Trump, solo tres años/Santiago Heyser Beltrán
La primera refiere como el dictador, que tenía cita con Hitler, le pidió a su chofer que se detuviera para conscientemente llegar tarde y así enfurecer al Führer, que encabronado, perdió debate al discutir con el generalísimo. La segunda refiere como Hitler le pidió a Franco que para proteger las obras de arte españolas, las mandara a Berlín durante la guerra; Franco contestó: Gracias mi Führer, nada más que para evitar el enojo del pueblo español que no va a entender su intención, primero voy a hacer duplicados,… que nunca hizo. ¿Será más difícil lidiar con Trump que con Hitler? o ¿será que el Presidente EPN y el Canciller Videgaray no son los “mexicanos” (entecomillas) adecuados para defender los intereses de México?, es pregunta.
Escucho los llantos y lamentos para enfrentar a Trump y veo la simplona respuesta de poner banderitas de México en Twitter y en WhatsApp, lo que por cierto me complica encontrar a los amigos ya que de alguna manera la foto me ayudaba a identificarlos, y la verdad siento pena ajena por mis aguerridos compatriotas que salen en defensa de la soberanía nacional con pendejadas.
Para empezar, Trump no es nuestro problema, es problema de los gringos; nuestro problema es la permisividad, apatía, dejadez y hasta cobardía de todos aquellos que hoy ponen banderitas en sus avatares, pero que no han sido capaces de alzar la voz, actuar y luchar para acabar con la corrupción de la clase política y gobernante, salvo honrosas excepciones, para detener la corrupción galopante que corroe al País y que obliga a millones de compatriotas, hoy en riesgo de ser repatriados, a huir a USA en busca de las oportunidades que México y sus valientes ciudadanos no hemos podido construir por el dispendio que trae consigo mantener con moches, mordidas, cochupos, comisiones, coyotaje más obras chafas cobradas como de primera, contratos amañados y demás subterfugios para conseguir dinero inmoral e ilegalmente a costa del esfuerzo de otros.
La corrupción es cultural, afirmó en entrevista el cínico que cobra como Presidente de México, y nada, todos lo siguieron tratando como Presidente cuando es evidente que es un vulgar ladronzuelo que se escuda en la investidura presidencial para enriquecerse, apoyado en, como diría el clásico, una mafia en el poder que se auto protege y evita legislar para seguir las prácticas de corrupción amparados por una impunidad que emana desde el Congreso, sigue por el poder judicial y se consolida en el poder Ejecutivo de los tres niveles de gobierno, que justifica sus trapacerías argumentando mil y una chicanadas para proteger a los de siempre; o me vas a decir, estimado lector, que crees la versión presidencial y de las instituciones encargadas de la justicia en México que Javier Duarte se les escapó o que los moreira´s son blancas palomas o que Robero Deschamps es un líder patriota y honesto, sumado a los vallejo´s, borge´s, medina´s, godoyes, gabino´s y demás, citando a otro clásico, tepocatas y víboras prietas que están libres, ello en adición a la permisividad institucional para que les roben o se auto roben gasolinas de los ductos de los mexicanos (y nos preguntamos ¿por qué está cara?), que podría ser controlados simplemente con medidores de presión que, al detectar una baja de presión indicarían de inmediato donde está la toma clandestina.
¡No!, el problema no es Trump, el problema es que los mexicanos por idiotas, güevones, apáticos, acomodaticios y corruptos no hemos podido construir una nación soberana e independiente con un mercado interno que le sostenga y de viabilidad a su planta productiva y a los empleos que de ella dependen; nos hemos vuelto dependientes del capital extranjero ¡Oh estupidez!, hemos permitido que empresas trasnacionales depreden en México ¡Si seremos idiotas!, dejamos que el inversionista extranjero venga a lucrar a cambio de generarnos empleos mal pagados ¡En la madre! Y le apostamos a los mercados de exportación al dejar a nuestro pueblo en estado de indefensión al pagar salarios miserables y ofertar a México como el paraíso de mano de obra barata y de riquezas nacionales con descuento.
Finalmente entendamos, si tuviéramos gente capaz en el gobierno y patriotas honestos en la presidencia y las secretarías, sabrían que a Trump solo habría que darle largas, finalmente, si es mal gobernante, como parece demostrar, solo estará de Presidente tres años, al cuarto año, con las elecciones en proceso, perderá el poder y no podrá hacer daño; el drama es que no la tenemos… ¡Así de sencillo!
Un saludo, una reflexión.
Santiago Heyser Beltrán
Escritor y soñador