Tras bambalinas/Jorge Octavio Ochoa
Lo dicho: la autoridad moral de este régimen es sólo un mito genial.
La foto de Emilio Lozoya, gozando de una costosa comida en lujoso restaurante, despedaza la línea de flotación del barco de la 4T, construido precisamente en el eje de la lucha anticorrupción.
El pacto de silencio entre Peña Nieto y López Obrador se empieza a convertir en una pesada cruz difícil de cargar.
Será interesante escuchar el discurso del presidente de México ante el Consejo de Seguridad de la ONU, cuando nuestro territorio se estremece precisamente por esa corrupción que está pudriendo y oxidando toda la estructura institucional.
No sólo es el abuso de las élites gobernantes, creadas por el PRI y toleradas por PAN y PRD. Es también la tolerancia al crimen organizado, instaurada ahora por Morena y, en particular, por López Obrador.
Lo ocurrido en los últimos meses en Michoacán es brutal: guerra del Cártel Jalisco Nueva Generación contra autodefensas y la descarada declaración del presidente: “Ya no tengo nada que me impida venir libremente” a Michoacán.
El anuncio del Plan de Apoyo para el estado es, por sí solo, un monumento a la inmoralidad: el gobernador entrante, de Morena, tendrá el manejo de todo el dinero de los apoyos sociales de la Secretaría del Bienestar. Tendrá también bajo su control le entrega de la nómina magisterial.
Antes de esto, el CJNG acorraló y asfixió a comunidades enteras a base de terror, exhibición de fuerza, expulsión de familias completas, ante la inacción u omisión de la Guardia Nacional.
¿TERRORISMO O INMORALIDAD?
Regalos y cartas bomba; incendios anunciados y dirigidos; libertades negociadas. Ese es el México de hoy que irá López Obrador a exhibir ante el Consejo de Seguridad de la ONU, para anunciar que “vienen nuevas cosas para el país”.
Luego de 9 meses de no hacer nada, cínicamente anuncia el despliegue de 17 mil hombres armados, de la Guardia Nacional para combatir, ahora sí, al CJNG. ¿Eso no es un gobierno selectivo? Entonces a eso se llama: CALENTAR LA PLAZA.
Quizá al Consejo de Seguridad le valga un soberano cacahuate los temas de la corrupción en México, pero en el momento que el Presidente lo aborde desde esa máxima tribuna mundial, colocará a México en la esfera del terrorismo.
Los sucesos de los últimos dos meses nos colocan en ese estatus entre regalos bomba, incendios, ejecuciones, ajuste de cuentas a plena luz del día, en la capital de la República y en el AICM Benito Juárez.
Pero, por si no fuera suficiente, también será muy interesante ver con qué choro mareador sale el PEJE, cuando explique el trasfondo del millonario acuerdo con el que negoció la libertad de Emilio Lozoya, como “testigo protegido”.
La familia Lozoya pagó 5 millones de dólares a la justicia mexicana, como garantía para la extradición del ex director de Pemex a México bajo la figura de “testigo protegido”, pese a haber recibido sobornos por 15 millones de dólares.
La fiscalía mexicana, encabezada por Alejandro Gertz Manero, prometió además que Emilio Lozoya “nunca sería fichado ni mostrado a la prensa o expuesto en su imagen personal”, según reveló el diario EL UNIVERSAL
En México es evidente el uso faccioso que se le da al poder y la riqueza. La forma ominosa con que grupos delincuenciales, de las finanzas, la empresa o el crimen organizado, dictan ordenan y tuercen la ley y la aplicación de la justicia.
Todo esto se ve a la luz del Caso Lozoya.
REPRESIÓN INDUCIDA
¿Qué tan impoluto podrá lucir ese pañuelito en el pódium del Consejo de Seguridad de la ONU a la luz de los incidentes de este miércoles 13 de octubre, en las instalaciones de Dos Bocas, donde tres trabajadores resultaron heridos por la represión?
Hoy, que el actual gobierno de México busca colocarse como el paladín de la honestidad y la justicia a nivel mundial, ¿en qué condiciones abrirá sus nuevas relaciones comerciales con China, específicamente en el negocio del Litio?
Es difícil, si no imposible, pretender levantar un pañuelito blanco en medio de tanta inmundicia.
Catalogar como “conflicto sindical” la demanda de pagos y denuncia de extorsión dentro del proyecto estrella del régimen, es no querer observar la creciente corrupción que ya observa en sus intestinos la 4T.
Las horas extra no son pagadas; estos son los “moches” que presuntamente recibe Ricardo Hernández Daza, supuesto líder sindical dentro de la obra, o a quien la empresa ICA reconoce como la contraparte laboral con carácter legal.
Y la mecánica del “moche” no es nueva. La inventó López Obrador cuando fue líder del PRD y obligaba a los diputados y senadores de su partido a entregar esas aportaciones, directamente de sus “dietas”.
Luego la repitió entre funcionarios de alto nivel en el gobierno de la Ciudad de México, según denuncias que se quedaron en el anonimato y finalmente en el olvido, porque lo consideraban “una aportación para el movimiento”.
Fue el mismo pretexto que dio el ahora presidente de México cuando fue captado su hermano Pío, recibiendo sobres de dinero: eran “aportaciones para el movimiento”. Y así se ha formado el nuevo rostro de la corrupción.
USO ELECTORAL DE RECURSOS Y EMPRESAS FANTASMA
¿Cómo va a explicar el Presidente la denuncia sobre el uso electoral de los llamados Programas del Bienestar, gracias al cual 9 de cada 10 personas que fueron representantes de casilla de Morena, hoy son beneficiarios de los mismos?
Hoy reciben becas, apoyos para jóvenes, para adultos mayores. ¿Casualidad? ¿Coincidencia? Recursos que sólo reciben quienes apoyaron “la causa” o “el movimiento”, como le quieran llamar, al puro estilo fascista.
Ni qué decir sobre la existencia de empresas “fantasma”, a la que Presidencia de la República otorgó contratos, sin licitación, como reveló el portal EME EQUIS, y que de inmediato fue hackeado y acallado.
Son más de 37 millones de pesos en contratos, que se otorgan a cuatro personas, conectados entre sí por domicilios en la Colonia Obrera y en Iztapalapa: Jazmín Bolaños, Héctor Flores, Aurea y Edwin Gordillo.
¿CAMBIO CLIMÁTICO?
Cómo creer el discurso anticorrupción de un régimen que, hasta en lo más mínimo, muestra su autoritarismo, negligencia y falta de palabra. Se comprometió a luchar contra el cambio climático, pero revive la chatarra.
Desde carboeléctricas hasta autos chocolate, así el compromiso de la 4T.
La reciente legalización de autos “chocolate” es uno de los contrasentidos más inexplicables, luego de que el país sufrió las consecuencias del cambio climático que se vive ya a nivel global.
No creer en la urgencia de implementar nuevas tecnologías, es negar que las lluvias atípicas, las sequías, el desbordamiento de ríos y mares, el deshielo de los polos, son hechos con los que tendremos que convivir en el futuro cercano.
Todo, para tratar de justificar la construcción de una refinería que no será recuperable financieramente, ni le garantizará autosuficiencia energética al país… en momentos en que las gasolinas ya van en retirada.
EN PICADA Y AHOGÁNDOSE
Este gobierno va en picada, pero AMLO no lo ve. Sigue regodeado en sus encuestas de popularidad, cuando las verdaderas encuestas le dan cada vez menos credibilidad.
López Obrador empieza a confundir las encuestas de “conocimiento o popularidad”, con encuestas de “rendimiento o efectividad”. En las primeras, ronda el 63 por ciento; en las segundas, no pasa de 40 por ciento.
México ocupa el lugar 135 de 139 naciones más corruptas del mundo, al nivel de países africanos pobres o envueltos en violencia, o de naciones antidemocráticas, autoritarias o con dictaduras.
Después de tres años de Gobierno, México pasó del lugar 117 en 2019, al 135 en 2021, de 139 naciones en el Índice Global de Estado de Derecho, WJP. El régimen 4T apenas superó a Uganda, Camerún, Camboya y el Congo.
En América Latina y el Caribe, México fue el peor de 32 países que son analizados. Estas mediciones, toman en cuenta tres formas de corrupción: sobornos, influencias indebidas por intereses públicos o privados, así como la apropiación indebida de fondos públicos u otros recursos".
Se analiza la corrupción en el Poder Ejecutivo, Legislativo, Judicial, la Policía y el Ejército. Entonces, volvemos a la pregunta: ¿De qué va a hablar el próximo 9 de noviembre ante el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas?
En el Índice Global de Estado de Derecho 2021, México ocupa la posición 113 de 139 países, nueve lugares por debajo del año anterior, cuando estuvo en el sitio 104. Con ello, México tiene un Estado de derecho comparable con Nigeria, Madagascar, Angola y Mali.
A nivel regional, México sólo supera a Honduras, Bolivia, Nicaragua, Haití y Venezuela. El Índice Global de Estado de Derecho 2021 ubica en los primeros tres lugares a Dinamarca, Noruega y Finlandia, mientras que al fondo de la lista sitúa a Venezuela, precedido de Camboya y el Congo.
POCA CONFIANZA
A nivel interno, también existe una encuesta sobre el índice de confianza que inspiran diversas instituciones. Cuando le preguntan a los mexicanos ¿Cuánta confianza tiene usted en…?
El presidente López Obrador tiene un índice de poca confianza del 56%, mientras que el de su gobierno se dispara al 72%; los partidos políticos el 87%; policía y sindicatos, por igual, 78%; Congreso 77%; Poder Judicial 76%; empresas como Facebook 74%.
Las Fuerzas Armadas también han sufrido un grave deterioro en este sexenio. Su índice de poca confianza es del 51% mientras que los medios de comunicación no pudieron pasar su “media” de no confianza del 65%.
Puestas así las cosas, que no le rasque la barriga al tigre el Presidente con aquello de la revocación sin el límite constitucional para irse a su casa. No vaya a tener otra sorpresa, como la que sufrió Morena en las elecciones de la CDMX.
Además, también se equivoca al poner en el horizonte a sus posibles adversarios. No necesariamente vendrán de la oposición.
Menos aun cuando, ante cualquier expresión de ser aspirante, de inmediato salen con la amenaza de un expediente judicial. Por eso dicen que, pa que apriete, la cuña debe ser del mismo palo.