Un semestre redondo para Monreal
No podríamos entender, lo hemos dicho, una política pública sin la presencia de Ricardo Monreal. Él, desde todos los ángulos, se ha convertido es una pieza inherente del proceso de transformación que hoy vive un momento inmejorable en el país. De hecho, todos, inclusive Claudia Sheinbaum, están muy conscientes de esa situación. La precandidata de Morena, en ese sentido, sabe de la capacidad y el poder político del zacatecano. Por ese motivo lo sumó al primer círculo donde, queda claro, se tomarán las decisiones más importantes una vez que se oficialice la campaña. A la vez, será determinante la experiencia que le imprima para posicionar y mantener a Sheinbaum en el primer lugar de las preferencias de la sociedad.
Como sabemos, parte de las tareas de Ricardo Monreal se basan en la operación territorial y de organización que tendrá en sus manos. Además de ello, no tengo la menor duda, en el seno de la campaña será una voz protagonista y, podemos estar seguro de ello, quién defenderá a capa y espada todo lo que envuelva el proceso sucesorio. En pocas palabras, abonará en cada área de oportunidad y, de paso, le sumará toda su experiencia. De hecho, sabemos de la capacidad e intuición que tiene para leer cualquier coyuntura. Por ese motivo, es un hecho que afina los quehaceres que le fueron asignados y, con un equipo multidisciplinario a lo largo y ancho del país, coordina tareas específicas que, por supuesto, ayudan a la causa de Sheinbaum.
En vista de su efectividad política y su influencia como líder, será un semestre redondo para Ricardo Monreal. Inclusive, sea la posición que sea, Ricardo hará un trabajo de mucho nivel. Hablo de las posiciones claves que se den una vez que Claudia gane la elección. En ese sentido, Sheinbaum ha demostrado estar a la altura de esa gran responsabilidad que —en su momento— cargó el ahora presidente López Obrador. Es sabido que, en todas las encuestas de opinión que se divulgan, la precandidata encabeza la intención del voto con un margen muy superior. El punto es que, con esa tendencia, es prácticamente imposible revertir, especialmente porque no habrá elementos que inciden como si los hubo en el 2006, cuando vivimos un fraude monumental que echó andar el gobierno de Vicente Fox.
Con base a los datos que hay, Claudia Sheinbaum tiene una intención del voto de más del 56%. Es decir, una proporción dos a uno en cualquier escenario. Por ese motivo la derecha ha recurrido a la descalificación. Aunque, más allá de las estrategias perniciosas que la derecha divulgue, no habrá marcha atrás: Morena ganará por segunda vez consecutiva la elección presidencial. Así lo ha manifestado la mayoría de la población que, desde este momento, hemos decidido nuestro voto a favor de la causa lopezobradorista.
Será, en palabras más sencillas, el proceso de continuidad de la 4T. Y como la tarea de organización y logística que tiene Monreal en su poder es clave para ganar la elección, Ricardo se convertirá en un elemento inherente del triunfo. Se trata de un desempeño en el que hay que construir mecanismos y estrategias para tener la mayor presencia posible, lo mismo que proponer alternativas para que la movilización social sea más exitosa. Ese quehacer, como tal, lo domina a la perfección Monreal. Durante dos períodos consecutivos ha sido coordinador en tareas semejantes. Por lo tanto, sabe perfectamente desplegar a la estructura que, a lo largo y ancho del país, constituirá la columna vertebral de la campaña.
En vista de ello, Ricardo Monreal, para la elección presidencial, es como el motor o el principal catalizador para impulsar todo lo que tenga que ver con organización, planeación y logística, pero, de igual forma, como un activo importante de la unidad al interior del seno morenista. Nos referimos a las tareas multidisciplinarias que, de forma clara, puede llevar a cabo el zacatecano. Recordemos que, de manera paralela, es coordinador de campaña y, a su vez, senador de la República y líder moral de la fracción mayoritaria. O sea, un actor todoterreno que será protagonista en este semestre que viviremos.
Él, en lo personal, puede llegar a una posición clave. Es claro: es muy probable que sea coordinador legislativo en cualquiera de las cámaras o, en una de esas, titular de gobernación, por la capacidad que tiene para resolver asuntos de interés político. Ahí, queda claro, Sheinbaum tendría al mejor operador político que hay en México para darle estabilidad y gobernabilidad al país.
A propósito, será también un semestre redondo para toda la estructura que, por capacidad y liderazgo, se posicionará en puestos claves. Es el caso de Santos González, coordinador de los asesores de Morena en el Senado de la República y gente muy cercana a Ricardo Monreal. Se trata, ni más ni menos, del favorito para llegar a representar al distrito federal con cabecera en Zacatecas. Como sabemos, Santos es aspirante y, de manera clara, el preferido de las mayorías. Por ese motivo, hay una posibilidad altísima que, de un momento a otro, sea ungido como abanderado de Morena y, con todas las condiciones a su favor, futuro legislador de San Lázaro. Así las cosas.
