Un fenómeno social en Chiapas
Chiapas tendrá un proceso de transición este mismo año. Habrá elección para la presidencia de la República, lo mismo que para renovar diputaciones locales y federales, así como la gubernatura. Ahí, por ejemplo, todos los reflectores han prestado atención en ese ejercicio por el interés que ha provocado no solamente el sur del país, sino en todo el territorio nacional. Como sabemos, Morena tiene definido al perfil que ha tomado las riendas de la coordinación territorial en el liderazgo de Eduardo Ramírez, senador de la República y líder de la fracción mayoritaria. De hecho, el efecto que ha provocado — en aquel punto del territorio nacional— es tan vibrante y efervescente que, desde todos los ángulos, se ha convertido en un fenómeno social.
Eduardo Ramírez, por ejemplo, es tanto el efecto que ha provocado que en cada uno de sus actos públicos desborda la manifestación de una manera impresionante. Este fin de semana, de nueva cuenta, tuvo eventos públicos como parte de su precampaña. Él, de hecho, le garantiza el triunfo a Morena con una proporción que, desde este momento, ronda entre los 64 y 66% de intención del voto, de acuerdo con la encuesta de encuestas que publica Polls cada mes. Y no solamente es garantía en las urnas, sino también será una palanca de impulso para Claudia Sheinbaum. En efecto, la abanderada de Morena, en aquel punto estratégico, aparece— en los mecanismos puestos en marcha— con una proporción de más del 56% a su favor.
Déjenme decirle que, en los últimos procesos electorales, no había visto esa efervescencia que se vive en Chiapas y, por supuesto, esa simpatía que provoca un candidato. Para entender mejor esta concepción, cada acto público me recordó a la manifestación social que el mismo López Obrador generaba en tiempos de campaña. Y no solamente es la muchedumbre, sino el respaldo intenso que, no hay duda de ello, es la prueba más contundente de lo que acontecerá el próximo 2 de junio. En tal sentido, Eduardo Ramírez será el sucesor de Rutilio Escandón, actual gobernador constitucional.
De entrada, ha mantenido el ritmo de un proceso electoral álgido que, desde hace muchos meses, se vive al máximo de las emociones. Además de ello, no es un personaje improvisado, pues Eduardo Ramírez, con una larga trayectoria política, se ha consagrado como un liderazgo de peso. En poco más de cinco años, por ejemplo, demostró esa capacidad en dos posiciones claves en el Senado de la República. Ha sido presidente de la mesa directiva y, con ello, actual coordinador de la fracción. Eso, por supuesto, juega a su favor.
A primera vista, lo coloca en un lugar privilegiado y, por supuesto, en el primer plano de los reflectores. O sea, un paso adelante de cualquier competidor por la gubernatura en Chiapas. Inclusive, la lógica nos dice, sin termor a equivocarnos, que la elección está técnicamente ganada. Por tal motivo, Eduardo Ramírez tiene el triunfo en las manos. Además de ello, cuenta con todo el respaldo moral del presidente López Obrador. Y como forma parte de un proceso de transición, tendrá el apoyo irrestricto de Claudia Sheinbaum.
Aunque, como se sabe, lo más trascendente radica en la fuerza popular del pueblo. Eso, en efecto, es algo que debemos destacar en una etapa coyuntural clave como la que vivimos. Chiapas, en este momento, significa uno de los principales motores del proyecto de la Cuarta Transformación y, en términos políticos, una maquinaria que defenderá a capa y espada el voto que, desde este instante, ha tomado partida por un fenómeno social llamado Eduardo Ramírez.
Desde ese punto de vista, es emocionante atestiguar esas multitudes que abrazan un proyecto. Lo que quiero decir es que, ante esta situación, estamos viviendo un hecho sin precedentes que ha traspasado fronteras, como un aspecto importante y fundamental para legitimar lo que será el nuevo gobierno constitucional a partir de diciembre, cuando Ramírez tome protesta. Mientras llega ese momento, podemos decir que, ante las circunstancias que vivimos, el coordinador de los senadores ha asumido esa responsabilidad mayúscula que significa una candidatura. Y no solamente es sostenerse, sino marcar la diferencia con gran nivel de competencia.
Por eso hoy, desde esa perspectiva, hay un fenómeno social en Chiapas.