Tribunal popular juzga a favor de la congruencia
El balance de la Reforma Electoral ha dejado un intercambio de opiniones y posturas entre los que respaldan las propuestas y quienes no. De hecho, algunos comentarios ahondan en testimonios que interpretan la lectura de la propia población civil que resalta las determinaciones o juicios en la toma de decisiones.
Más allá de un asunto legislativo el punto se convirtió en un tema político. Mientras la oposición presionaba a Ricardo Monreal, uno que otro senador del ala radical de Morena hacía lo propio. Esas posturas comenzaron a generar suspicacia de qué sería lo que pasaría o cuál determinación tomaría el coordinador de los senadores de Morena en torno al proyecto.
Días atrás, Monreal había enumerado una lista importante de inconsistencias implícitas en la minuta de reforma electoral. Hizo algunas propuestas para corregir, sin embargo, tal vez llegó la orden de Palacio Nacional- para la mayoría de legisladores y aliados- para empujar el tema en el pleno. De hecho, quedó claro que Monreal no quiso involucrar a ninguno de sus compañeros en la determinación que tomó con su voto particular.
En la mente del coordinador de los senadores de Morena- nunca estuvo convencer- ni muchos menos persuadir a sus compañeros para sesgar el voto en contra. Su determinación fue personal. Él mismo sabía que, el proyecto, se avalaría y respetó el sentido de la decisión de cada uno de sus compañeros. Con ese criterio, la mayoría de legisladores que- por cierto- son muy cercanos al líder de la fracción, votaron a favor.
Y diferir no significa claudicar. Eso lo entendió, incluso, el propio presidente en conferencia de prensa. No obstante, comentó qué las determinaciones tomadas son, desde el punto de vista crítico, un elemento para que la sociedad sea la que valore la actuación de cada uno a través de Tribunales Populares, es decir, que el mejor juez sea el pueblo para interpretar el quehacer.
Esa presión se la pasó el presidente al pueblo tal vez para conocer la reacción o el juicio que tomarían en torno a la decisión de Ricardo Monreal. Lo que quizá no se esperaban fue que, desde ese día, se multiplicaron los comentarios a favor del coordinador de los senadores. En otras palabras, pasó todo lo contrario a lo que muchos pronosticaron y los qué auguraban un linchamiento verbal en el paredón político, se revirtió por menciones de respeto y reconocimiento por mantenerse firme en la postura de salvaguardar la Constitución Política.
El pueblo, no los Bots, salieron a manifestar el respeto al coordinador de los senadores de Morena por mantenerse firme en los comentarios previos a la aprobación de la minuta en materia electoral. Es paradójico, pero eso nos habla de que- en Morena- hay pluralidad en la apertura de ideas. A eso hay que agregarle que Monreal ganó la simpatía de muchos sectores de la sociedad que son apartidistas lo que es digno de reconocer porque son ellos quienes, en un determinado momento, pueden inclinar la balanza en una elección popular.
Monreal no ha culminado su ciclo en Morena como muchos aseguran. Es más, noto mayor fortalecimiento en su aspiración presidencial porque hubo- desde adentro del partido- quienes apoyaron su determinación, al menos eso lo plasmaron militantes y simpatizantes en distintos espacios. Se ha formado como una especie de cuadros con conciencia que opta por guiarse por la congruencia y la defensa de la democracia.
Incluso sectores de la población se suman y han logrado adaptarse al proyecto de Reconciliación que encabeza Ricardo Monreal que ha dicho que, hasta el final, luchará sin claudicar pese a la guerra sucia que han puesto en marcha en contra de él.
Finalmente, muchos pensaron- erróneamente- que las repercusiones o el costo de haber votado en contra del proyecto de Reforma Electoral llevaría al cataclismo político a Ricardo Monreal. No. El coordinador de los senadores de Morena no sólo ha logrado el respeto por la congruencia que mostró, sino que esa situación lo fortalece de cara al proceso electoral al superar cualquier adversidad, incluso el propio juicio a través del tribunal social al que el mismo presidente canalizó para calificar las acciones de cada legislador.