Tras bambalinas/Jorge Octavio Ochoa
En busca de la impunidad transexenal
Por Jorge Octavio Ochoa
Dijimos que hasta el 8 de enero regresábamos, pero es imposible mantener el silencio cuando desde los primeros días del 2023 se empezará a decantar el futuro del país.
De mantenerse la necedad y la Suprema Corte elige a Yasmín Esquivel como su presidenta, los mexicanos ya pueden atenerse a lo que viene: militarización + SCJN intervenida, + Congreso de la Unión controlado + INE mutilado= autoritarismo.
Es el presagio de que, la del 2024, será una elección de Estado en la que AMLO impondrá a su sucesor. Para ello intentará construir una mayoría absoluta de Morena en ambas Cámaras.
Si la sociedad no entiende desde ahora esta disyuntiva, estará labrando el futuro de sus próximos 30 años, sin capacidad de protesta ni de reacción. Más nos conviene valorar desde ahora nuestros votos. Vean lo que nos pasó con el PRD.
El escándalo de Esquivel Mossa es, además, axiomático, porque pone a la luz pública un conjunto de hechos que hoy configuran lo que los juristas llaman “conflicto de interés”.
Ella está casada con José María Riobóo, el principal contratista de Andrés Manuel desde que era jefe de gobierno, en el 2000; además ha participado en la reestructuración de la fatídica Línea 12 del Metro.
En el 2000, él participó en el proyecto ejecutivo del Segundo Piso del Periférico; en las obras elevadas del Metrobús; construyó los puentes vehiculares de San Antonio, Bouturini y Fray Servando; inició la 1ª etapa de la ciclovía y la Supervía Poniente.
Por si no fuera suficiente, dicha pareja es propietaria de la Universidad Westhill que, durante el gobierno de López Obrador, extendió sus terrenos en la tercera sección de Chapultepec. El predio fue escriturado en el gobierno de Marcelo Ebrad.
El empoderamiento de ambos llegó a la cúspide con la postulación de ella como ministra de la Suprema Corte en marzo del 2019, para un periodo de ¡15 años! Justo ese año, su esposo recibió más beneficios de su relación con AMLO.
En el 2019, Ingeniería Riobóo S.A. de C.V. fue beneficiada por el Instituto de Seguridad Social de la Secretaría de la Defensa, con un contrato por 2.6 millones de pesos para construir una obra.
Por tanto, designarla como presidenta de la Suprema Corte, implicaría tender un manto de protección, opacidad y corrupción que abarcaría un sexenio más. De hecho, AMLO tiene reservados por 5 años, varios expedientes de información.
Si todo esto no mueve a la preocupación a los mexicanos, entonces ya no hay nada que pueda alertarlos. El fanatismo y el sectarismo habrán tomado carta de naturalización en una sociedad de por sí dividida y polarizada en extremo.
La elección de presidente de la Corte coincide con la resolución de controversias relacionadas, entre otras cosas: con la militarización del país, la reforma electoral que aniquila al INE y una pretendida reforma aérea en materia de cabotaje.
Son las pinzas de la tenaza que aprisionarán al país bajo una sola voluntad; regresa a un estatismo incluso más negativo del que se vivió con el PRI, porque pone en manos de las Fuerzas Armadas, el control de sectores estratégicos.
El escándalo de la Corte deja en una posición sumamente delicada a la UNAM. Para dónde se mueva, el plagio sacó a la luz una serie de hechos similares que parecieran encubrir un modus operandi con las titulaciones y trabajos doctorales.
EL CASO GERTZ, OTRA RED DE PROTECCIÓN PARA AMLO
Hace no mucho, setenta investigadores presentaron un escrito, en el que acusaron al actual Fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, de haber plagiado 2 libros para sustentar su promoción en el Sistema Nacional de Investigadores.
Presentaron evidencias físicas y comparativas de decenas de páginas y textos presuntamente plagiados al no referir bibliografía. La Junta de honor del SNI-Conacyt desechó la queja ¿Sabe usted por qué?
El argumento fue que “quienes promovieron la denuncia no son dueños de la propiedad intelectual”. El autor de uno de los libros plagiados nació en 1890, tendría más de 130 años. Por ende, no hay queja.
Así concedieron al Fiscal no sólo ser miembro del SNI; le dieron el nivel 3, que es el máximo existente. Todo esto pareciera configurar una red de encubrimiento para el presidente de la República una vez que termine su mandato:
Seis años duraría en el cargo la presidenta de la Suprema Corte, más 5 años de los nueve que corresponden a Gertz en la FGR; más 5 años de veda para conocer información sobre el Tren Maya, Dos Bocas, venta de acero del NAIM.
Todo este asunto refleja igualmente, una doble moral de la izquierda mexicana. Hace años, destrozaron la vida a Fausto Alzati por asumirse como doctor en Ciencias Políticas cuando no había obtenido todavía dicho grado.
Era secretario de Educación en 1994 con Ernesto Zedillo. En los primeros meses del 95 renunció. Tuvo la dignidad de aceptar el error y la grandeza de enmendarlo pues siguió el proceso para obtener el doctorado.
Hoy esa misma izquierda, defiende a una mujer que por decir lo menos, se encuentra inmersa en un profundo conflicto de interés, pero se escuda tras el poder del presidente de la República, para protegerlo un lustro.
Por ello resulta importante el deslinde que hizo el rector de la UNAM, Enrique Graue el último día del 2022. Hay un 90 por ciento de coincidencias entre las dos tesis analizadas y para la UNAM, la válida es la presentada antes, en 1986.
Edgar Ulises Báez Gutiérrez desmintió además haber admitido ante notario público alguno, que plagió parte de la tesis de Yazmín Esquivel Mossa. “Primero en tiempo, primero en derecho”.
Dejó entrever que, en todo caso, la sinodal proporcionó a él y otros varios alumnos, partes de algún documento que ya entonces habría elaborado la hoy aspirante a la presidencia de la Suprema Corte, pero se los debió aclarar y advertir.
Así pues, para la Rectoría de la UNAM, la tesis original es la presentada en 1986 por este alumno. Sin embargo, analizarán las circunstancias del faltante de 8 páginas, lo que no suprime las que sí aparecen como plagio.
En suma, es un escándalo que enloda a la UNAM, a la Corte y sobre todo, al presidente Andrés Manuel López Obrador. Es evidente su preocupación por blindarse antes de que termine su mandato.