Tras bambalinas/Jorge Octavio Ochoa
La tormenta perfecta
Del desencanto, pronto México pasará a la depresión...anímica y económica. Y es que el panorama pinta lúgubre para el fin de año. No sólo por la brutal austeridad republicana que les están aplicando, sino porque la polarización y los mensajes de odio se han incrementado.
El ambiente de confrontación ya no sólo de "clases", sino de "generaciones", empieza a verse, además de las redes sociales, en las instituciones de educación superior. porque ahí no sólo piden la baja de salarios, sino el fin de los académicos de más de 70 años que imparten cátedra.
Quizá llegó el momento de que el Presidente meta un freno a la aplicación de sus medidas draconianas y se de tiempo para la reconciliación. De otro modo, para noviembre tendrá un escenario endemoniado que podría acabar en revueltas callejeras, confrontación y sangre.
Sus asesores no le están informando, o quizá sólo tarjetean aquello que les conviene pero, por ejemplo, su estrategia de penetración en las universidades está resultando desastrosa. Los académicos han empezado a enfrentar verbalmente a sindicatos y a algunos alumnos por el tema de la jubilación anticipada.
El ambiente es triste, porque se ve a jóvenes y representantes sindicales, reprochando el uso del presupuesto en presuntos "sobre sueldos" que los catedráticos obtuvieron luego de realizar posgrados, maestrías y doctorados que hoy les dan para ganar poco menos que el Presidente.
Si dejan de dar clases, esos ingresos se pulverizan a menos de la cuarta parte. Sin embargo, en una mal entendida señal de austeridad y transparencia, algunos sindicatos, acuciados por un partido político y un senador, han empezado la asonada para quedarse con las rectorías de la UNAM y la UAM.
Hay toda una trama ideológica-clasista que coloca a los viejos académicos como los deshonestos oráculos de la corrupción, a través de un entramado de Patronatos, Consejos, Colegios Académicos que, según los sindicatos y algunos alumnos, están "amafiados" para repartirse el botín.
Lo único cierto es que se encuentra en marcha una estrategia de desestabilización y toma de las universidades, para apalancar desde ahí ese nuevo Proyecto de Nación del que tanto ha hablado López Obrador, apuntalado en una Constitución Moral que, entre más la desmenuzan, más inmoral y corrupta resulta.
Así, lo que verdaderamente podría resultar de todo esto, es el derrumbe de dos de las principales instituciones de educación superior en México y su "mediocrización", sólo para justificar el proyecto de "Universidad para el Bienestar" que no tiene ni pies ni cabeza.
El Presidente dice que destinará 1,000 millones de pesos anuales para poner en marcha su proyecto de construcción de 101 Universidades con las que presuntamente atenderá a 300,000 alumnos en seis años con 36 carreras, para así competir con la UNAM.
¿Qué sentido tiene eso? ¿Por qué no mejorar presupuestalmente tanto a la UNAM como a la UAM? Pues no, el punto de partida en estos casos, es la desconfianza. El nuevo régimen de la 4T tiene la convicción de que las actuales autoridades universitarias son corruptas y prefiere empezar de cero.
No es un panorama halagüeño para un país que pretende iniciar la construcción de una refinería cuando uno de los nuevos funcionarios del actual gobierno ha dicho que el futuro del petróleo como principal motor energético del mundo, tiene un horizonte de no más de 30 años.
No es un panorama halagüeño cuando estamos al borde de una recesión económica, con tasas de crecimiento que en los cálculos más optimistas apuntan a un 1.8 por ciento y una contracción de las inversiones acuciada por los dislates y las fobias de un Presidente en Estados Unidos que odia a los mexicanos.
Todos estos planes de recortes, astringencia y austeridad, vienen envueltos en un discurso de odio que el propio López Obrador ha imbuido en sus mensajes -"no tenían llenadera esos machuchones"-, y que sólo ha dado pie al resentimiento, la venganza, la confrontación de grupos y hasta generaciones.
Más allá de la confiscación de bienes mal habidos, el Ejecutivo busca una "justa medianía" de iguales, en una sociedad que simplemente no lo es. En México la corrupción ha permeado de tal manera, que hoy vemos comunidades enteras movidas por el crimen organizado.
Gobernar bajo la teoría de que se hará justicia a ese "pueblo bueno" que ha estado sojuzgado es una falacia, y es la idea madre del populismo más nefasto que se ha incubado en todo el país, porque en todo caso lo que debió aplicarse era el derecho y la ley.
BLOQUEO DE CARRETERAS EN MICHOACAN
El dinero del Estado debe servir, sí, para auxiliar a los más pobres y marginados; a los discapacitados, a los desprotegidos y abandonados. Pero repartir dinero sin una evaluación de quiénes y cuanto, a costa de recortes realmente absurdos, lo único que hacen es profundizar el desencanto y la irritación social.
POR RECORTES, DEJAN DE APLICAR QUIMIO A NIÑOS CON CÁNCER
Sindicatos dedicados a la venta de plazas, a la toma de casetas, al robo, hoy pretenden erigirse en Colegio Académico para revisar qué es lo que hay presupuestalmente y cuánto se va a dar a cada quién. ¿Cuándo nos han informado ellos del costo de una movilización?
México está por pasar meteóricamente, de los excesos del priismo a los abusos de un socialismo mal entendido y peor procesado, porque no hará justicia a todos y propiciará el surgimiento de una nueva clase autoritaria que podrá detenerte a media calle, a cualquier hora, porque son la Guardia Nacional.
Los mexicanos están pidiendo a gritos eso: la suspensión de garantías, las detenciones sin órdenes ni laudo judicial; la aplicación de la ley seca y a ciegas. Porque todos somos corruptos hasta que no se demuestre lo contrario. Se acabó el sueño y ahí les viene su navidad.
La Huacana, Michoacán, tierra del hampa