicana por el ingreso de ciudadanos norteamericanos y productos norteamericanos y ya.
Esa construcción sí será un obstáculo, pero no detendrá el flujo de las migraciones de nacionales hacia ese país. La convertibilidad del dólar es el gran atractivo, el gran anzuelo, la enorme zanahoria: salario mínimo de 10.10 dólares por hora: casi 81 dólares diarios, a la convertibilidad actual, de hoy: $ 21.20.00, suman… ¡$, 1 717.20! diarios, menos los impuestos.
Así construyan tres o más muros – con todo y vigilancia electrónica, como en Israel y palestina – los paisas tratarán de pasar ¡Y lo lograrán!
Las empresas maquiladoras: Trump ya ejercicio presión político-económica a algunas grandes corporaciones industriales y comerciales y cedieron. No hay problemas. Bueno, sí lo hay, pero no es para tanto. Las empresas norteamericanas no son las únicas en el mundo. Están las alemanas, chinas, japonés, británicas, canadienses, brasileñas, chilenas, etc. Ese proteccionismo lo llevará al aislacionismo y encarecimiento de los productos hechos en U.S.A. lo que permitirá la llegada de otros inversionistas, otras empresas y otros productos. ¡A ver cuánto tiempo aguantan! Nuestro país debe aplicar su política fiscal y proteccionista ahora que el TLC estará a revisión y el TPP por cancelarse. Habrá que adecuarse y punto. Salen perdiendo más ellos que nosotros.
El TLC- NAFTA, para ellos -. En realidad, para el mexicano común y corriente, más de 100 millones de habitantes, este tratado fue-es - perjudicial para el campo y para la industria y comercio, nacionales. A quienes beneficio fue a las grandes corporaciones económicas nacionales que monopolizaron la importación-exportaciones de granos, verduras, vegetales, grasas y carne, artículos electrónicos y refacciones. Mató a fuego lento al campo y a la industria, pues a los productores nacionales – agroindustriales, comerciales e industriales – les fue perjudicial el lema axiomático del TLC: es mejor importar que producir. El país que saldría perdiendo, económica, comercial e industrialmente, serían Estados Unidos y nosotros un poco porque se desarrollaría nuestra industria y nuestro comercio y nuestro campo.
Pero habrá qué esperar lo que suceda después del 20 de enero, pues Trump y su equipo son comerciantes y su gobierno tiene intereses, no amigos y toda la visión de Trump puede cambiar de un plumazo.