Tras Bambalinas/Renovación moral
TRAS BAMBALINAS. Renovación moral: el perro debe reconocer la mano que le da de comer
Por Jorge Octavio Ochoa.- Quizá muchos no lo queremos ver, pero lo que quiere hacer López Obrador en México, es una profunda renovación moral para cerrar todos los circuitos de corrupción que se crearon durante décadas y que nos llevaron a estos niveles impensables de corrupción.
Sin embargo, lo que se le cuestiona es "el modito" y las "estrategias" que pretende seguir. Todas tienen un tufo de añoranza: métodos que se aplicaron en el pasado pero que sólo revitalizan la concentración del poder en una sola persona y el reparto de las bondades a través de un sólo partido.
Al nuevo régimen lo mueve una extraña prisa. Quiere armar las bases de su nueva estructura política en menos de un año, sabedor de que la popularidad y el arrastre no durarán para siempre. Por eso, hoy por hoy Morena debe posicionarse definitivamente y dejar en el olvido electoral al PRI, PAN y PRD.
Para eso requiere a sus nuevos aliados: PES, PT, PVEM, incluso la Nueva Alianza de Elba Esther Gordillo y Movimiento Ciudadano. En este corte de caja definitivo, también necesita una nueva arquitectura sindical, que desde dentro de las instituciones coadyuve a quebrar resistencias y autonomías.
La urgencia de hacer todo cuanto antes se explica porque, a 100 días de gobierno, se empieza a ver el desencanto de sectores completos que se veían empoderados con el cambio y que creyeron que la poda sólo se aplicaría para los enemigos de AMLO, pero nunca a ellos.
Para sorpresa de muchos, López Obrador no sólo ha criticado, sino que ha empezado a dinamitar los cotos de poder y de desvío de recursos que tenía la élite política y las clases "media-alta-culta", que se parapetó en organismos e instituciones incluso educativas con fachada de honestidad e intelectualidad pero que sólo han enriquecido a unos cuantos.
El problema es que toda esta labor de zapa ha ido acompañada por una serie de afirmaciones que sólo calientan los ánimos e imprimen un sello de venganza entre "los de arriba y los de abajo". Ahora cualquier lidercillo pretende ir a cortar cabezas, como en la época de los Luises. Sólo se han alimentado los odios.
Pero, como decíamos al principio, en esta campaña de RENOVACIÓN MORAL la estrategia empieza a ser dañina y equivocada, porque le ha abierto la puerta a la MEDIOCRIDAD, al empoderamiento de personajes sin luces, a quienes mueve la misma soberbia y ansia de poder que a los que ahora están reemplazando.
Es por eso que sus primeras acciones como Ejecutivo no han sido ni populares, ni efectivas y lo peor: no han sido legales. Además de sus "consultas", sus decisiones han desatado una ola de eventos en cadena que han desplomado la perspectiva económica del país a menos de un 2% de crecimiento.
Los paros laborales y las huelgas se han desatado porque los grupúsculos ven que viene una reforma laboral que, de entrada, les dará un aumento del 20% a sus salarios, pero creen que también tendrán a su disposición nuevas plazas de trabajo, que después podrán heredar a sus hijos, a sus nietos.
Imbuidos en ese ánimo de MORALIZACIÓN, algunos líderes sindicales piensan que ha llegado la hora de tomar el mando y sustituir a esos dirigentes corruptos, que hicieron de sus gremios un negocio personal. Sin embargo, la cabeza de playa es otro que fue cortado de la misma tela: Napoleón Gómez Urrutia.
Con la propuesta de crear una nueva Centro Nacional de Conciliación y Registros Laborales, pareciera que el gobierno federal busca "inmiscuirse" en la vida interna de los sindicatos imponiendo dirigencias que a su vez torpedearán a las instituciones. El caso de la UAM o Chapingo son sintomáticos en todo este esquema.
El nuevo Centro quedaría dentro del ámbito del Poder Ejecutivo, que será quien "certifique" el cumplimiento de las directrices sobre democracia sindical. Es una nueva estrategia de control político, para manipular organizaciones sindicales como lo hacía antaño el PRI.
De lo contrario ¿Cuál sería el problema de que el Centro Nacional de Conciliación y Registros Laborales quedara en la esfera del Poder Judicial? Pues no, porque ese poder es el más reacio a plegarse a las órdenes de AMLO. Además, por ahí ya existen las juntas de Conciliación y Arbitraje.
En fin, el hecho es que, a poco de cumplirse los primeros 100 días de mandato, el Presidente con todo y su arrebatadora popularidad entre las clases populares, ha empezado a generar temores y desencantos de importantes sectores que le apoyaban, principalmente del mundo académico e intelectual.
Hoy ven a un López Obrador más cerca de los que antes criticaba, que de los que decía defender. Por lo menos los de la termoeléctrica y los de Texcoco ya no se sienten tan cercanos. Sus dos decisiones, tras dos encuestas manipuladas, los han hundido nuevamente en la postración y la miseria.
Pero también mueve a pena entre los catedráticos e investigadores, el romance que sostiene ahora con las Fuerzas Armadas y con el sector empresarial. A unos y otros les ha prometido un futuro luminoso y una perspectiva de crecimiento que ni el neoliberalismo priista o panista nunca se plantearon.
Sin embargo, lo cierto es que en medio de esa galopante popularidad -que ronda el 80% de aceptación- en los hechos, el gobierno de AMLO ha sido más parafernalia que resultados. El ejemplo está en la bulla mediática por la aprobación de una Guardia Nacional.
Lo más patético es que los partidos se congratularon por el primer triunfo sobre el régimen, sin ver que lo único que confirmaron es el fracaso de los políticos para resolver problemas graves, como el de seguridad nacional. No supieron aplicar la Constitución y hoy la enmiendan para crear un ficticio "mando mixto"
Así pues, en este nuevo intento de renovación moral, ahora estarán a cargo los militares y de un modo u otro, se nos aplicará a todos la ley, que implica anteponer los intereses superiores de la nación, aunque esto muchas veces no vayan en el sentido de las causas populares. Que lo digan los morelenses.
En estos primeros 100 días, aunque AMLO impute todo a "los autoritarios de antes", lo cierto es que tan sólo en el tema de seguridad, los índices de violencia se han disparado, con el asesinato de luchadores sociales, periodistas, más ejecuciones, más feminicidios.
La consulta de la termoeléctrica siguió, pese a que estuvo precedida por un crimen de carácter político. Y sigue el tema de las instancias infantiles; el fin del reparto de dinero a organizaciones sociales; el tema de la reforma laboral con el control de sindicatos; el ataque a los órganos autónomos.
Dentro de este último punto está incluida la intervención en la autonomía universitaria. Si las autoridades se resistieron a modificar sus elevados salarios, los sindicatos los harán recular, aunque el tema no esté contemplado en la demanda original de huelga.
A simple vista, pareciera que López Obrador empieza a lograr todo aquello que ya no podía el viejo PRI. La termoeléctrica avanza; la movilización social y sindical será controlada y el sector privado ya no tendrá más competencia desleal porque el gobierno amigo les ofrecerá nuevas canonjías, por la andanada contra Airbnb.
Sí, a AMLO le mueve la prisa y una trágica verdad: sabe que gobernar es, de suyo, un acto impopular, por mucho que diga que lo hace "obedeciendo". Hay mentiras y verdades, por eso le urge también dar vida ficticia al PES, para que se una al PT y fabricar así mayorías legislativas.
Atestiguamos pues, el surgimiento de la MEDIOCRACIA: que es un Gobierno de mediocres apoyado en medios de información dóciles. Funcionarios con abierta incapacidad pero que respetarán y aplicarán los designios del Presidente: nadie por encima de él.
En medio de esta asonada moralizante, habrá que grabar en papiro y con letras de fuego la promesa de Martí Batres, a propósito del informe del titular del INAI ante el Senado de la República, donde el morenista aseguró que la autonomía es un valor que enfatiza las libertades y la rendición de cuentas.
Sin embargo la aclaración va al calce: No hay entes públicos intocables, aunque sean autónomos, porque “las leyes establecen los alcances de la autonomía de cada órgano que, por cierto, varían mucho en cada caso, pero todos son órganos públicos con responsabilidades definidas por la ley…”
El presidente de la Mesa Directiva del Senado no menciona destinatarios, pero los universitarios ya pueden sentirse aludidos, y serán sarandeados como el INE, el INAI, el CRE, porque en las universidades también hay células de corrupción (ver caso Hidalgo).
Es ahí, en las universidades, donde se empieza a germinar la principal fuente de malestar contra el actual régimen.
De hecho, es en las universidades donde han surgido las críticas contra el sistema de "consultas" que López Obrador quiere instaurar. Al menos en las primeras que ha realizado, todo mundo sabe que el Presidente tenía la decisión tomada. Solamente quería sentirse con el apoyo moral.
En los círculos académicos coinciden en que las primeras consultas fueron hecha sobre las rodillas, pero han servido al Presidente para reforzar su postura. Sea como sea, advierten que ese no es el camino para gobernar. Es sólo una fórmula demagógica para evadir responsabilidades.
"Las consultas populares se pueden hacer para ciertos temas, pero antes que nada se debe tener la capacidad de informar lo que se pretende hacer. Si sólo sirven para decisiones tomadas se convierten en una nueva herramienta del populismo y del totalitarismo".
En conclusión, como ustedes podrán ver, efectivamente hay un intento de RENOVACIÓN MORAL, aunque prevalezca la impresión de que se quiere cambiar el viejo populismo priista por la prevalencia de un Estado benefactor que auxilia a los desvalidos.
El método semeja mucho al de Iván Pávlov: el perro tiene que reconocer la mano que le da de comer... El Estado soy yo.... pos que chingados!.