Tras bambalinas/Jorge Octavio Ochoa
Por JORGE OCTAVIO OCHOA. En México, al parecer, nadie entendió el mensaje que el gobierno de Estados Unidos nos mandó con su probadita de aguacate durante el pasado SuperBowl
En menos de un día, suspendió la compra del fruto y puso de cabeza un filón importante de ingresos para el país. Es sólo la puntita de lo que podría ocurrir si AMLO sigue adelante con su modo de discutir la mal llamada reforma eléctrica.
Y si los ideólogos 4 Teístas piensan que Biden perderá la atención de lo que ocurre en México por estar más preocupado por Ucrania, se equivocan doblemente. Ahora buscarán blindar sus fronteras.
Si combinamos el mini conflicto del aguacate, que pegó fundamentalmente a Michoacán y lo mezclamos con el de los limoneros, en Aguilillas, y la aparición de minas terrestres que han destrozado a campesinos y militares, peor aún.
México está al borde de entrar al grupo de países donde existen terroristas, dispuestos a incendiar lo que sea y donde sea para mantener el control de zonas y comunidades. Y si no, que se los digan en Acapulco.
Se equivocó el Mesías de la semiótica al responder la crisis de la casita gris en Houston, y al estructurar un discurso mediático para llamar “mitin de internet”, al chispazo social que se registró la noche del pasado 11 de febrero.
Por mucho que estructuren esa “narrativa”, es sintomático que la mayoría de esos 30 millones que dicen tener no ha podido convocar ni a 200 escuchas en los espacios abiertos de Twitter.
Para colmo, se vuelven obvios, evidentes, y quizá hasta cínicos. En las transmisiones de YouTube puede verse la fauna de bots que revientan todo diálogo escrito, y sólo mandan mensajes de adoración.
Peor aún, cuando entre sus personeros no hubo uno sólo que objetara la frase “el presidente encarna al pueblo…”, como si se tratara de un mensaje fanático, que embona con aquel de “estás conmigo o estas contra mí”.
Van mal las cosas cuando en el diario oficial del 4teísmo se lanzan amenazas veladas, como un cabezal de foto con la leyenda: “Élites deben acostumbrarse a que mandan las mayorías”…
Y por toda muestra de esas mayorías, aparece López Obrador frente al secretario de la Defensa, que se le cuadra, sonriente, y las Fuerzas Armadas le agradecen por “su nuevo rol multitarea”.
Todos estos, son signos nefastos, que van mucho más allá de caer en la ñoñería de declararse unos y otros: “Todos somos Loret”, o “Todos somos Hugo”. Es llevar la política a lo más bajo y caer en la manipulación.
La manipulación en las “mañaneras” es hasta grosera, cuando no hay un solo periodista que le haga la pregunta que se repite día tras día en internet y que pone de cara a López Obrador en toda su contradicción:
¿Cómo es posible que el que reservó por 5 años toda la información del aeropuerto Felipe Ángeles, Tren Maya, Dos Bocas, el pago de vacunas, el desastre de las medicinas contra el cáncer quiera abrir la información privada de un particular?”
Esto, acompañado además con la noticia de dotar de “dientes” a la Unidad de Inteligencia Financiera de Hacienda, para que pueda confiscar cuentas bancarias si detecta depósitos “sospechosos”.
Si de por sí en México el ejercicio del derecho es un camino “largo y sinuoso”, bajo este panorama la ley deja de existir, y el futuro se convierte en algo peor que caricaturas, pastelazos e insultos; puede llegar a algo peor y sangriento.
Hay visos de autoritarismo, que podrían convertirse en caos, subversión y dictadura. El presidente no parece entender que las circunstancias son diametralmente distintas de cuando inició su mandato.
Muchos votamos por él en espera de un cambio y el fin del latrocinio del PRI. Esto no ha ocurrido. Él dice luchar por los pobres, pero los datos dicen que ya hay 3.7 millones más de éstos en el país.
Las becas y pensiones no sirven de nada, porque no existe certidumbre de cuándo, cuánto y hasta cuándo durarán. Se convierte en mera compra de voluntades que no resistiría ni una auditoría a los padrones de beneficiarios.
Mal hace el presidente de México al amenazar, de palabra, a su homólogo de USA, con aquello de la protesta diplomática porque aquel gobierno financia a organizaciones civiles como Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad.
El silencio, de por sí, ha sido escandaloso. Lleva más de un mes sin respuesta. Que no se sorprenda si de pronto alguien le responde: “¡It’s my democracy; what the fuck mother cares you!”.
Biden no olvida cuánto tiempo tardó AMLO en reconocer su triunfo; ni el silencio del mandatario mexicano cuando en el capitolio hubo un muerto de bala, durante la asonada escenificada por los simpatizantes de Trump.
Son cuentas todavía sin saldar, que mantienen los ojos de Estados Unidos puestos en nuestro país. Que no se nos olvide: ya hay agentes de la DEA merodeando en Cancún, y en todo Quintana Roo.
La CIA no anda lejos, observando qué pasa en la frontera sur, y analiza el brote de migrantes que vienen más allá de Centroamérica. Mal hace el presidente dilapidando el prestigio que tenía México en política exterior.
Hoy, varios de nuestros embajadores y algunas nominaciones para serlo, son mera expresión del ajuste de cuentas y del perdón de los pecados que quiere repartir López Obrador para los que ha llamado “la mafia del poder”.
El barco de la “Autoridad Moral” se está hundiendo. Más que filtraciones, tiene cascadas. La última, este fin de semana, en una foto donde aparece AMLO con Cabeza de Vaca, el gobernador al que quería meter a la cárcel.
La casita gris sigue bajo investigación en el vecino del norte: si la rentó, mal, porque el propietario estaba obligado a saber quién es José Ramón. Si la prestó, peor, porque entonces fue un agradecimiento explícito por algo.
Exponer a un periodista al escrutinio público de sus cuentas privadas es otro escándalo, sobre todo en el país donde el periodismo es la profesión más peligrosa de todas.
El mundo los está mirando, y esos intelectuales orgánicos del 4teísmo tendrán que trabajar más allá de solamente descalificar lo que han llamado “mitin de internet”. Habría que investigar también al PT ¿Cuánto gasta en acarreos?
O a la misma Morena, que le paga a particulares millonadas por la organización de eventos multimillonarios, sin que tengan, no digamos la experiencia, sino la estructura y las oficinas para coordinarlos.
En fin, ¿Quieren seguir hablando de autoridad moral?. Esa no es una fruta que se de en árbol, como los aguacates.