Una aplanadora en Chiapas; Eduardo Ramírez, el protagonista
De acuerdo con las encuestas, Morena domina 6 entidades con gran margen de distancia. Influyó, por supuesto, los perfiles que la dirigencia puso en la cancha. Todos ellos, de hecho, fueron merecedores de la designación al superar la mayor prueba de fuego. Me refiero al mecanismo interno que, para tomar decisiones, fue el instrumento para dar el siguiente paso. Detrás de cada una de las entidades, desde luego, se encuentra un liderazgo consagrado para llevar a cabo el mejor trabajo posible. Así lo asumió el partido y así está actuando en consecuencia. De hecho, el lopezobradorismo tiene amarrado el triunfo en Puebla, Tabasco, Morelos, Veracruz, CDMX y Chiapas. Todos estos territorios tienen un común denominador: los altos índices de la intención del voto a favor de la causa.
Morena puede presumir que, con gran legitimidad, se alzará con la victoria en las entidades que mencionamos. Lo hará, de hecho, sin contratiempos. A su vez, le sumarán una cantidad importante de voluntades a la elección presidencial. Eso significa que, para el caso, encajaron perfectamente en el plan C que diseñó el presidente López Obrador. Incluso, desde el arranque de las precampañas han demostrado una capacidad impresionante de movilización, por la relación o el vínculo estrecho que se ha generado con todos los sectores sociales.
Por ese motivo, Morena ganará la mayor parte del país en relación con las entidades federativas. A nivel nacional, por ejemplo, encabeza las preferencias en 31 estados. Entre ellos, por supuesto, los seis puntos que mencionamos en el primer párrafo de esta columna. O sea, el lopezobradorismo tomará el control político de gran parte del territorio nacional. Dado el potencial que ha mostrado, se alzará con la victoria en Puebla, Tabasco, Veracruz, Morelos, CDMX y Chiapas. Esta última, por cierto, asegura una votación muy nutrida que, de acuerdo con algunas ponderaciones, ronda entre el 64 y 68%. Siendo Eduardo Ramírez el abanderado, el excoordinador de la fracción mayoritaria le garantiza un triunfo arrollador.
Los datos son muy claros: Eduardo Ramírez domina de pies a cabeza la elección para gobernador constitucional de Chiapas. Alcanza, de hecho, una diferencia de más de 37 puntos. SDPnoticias, por ejemplo, ha medido el pulso de la población civil en el sur del país. Siendo uno de los mecanismos de mayor confianza en México, empezando por ser una de las metodologías con menor margen de error, la concepción se nutre más para ir anticipando que, ante el imponente paso, Ramírez será punta de lanza en el ejercicio presidencial. Inclusive, desde que ganó la elección interna de Morena, Eduardo ha fortalecido su poder político de cara al proceso de transición.
En Chiapas, de hecho, Eduardo Ramírez arrancó con el pie derecho el proceso de precampaña. Cada uno de los actos públicos estaban repletos. Al mismo tiempo, particularmente en el sur del país, el excoordinador de los senadores de Morena se ha convertido en un fenómeno social. En pocas palabras, Ramírez llegará a la campaña en el mejor momento de su carrera política. Cuenta con el apoyo del Partido Verde Ecologista de México, lo mismo que del PT. Así que, con ello, tendremos a uno de los perfiles con mayor capacidad de movilización. Dos terceras partes de la población civil, a propósito, han tomado partida por él.
Chiapas tendrá un gobernador muy experimentado en la imagen de Eduardo Ramírez. Además de estar en plenitud y apogeo, abunda en buen ánimo, pues Morena, al final de cuentas, ganará por segunda vez consecutiva el sur del país. Así puede leerse esa ventaja que, en vísperas del arranque, es el común denominador de la contienda. Son más de 37 puntos de ventaja a favor de Ramírez. Eso se puede extender o multiplicar conforme pasen los días, máxime con un abanderado del lopezobradorismo que está echado para adelante. En efecto, lo que está viviendo Chiapas, en términos políticos, constituye un hecho sin precedentes y, de paso, es una maquinaria.