Tras bambalinas/Jorge Octavio Ochoa
Mucho se ha dicho que las elecciones de México, este año, podrían ser unas de las más violentas en toda la historia del país, pero nadie pensó que serán de las más mediocres, debido al bajo nivel que muestran los tres principales contendientes.
Además de falsas y vulgares, las precampañas se han caracterizado por la nula exposición de planes o programas. Oscilan entre la promesa fácil, fuera del marco de la ley, como decir que se dará amnistía a los líderes del crimen organizado, hasta el ofrecimiento dadivoso de salarios y pensiones con dinero que no es suyo.
Colocan a la ciudadanía en calidad de pedigüeños; un pueblo muerto de hambre que sólo espera perdones y favores de los poderosos. “¡La merde!”, en francés, para que lo entienda el “señoritingo” del PAN y no se escandalicen los castos ojos de los santurrones que no ven lo mismo en todo lo que nos rodea.
México se hunde en la violencia, en medio de discursos de políticos que prometen, pero no aclaran posturas sobre temas relevantes, como el papel de las fuerzas armadas en tareas de seguridad interior, mientras las balaceras, cadáveres y los cuerpos desmembrados se esparcen por todos lados.
Los medios también se han sumado a esta ola de mediocridad, destacando como nota “del día” los relevos en el gabinete presidencial que ya eran previsibles, no porque sean producto de un ajuste para mejorar las cosas, sino para tapar los hoyos de los saltimbanquis que se van en busca de su futuro.
NO TE OLVIDAREMOS
Osorio Chong se fue sin pena y pareciera que con gloria, porque los priistas lo arroparon como si fuera “un gran activo”, luego de que vendió cara su derrota ante José Antonio Meade y dejó las aspiraciones presidenciales para irse a jubilar al Senado de la República.
Al margen de los que lo odian o lo adulan, Osorio siempre fue “el lado oscuro” del sistema, como suelen ser los secretarios de Gobernación, desde donde, en teoría, se vigilan todos los asuntos de seguridad interior y seguridad nacional para evitar estallidos sociales.
Las cifras sepultan a Osorio, sus resultados ni siquiera alcanzan a ser mediocres. Son de catástrofe y lo peor es que el ex secretario y su equipo de comunicación, encabezado por Roberto Femat, se convirtió más que en un obstáculo, en un enemigo de lo que todos ellos consideraron como “medios pequeños”.
La misma óptica mantuvo Aurelio Nuño en la SEP, con algunos comunicadores como Víctor Torres, que no bajaban de “portaleros” a todos aquellos que hacían ejercicios de comunicación por internet. Hoy son esos dos grupos los que pretenden levantar la alicaída campaña de José Antonio Meade.
Con campañas paralelas, pretenden arropar a un candidato que no prende y cuyos asesores de pronto decidieron subirlo al ring de las agresiones y las descalificaciones, echando por la borda la imagen pacífica y conciliadora de un hombre más proclive al análisis y a la moderación que al estruendo.
La Presidencia de la República también hizo su tarea, con “expertos” en marketing y comunicación, que hasta la fecha no han podido o no han sabido cómo contrarrestar las hordas de seguidores que tiene López Obrador en Twitter y Facebook.
Si el voto hoy se decidiera por el volumen de comentarios negativos y positivos en esas dos redes, Andrés Manuel no tendría ningún problema para ganar por “zapato”. Hoy, esos medios pequeños a los que tanto desprecian, son los que están empujando la imagen de López Obrador.
Las barreras que impuso Osorio a los medios “pequeños”, se convirtieron en una barrera infranqueable durante toda su administración. Era más fácil entrar al Capitolio en Estados Unidos que a las oficinas de prensa en la Secretaría de Gobernación.
Hoy, con toda esa estrategia de los “genios” en comunicación de Los Pinos, Bucareli y República de Brasil, desde portales y redes en twitter y Facebook, los “Pejebots” han creado a lo largo de 18 años, verdaderas ejércitos no sólo de seguidores, sino de fanáticos que responden a cuanto ataque se publica contra el tabasqueño. Esto encarecerá enormemente la victoria a los grupos de derecha.
LA COSTUMBRE SOBRE EL DERECHO
Así, hoy por hoy, AMLO no sólo dicta la agenda, sino que impone “trending topics”, como el de convencer a medio mundo que el PRI busca ya cambiar de candidato porque Meade simplemente no prende, cuando detrás está su preocupación de que el gran capital trasnacional decida apoyar al más moderado de todos.
El “Ya saben quién” ha logrado imponer esa idea, pero su problema grave es que, cuando llegue el momento precisamente de las ideas, entonces él no pueda posicionar nada, porque a veces no logra entender lo que le dicen sus ideólogos y asesores.
Bueno, de hecho todavía queda la duda de si en verdad no entendió o si verdaderamente, al puro estilo colombiano, quiso mandar un mensaje a los líderes del narcotráfico al ofrecerles amnistías, porque en realidad las verdaderas víctimas son los pueblos y comunidades.
El problema es que esa estrategia, al igual que el ofrecer dádivas y pensiones sin sustento financiero, son las mismas que ocupó el PRI durante sus años de esplendor hegemónico, hasta que quebró la estructura financiera y hoy por hoy el tema de las pensiones se escucha como bomba de tiempo de corto plazo.
Pero, como ya sabemos, “ya saben quién” es muy dado a tratar de imponer la costumbre sobre el derecho y eso se llama POPULISMO. Cuando la negociación brinca leyes y abre el abanico de tolerancia o de permisos que ponen en riesgo la sobrevivencia de las comunidades, ocurren cosas como las que ya vivimos:
Un ambulantaje feroz, pulular de taxis piratas donde secuestran y matan mujeres; expansión de colonias en zonas insalubres e inseguras; comercio de productos ilegales y robados; construcción de edificios que no guardan ninguna armonía ni sustentabilidad. Caos, violencia, inseguridad, es el resultado obtenido.
El país es hoy, víctima del cúmulo de esas políticas.
ASÍ NOS VEN DESDE FUERA
Y mientras los mexicanos seguimos deshojando margaritas marchitas, en el mundo hoy nos ven a la luz de los ojos que nos impone Estados Unidos, con sus alertas y focos rojos. Colima, Guerrero, Michoacán, Sinaloa y Tamaulipas no aptas para viajar, dice su sistema de “Información para Viajeros”.
A la luz de las “alertas” que sobre México ha lanzado el Departamento de Estado, la tarea del Secretario de Turismo, Enrique de la Madrid, es verdaderamente portentosa. Nuestros frujos de paseantes internacionales no sólo no han bajado; se mantienen en una tasa de crecimiento superior a la media nacional.
Pero México es hoy visto por el mundo como una nación violenta, convulsa y conflictiva, como Irak, Somalia, Siria, África Central y Corea del Norte, entre otras.
En el caso de Guerrero se explica, por ejemplo, “no se debe viajar por el crimen. Muchos grupos armados operan en varias zonas del estado sin control del Gobierno. Mantienen bloqueos carreteros y pueden usar la violencia en contra de los viajeros”.
Para el caso de Colima -que incrementó de nivel- se explica que los empleados del Gobierno de Estados Unidos tienen prohibido viajar en la carretera 110, entre la Tecomaca y la frontera con Jalisco.
La nueva clasificación incluye información especial por cada uno de los municipios considerados de riesgo.
En el caso del Estado de México, considerado como 'tres' por su peligrosidad, se recomienda extremar preocupaciones en municipios como Ecatepec, Chalco, La Paz y Tlatlaya.