VIH/Sida/Gerardo A. Herrera Pérez
28 de noviembre de 2017
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18:07
Cada ocasión que escribo sobre el tema del VIH/Sida, me parece que sigue siendo indispensable reconocer que es un problema aun grave de salud pública y que atañe a todos y todas; esta acción no es solamente de las instituciones gubernamentales, también lo es de la sociedad y sobre todo de aquellas personas que viven ya con VIH/Sida, son ellas, son ellos, los que deben de tener una mayor participación y liderazgo social para fortalecer en sus experiencias el diseño de las políticas públicas.
Después de tres décadas, hoy el VIH/Sida, aún sin vacuna (no sé si la habrá o no), no es una enfermedad mortal, es como la hipertensión o la misma diabetes, una enfermedad crónica, y ello, permite que quienes la padecen puedan tener una esperanza de vida mayor respecto de quienes adquirieron el VIH/Sida en los años ochenta o noventa, toda vez que fue devastador y muchas personas murieron.
Si bien, existen personas que viven con VIH/Sida, algunas lo saben pero lo ocultan, otras no lo saben y mantienen una vida sexual activa, y otras lo saben y se cuidan, se protegen y protegen a sus compañeros. Tal vez lo más importante es visibilizar la existencia del VIH/Sida a través de campañas mucho más frecuentes, focalizadas y de impacto social, que permitan recordarnos que debemos tener interés por atender la problemática de salud, pero sobre todo que no podemos negarlo, ni ignorarlo porque eso agrava la situación epidemiológica.
Hay mucho por hacer, y en ese hacer, se localizan amplias regiones del Estado, si bien; cada una de las Jurisdicciones Sanitarias del Sector Salud atienden a las personas que viven con VIH/Sida y realizan acciones para prevenir, entre otras, al parecer no son suficientes, se requiere no solo de mantener el número de casos por años, sino de bajar la incidencia año con año.
De Enero a Septiembre de 2017, se detectaron 253 personas con la presencia del virus del VIH en sus cuerpos. Las Jurisdicciones de mayor prevalencia por tasa de población de 100 mil habitantes es Morelia, Lázaro Cárdenas y Apatzingán; pero por número de casos esta Morelia con 104, seguida por Uruapan por 38 casos y Zamora con 30. Siguen siendo personas en plena actividad sexual y económica (de 25 a 34 años, seguida del segmento de 20 a 24 años) las que mantienen la mayor incidencia.
Los datos duros que presenta el Sector Salud en Michoacán, me permiten comentar que debemos de redoblar esfuerzos focalizadamente con hombres gay y otros hombres que tienen sexo con hombres y sus parejas femeninas, personas trans, hombres y mujeres trabajadoras sexuales o personas que usan drogas inyectables. Y en general creemos que se debe también empoderar a los jóvenes.
Al ver esta situación y en relación con los grupos focalizados, es importante insistir en la necesidad de impulsar acciones que permitan a los integrantes de la sociedad contar con información sobre la educación sexual laica, científica, integral y sin depender de ideologías religiosas que eviten los procesos naturalizados de discriminación y violación a los derechos humanos.
En este sentido, la Secretaria de Educación en el Estado, impulsa acciones para la convivencia escolar, uno de los grandes paradigmas es justamente evitar la violencia sexual, el acoso y el maltrato en los cuerpos de niñas y niños de la educación básica. En este sentido sería recomendable que estos modelos educativos de convivencia preparen a los niños y niñas con una visión científica de la sexualidad, que en muchas ocasiones trae como consecuencia los prejuicios y estigmas sobre las cuestiones del modelo binario de la sexualidad.
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