Tras bambalinas/Jorge Octavio Ochoa
México bajo el fantasma del Narcoestado
Por JORGE OCTAVIO OCHOA.- Éste martes, el Presidente de la República presentará un informe de lo ocurrido en Culiacán en el que de antemano podemos decirle que habrá de todo, incluso mentiras.
Diga lo que diga López Obrador, en el operativo hubo una de dos: NEGLIGENCIA o poca INTELIGENCIA, eso es un hecho irrefutable. Y en cualquiera de los dos casos, amerita la remoción de Alfonso Durazo.
El mandatario podrá adosarnos una carpeta entera de argumentos y otro sermón de 45 minutos, pero haga lo que haga, todo el tiempo caminará en el filo de la MENTIRA y entrará en pecado capital consigo mismo.
"No mentir, no robar..." hoy por hoy han quedado destrozadas esas frases. No hay estrategia contra el crimen organizado en México, tan es así que desde Estados Unidos ya empezaron otra vez los reproches.
Desde el principio de todo este sainete, el señor Durazo mintió cuando a las 18:00 horas dijo que era un operativo "de rutina", que casualmente se toparon con Ovidio Guzmán y lo tenían detenido, sin orden de aprehensión.
Sin embargo, el Presidente también mintió al decir que no sabía del operativo. Al menos en los círculos castrenses aseguran que sí estaba enterado y que el objetivo principal siempre fue el hijo menor de El Chapo Guzmán.
También admiten que nunca se imaginaron: 1.- La capacidad de fuego del Cártel del Pacífico y 2.- El grado de INTELIGENCIA ESTRATÉGICA para poner en jaque, en segundos, al Ejército (que no a la Marina, porque no participó).
¿CONVERTIR LA DERROTA EN VICTORIA?
Claro, el Presidente prefirió no seguir con un baño de sangre, cuando el operativo había naufragado totalmente. Pero entonces ¿Para qué movieron el avispero e iniciaron una guerra que no tenían calculada?
La realidad se burla sardónicamente del Mandatario y sus propias frases le caen en la cara. No puede convertir en victoria lo que fue una rotunda derrota. Juega con el diablo al disfrazar de "humanismo" lo que fue un gravísimo error.
En menos de dos horas la respuesta paramilitar del Cártel del Pacífico no sólo derrotó el operativo de la Guardia Nacional, sino que puso en evidencia la profunda debilidad que adolece el Estado Mexicano.
No señor Presidente, ya no tiene autoridad moral para criticar otras guerras luego de abrir un nuevo frente de debilidad donde hasta la familia de "El Chapo" le agradece por ser usted todo un humanista. Es una burla.
Es una ofensa para el país que, luego de esta derrota, usted nos venga con la nueva de encabezar un gobierno "cristiano" porque ayuda a los pobres, a los desvalidos, cuando el Presupuesto todavía ni se ha repartido.
Juárez sería hoy su principal crítico luego de leer esta noticia que nos recetó este fin de semana y de ver el uso propagandístico que hace de los niños oaxaqueños, a los que orillaron a corear: "Es un honor estar con obrador".