Ventana/José Cárdenas
EMBARRADOS DE COVID
Los voceros nacionales de la estadística pandémica provocan miedo y desconfianza.
Según cuentas oficiales al momento sumamos más de 86 mil muertos y 850 mil contagios por Covid. Además, los epidemiólogos José Luis Alomía y Hugo López Gatell de pronto descubren otros 14 mil decesos probablemente “asociados” al virus. Son fallecimientos bajo sospecha. Algunos podrán verificarse, otros miles no. Ante la duda aumentan los números de la tragedia; 101 mil vidas perdidas que, según especialistas, podrían ser más del doble.
López Gatell admite que en ocho estados asoma un posible rebrote; oscilan entre el naranja y el rojo de alerta máxima. El coronavirus aprovecha nuestra fatiga para volver a atacar. Pero no entendemos.
Para enredar más las cosas, el presidente López Obrador corrige a sus médicos; nada de rebrotes y repuntes, al contrario, vamos muy bien.
Aquí bien, en Europa muy mal, con miles de contagios, confinamientos y toques de queda. Lo malo pasa allá y no pasa aquí, aclara el presidente.
El hecho es que ahí viene la segunda ola de COVID mientras nuestros funcionarios intentan ajustar la verdad a la medida del discurso político, como siempre.
La incapacidad de los voceros de la estadística pandémica para comunicar la realidad es evidente; enredan todo, tropiezan solos… y los desmentidos de su jefe supremo lo embarran todo.