Villas del Pedregal camina por la Paz/Gerardo A. Herrera Pérez
Villas del Pedregal camina por la Paz.
Gerardo A. Herrera Pérez
El día de hoy, tuve la oportunidad de compartir diversas reflexiones a la población que vive en la Unidad Habitacional más grande de América Latina, Villas del Pedregal, Territorio Migrante y Corazón de Morelia, en ocasión de su Primera “Marcha por la Paz”, por el bienestar y la dignidad de los niños, jóvenes y familias de Villas de Pedregal, organizada por su Concejo Mayor General.
A la Marcha asistieron más de dos mil hombres, mujeres, niños, niñas, adolescentes, jóvenes, adultos y adultos mayores, quienes forman las familias y los diversos estudiantes que asisten a las diferentes escuelas de educación básica, y del Colegio de Bachilleres, es decir, participaron todos los centros escolares de la unidad habitacional. También estuvieron presentes autoridades municipales de Morelia, Cuitzeo y Ciudad Hidalgo, de la Secretaria de Seguridad Publica, así como el Órgano Autónomo de Derechos Humanos, organizaciones de la sociedad civil, quienes presentaron diferentes cuadros relacionados con actividades: lúdicas, culturales, musicales, de coros, ensambles, teatro guiñol, disertaciones, todas estas actividades con un enfoque de Paz y Convivencia Social.
Es importante que los padres observen un enfoque diferente sobre la realidad social que vivimos, pero que el mismo se haga en el marco de la complejidad, porque ello nos permite abonar a una perspectiva más amplia, y con ello, estamos construyendo nuevos conocimientos que nos ayudar a una mejor comprensión de la realidad social y de lo que realmente significa la Paz.
Durante todos estos años, me ha tocado impulsar acciones para la transformación social; también he tenido la gran oportunidad que promover en el discurso público el concepto de paz, para trabajar en un modelo social de mayor tolerancia, respeto e inclusión social, para ello hemos propuesto acciones a las estructuras normativas, las operacionales y las de diseño de la política pública, y que hoy son una realidad.
Hoy en las disertaciones en el marco de la Marcha por la Paz se expresó que la paz no es ausencia de violencia, la paz es la capacidad del género humano para resolver los problemas en equidad. Y habría que trabajar en un modelo de paz que permita ir disminuyendo la violencia física, pero también trabajar en disminuir la violencia estructural y la violencia cultural, que permita realmente hacer viable por parte del Estado la protección de los derechos humanos y las libertades del ser humano.
Sin embargo, nos preocupa y ocupa que los actos de violencia que se suceden, están legitimados por la población al sentir miedo y al permitirle al Estado que intervenga a través de sus aparatos militares y de seguridad pública para resolver los conflictos que suceden derivado de muchas aristas, pero entre otros, del crimen organizado; se requiere de mayor participación ciudadana y en general de gobernanza.
La Paz requiere de dialogo en horizontalidad, en complementariedad, en tolerancia y respeto, en alteridad, requiere de convivencia y generación de respeto a los derechos humanos y las libertades.
Pero en esta posición dialógica que se tuvo con padres y madres de familia, se compartió la importancia de generar los espacios para la más amplia participación social, esto es, requerimos de fortalecernos como familia, de desarrollar nuestra propia estrategia para fortalecer a los miembros de la familia, pero adicionalmente, requerimos de trabajar en un diseño de compromiso para que con ejemplos claros de los padres y con amor y respeto se formen los valores, las virtudes y los principios sobre los cuales deseamos que nuestros hijos actúen.
Hoy, se construye sobre acuerdos de convivencia, ello es bueno porque no generamos obligación sobre el comportamiento de las personas, no obstante en la formación de las y los hijos, es importante asumir la disciplina a través de reglas claras y cumplibles, que se conviertan en hábitos.
Los padres deseamos que los hijos disfruten de los espacios públicos pero hoy frente al miedo los tenemos dentro de casa, muchas casas con protecciones, como rejas de cárcel, necesitamos trabajar mucho para evitar seguir esta situación, de ahí la importancia de colaborar con la policía, de sentir confianza, de sentir identidad, de generar las condiciones de valores y establecer los métodos de convivencia.