Tras bambalinas/Jorge Octavio Ochoa
Fauna política: entre ratas, tigres, jaguares y caballos locos.
Pintoresca, salvaje, huidiza y voluble, se pintó la semana recién terminada, para la fauna política que danza impúdica en el escenario de nuestro país.
Algunas ratas finalmente huyeron del barco priista, otros amenazaron con soltar al tigres de la rebelión; algunos más dieron coces contra el pesebre del INE y el jaguar dio una dentellada en el rostro de un ex Presidente.
Sin embargo, lo más sobresaliente está, no en lo que se leyó en la prensa mexicana, sino en lo que no se escribió pero sí se percibió: la defenestración de Beltronistas y Oaxaqueños del PRI.
Paralelamente, Manlio Fabio anunció en esas mismas horas, que no buscará ningún puesto de elección popular. Esta vez se quedará "en el hule", en la banca, como se dice en términos futboleros.
Este hecho, que parece aislado, marca la ruta de la decantación política que está sufriendo el país y del cómo algunos actores políticos de los más altos niveles tienen preparado un plan A, B y C de cara a las próximas elecciones.
Canek Vázquez, ex secretario particular de Manlio Fabio Beltrones, anunció la semana pasada su renuncia a las filas del PRI, para convertirse en cabeza de playa de MORENA en el estado de Hidalgo.
Por esas mismas fechas, en Oaxaca se confirmó la salida del PRI de Héctor Pablo Ramírez Puga, un personaje gris y poco confiable, que durante todo el sexenio gozó de sueldo como funcionario federal en la dirección de Liconsa.
Este sujeto, según dicen, se pasó a las filas de Por México al Frente, que lo postulará para una senaduría.
Y mientras tanto, Manlio Fabio Beltrones confirmó que no buscará una posición en el Congreso de la Unión en las próximas elecciones.
"Los espacios de la política no son exclusivos del Congreso, la política se hace en donde hay voluntad y hoy yo he decidido el no participar dentro del Congreso", manifestó.
La forma y el fondo del cómo anunció esta decisión también tiene muchas lecturas, porque lo hizo en la antigua sede del Senado, cobijado por su socio y amigo, Emilio Gamboa Patrón.
De manera irónica, burlona, algunos periodistas calificaron esta sucesión de hechos como el epílogo de "Pollitos en fuga", a lo que otros llamaron: "Dinosaurios en fuga".
La aceptación de Canek Vázquez fue considerado igualmente como "otro de los perdones de Andrés Manuel López Obrador" y hubo quienes mencionan a Manlio Fabio como el futuro asesor de en Seguridad Nacional del candidato.
Hay que tener dos babuchas, por si las dudas; es decir, dos zapatos... o "plan B", en caso de que el PRI no pueda mantenerse en la Presidencia de la República y está visto que Beltrones tiene listo el plan A, B y C.
En la lectura de fondo, hubo algunos que recordaron que Beltrones fue el primero en presentar una iniciativa para introducir en México la figura de "Gobiernos de Coalición", justo lo que cabildea Ricardo Anaya en Chile.
Es decir, el Sonorense está moviendo sus fichas por las tres pistas o en tres cajones diferentes de la ruleta, para tener pérdidas o ganancias controlables. Al final de cuentas, su hija obtendrá una senaduría por el PRI, dicen.
Lo paradójico es que, pese a lo perverso y oportunista que parece este juego, al menos se acerca más al pacto político que por el momento necesita el país, en medio de la brutalidad y la violencia que ya nos ha superado.
Si ustedes se fijan bien, al margen de lo que dicen los aspirantes a la Presidencia de la República, los índices de violencia no han disminuido e incluso se han disparado en Chihuahua, Michoacán, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Guerrero.
El Estado Mexicano está rebasado y no se necesita confirmación oficial para verlo todos los días en las primeras planas de los diarios, en los portales de internet y en las filtraciones de redes sociales.
Lo más sencillo para los partidos es culpar, como siempre, al gobierno de Peña Nieto, aunque lo cierto es que sus gobiernos, en todos los estados, han sido no sólo incapaces, sino omisos.
El hecho que la OEA vea intromisión del narco en las campañas electorales en México en los últimos años es muestra palpable de que nuestros políticos se han dejado tocar por el diablo.
Por eso, con todo y lo oportunista que pueda parecer, el Pacto Político que encierra el proyecto Beltrones, sería lo más deseable en este escenario de brutalidad.
¿Por qué no esperar de los candidatos un compromiso expreso de colocar como una especie de Primer Ministro, emanado de los partidos de oposición que hubieren ocupado el segundo lugar en las elecciones presidenciales?
Sería el extender la mano e invitar a la oposición a compartir no sólo el poder, sino los compromisos y riesgos que conlleva éste y hacerse cargo, todos juntos, de los elementos de descomposición que asolan al país.
Sería lo más saludable, no sólo para disminuir el tono de virulencia que empieza a impregnar a las campañas políticas en las que, por cierto, todos nos hablan como AMOS y los demás somos sus SÚBDITOS.
Hay que ver el lenguaje que utilizan, las palabras y mensajes. Todos ellos nos ordenan, nos dicen cómo y por dónde se van a mover. Quizá sería oportuno tomarle la palabra a AMLO y someter a evaluación cada dos años al que gane.
Sólo así terminaríamos con todos los oportunistas y Ramírez Puga que existen en el mundo del gobierno y de la política.