Vasco de Quiroga sembrador de paz
Caminar entre los centenarios olivos del Atrio del Exconvento Franciscano en Tzintzuntzan, y los grandes fresnos que hacen valla al pasar de las personas para llegar a dicho recinto, nos hace recordar la larga historia de ya casi quinientos años, que nos permite comprender nuestro presente, es decir, nos remite a estar en el lugar donde se ofició la primera misa que se tenga noticia y el proceso de evangelización, y con ello, la creación del sincretismo del que hoy se vive.
Igualmente, nos permite recordar la importancia que durante estos tiempos tuvo don Vasco de Quiroga, hombre caritativo y sobre todo humanista, que realizó una importante labor evangelizadora que desde luego trasciende en la organización social de las comunidades originarias hasta nuestros días, razón por la cual me siento muy motivado por haber recibido del pueblo de Pátzcuaro, la máxima condecoración que para varones da su comuna, la Presea Vasco de Quiroga, y que comparto con grandes humanistas como el cardenal Don Alberto Suárez Inda, o el Ingenio Cuauhtémoc Cárdenas y otros más.
Transitar por los jardines, y espacios abiertos del atrio de los olivos, fue el momento más épico que viví este día que se conmemora el Día Mundial por la Paz, al asistir a reflexionar conjuntamente con otras personas sobre la importancia de la paz y la reconciliación social, al que se convocó por el Consejo Michoacano de Paz y Reconciliación. En este evento tuve la oportunidad de convivir con el padre Sergio Chuela, con el me une la convicción de las encíclicas del Papa Francisco: Laudato Si y Fraternali Tuti, y de las cuales me ha tocado comentar y en ocasiones disertar de manera pública, como lo haré próximamente el tres de octubre en la ciudad de Uruapan, convocado por la Diócesis de Zamora.
El Padre Sergio Chuela, me comentaba que la estructura eclesiástica de Tzintzuntzan cumplirá en dos años, cinco centenas de haberse realizado la primera misa de evangelización, por lo que se encuentra diseñando de manera conjunta con feligreses y otros personajes de la vida de la comuna, entre ellos Santos, un programa hegemónico para la conmemoración de este hecho histórico para la evangelización; dicho programa considera acciones para la difusión, pero también la realización de actividades culturales, así como de encuentro entre imágenes poderosamente veneradas en Pátzcuaro y Tzintzuntzan, y algunas otras relacionadas con los olivos y su significado de haber echado raíces durante estos ya quinientos años.
Le expresaba al padre Sergio Chuela, también a Santos, gran ser humano, generoso y comprometido con su comuna, que era necesario hablar acerca de la creación y desarrollo de la conciencia espiritual que se ha construido en este periodo destacando la filosofía del gran Vasco de Quiroga, es decir, su misión de paz por esta tierras michoacanas y a las cuales se mantiene el arraigo entre la población originaria.
Fue en este marco de sostenibilidad, que tuve la oportunidad de participar en reunión de trabajo para conocer la estrategia de la Guía para la instalación y operación de los Comités Municipales de Construcción de Paz y Reconciliación en la zona de Pátzcuaro; estar en las instalaciones del Exconvento Franciscano y disfrutar de su tranquilidad y majestuosidad, es remontarnos a un momento crucial de la vida de nuestro país y de Michoacán, porque desde ahí se vio nacer el proceso de evangelización, en donde hombres y mujeres que han participado en distintas causas por la defensa de los derechos y libertades, hoy por su dignidad humana y en pro de la paz y convivencia social para la reconciliación del tejido social.
A este ejercicio de gobernanza para la paz y reconciliación asistieron personas desde distintos espacios: Huaniqueo, Jiménez, Pátzcuaro, Tzintzuntzan, Quiroga, Lagunillas, Huiramba, Acuitzio, entre otros y que integran diversos perfiles de servidores públicos de los diferentes órdenes de gobierno, la academia, la iglesia, las organizaciones de la sociedad civil, la población y que todos y todas, al unísono participando, aportando ideas y comprometiéndose para la construcción de la paz; toda vez que el municipio es el primer contacto de la población y son sus servidores públicos los que más escuchan a las personas, y son las estructuras municipales y su presidente quienes se encuentran al servicio de la población.
Entre los temas abordados por los distintos actores, en mi intervención compartí las acciones que desde la Subsecretaria de Derechos Humanos y Población se realizan en la zona de Pátzcuaro a través del Centro de Rehabilitación AA, “Vieja Escuela”, respecto de la atención del binomio rehabilitación-reinserción para las personas que han concluido su proceso de rehabilitación y se reinsertaran a la sociedad, a la familia y con sus relaciones de pareja.
Fue importante la presencia de las alcaldesas y alcaldes de los distintos ayuntamientos de la zona de Pátzcuaro, así como de los párrocos de las principales parroquias y de los liderazgos sociales, académicos, benefactores que aportaron sus valiosas propuestas para la paz, todo ello gracias a los buenas prácticas de la secretaria técnica Carla Isamara y a la hospitalidad del señor presidente municipal Guadalupe RamírezCon la presencia de la secretaria técnica del Comité Michoacano de Paz y Reconciliación, Carla Isamara, se llevó a cabo la reunión de trabajo, en donde se tomaron diversos acuerdos y se fijo la fecha para la presentación de los perfiles de los Comités municipales.