Tras bambalinas/Jorge Octavio Ochoa
Por JORGE OCTAVIO OCHOA.- En verdad os digo que vendrán épocas de redención... y de venganzas. Es el tono admonitorio que se vibra en el país, luego de décadas de abusos, corrupción y asesinatos a mansalva.
Aunque desde 1988 ya se respiraba un aire cargado, fue hasta 1995 que se desató la ola de terror y ejecuciones que hasta la fecha vivimos. El paso de dos sexenios panistas nada pudo hacer para contener esta ola de barbarie.
Así, México está de frente a lo que será una nueva era, pero quizá no sea de luz debido a todos los componentes contaminados que la acompañan. Demasiado tránsfuga, demasiado desertor, una pléyade de traidores. Eso es lo que se ve entre la bruma de ese mar revuelto.
Para todos los adoradores, los fans de Andrés Manuel López Obrador, os digo que podéis tranquilizaros. Vienen nuevos tiempos y os podemos decir que, efectivamente, "este arroz ya se coció". Hay signos, señales que así lo indican y el nuevo monarca podrá ocupar Palacio Nacional.
Sin embargo, por nuevos tiempos no debe entenderse como la llegada de una ola de jóvenes que se colocarán al frente del país, sino por el tsunami de viejos políticos reciclados de todos los partidos. PRI, PAN, PRD y hasta el detestable PT, que se colocarán en sus sillas y mirarán desde el hombro a todos aquellos que los "ningunearon".
Vendrá el tiempo, pues, de las venganzas y también de la verdad. Lo que permaneció oculto saldrá a la luz y las palabras falsas flotarán como miasmas en agua cristalina, porque no es lo mismo prometer que cumplir.
México se encuentra ante el inminente entronizamiento de una nueva élite en el poder que, podemos avizorar desde hoy, sumirán al país en otra etapa de soberbia y despotismo, porque estos son los desechados, los marginados, los expulsados, los que no habían sido tomados en cuenta.
Las recientes declaraciones de la presidenta de Morena, Yeidckol Polevnsky -quien calificó como un “extraordinario procurador” a Raúl Cervantes y dijo que el ex secretario del PRI, Alejandro Gutiérrez, detenido en Chihuahua, era un “preso político” son reveladoras. Se perfila un nuevo pacto.
Viejos lobos, como siempre, los priistas cabildean un nuevo acuerdo, como el de Carlos Salinas con el PAN, que se retrasó por un magnicidio que disparó el voto del miedo o de la conmiseración. Esta vez, todo parece indicar que permitirán el triunfo de López Obrador.
Estos pactos secretos empiezan a salir a flote:
En la #MesaPolítica de #AristeguiEnVivo, el martes pasado, Denis Dresser lamentó también los elogios que el propio candidato de Morena, Andrés Manuel López Obrador, hizo al empresario Ricardo Salinas Pliego.
Desde ahí planteó que “ojalá hubiera una revisión de las alianzas que AMLO está forjando porque ponen en tela de juicio su voluntad transformadora, ya no hablemos de la alianza con el PES… no sé si hay pacto (Morena-PRI) pero las declaraciones de Yeidckol fueron un error”. comentó Dresser.
Además, consideró que en Morena perciben que el gobernador de Chihuahua, Javier Corral, “va a ser uno de sus opositores, de los pocos que quedarán con apoyos significativos, sólo así entiendo el posicionamiento de Yeidckol” (en favor de Alejandro Gutiérrez). dijo .
Lorenzo Meyer se sumó a estos cuestionamientos: “defender a responsables de triangulaciones, ponerlo como preso político… no concuerdo en lo absoluto, es una lástima que se desperdicien cartuchos morales que sí tiene Morena en este tipo de escaramuzas”.
“Morena no debió haberse metido a este caso… sin tener documentos de prueba en favor de Gutiérrez. Es un caso tóxico”, dijo el historiador.
Bueno, el hecho es que se empiezan a ver cosas raras, como el encuentro casual entre José Antonio Meade y Ricardo Monreal, entre sonrisas y gestos relajados, en un abierto mensaje de: "aquí no pasa nada".
No pasa nada y pasa todo, porque para los mercados financieros quizá es un mensaje de alivio que exorciza el pánico, pero para el sistema político pudiera ser un viraje en redondo para regresar a los tiempos en que un sólo partido era el hacedor de milagros.
Hay quienes calculan que más de un 70% de los candidatos a puestos de elección popular de MORENA son tránsfugas de algún otro partido, la mayoría del PRI.
Si a eso le sumamos la maldita idea de que este pueblo siempre actúa como "fanaticada", pues en julio veremos la asunción de un nuevo partido único decidiendo los destinos nacionales.
En fin, pues que así sea y que con su pan se lo coman los mexicanos, merecido lo tendrán y esperen otro milagro de 30 años, porque el robo de recursos del erario público para partidos seguirá.
La prueba fehaciente la tenemos en la reciente investigación de María Amparo Casar, presidenta de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad y Luis Carlos Ugalde, director General de Integralia Consultores y ex consejero del IFE (ahora INE).
Dinero bajo la mesa se llama la investigación colectiva que refleja, además, la incapacidad del INE para convertirse en una auténtica entidad fiscalizadora. Simplemente es un órgano chimuelo que de vez en cuando balbucea incoherencias que no asustan a ninguno.
Resulta que los cuatro candidatos que aspiran a la Presidencia, han reportado al INE gastos que en total ascienden a más de 402 millones de pesos pero la cifra tendría que multiplicarse por 14, ya que por cada peso que se reporta, hay otros 15 de origen desconocido.
La investigación revela que las principales fuentes de financiamiento ilegal son "el desvío de recursos públicos, el financiamiento privado ilegal y el financiamiento del crimen organizado".
Las principales modalidades de desvío de recursos públicos son "recaudaciones en efectivo que no ingresan a las tesorerías; el uso de facturas apócrifas; las adjudicaciones directas y subcontrataciones forzosas con sobrecostos; los descuentos de nómina" y otros más.
El principal destino del dinero ilegal en campañas es el clientelismo electoral: compra, movilización e inhibición del voto, así como el pago de estrategas de campaña y de cobertura en medios.
De esta pesquisa nadie se salva, ni los medios; unos más favorecidos que otros. Ya vemos al suegro de Azcárraga metido en un mitin de campaña de Morena. Sueña mexicano, sueña. Ya despertarás en medio de la pesadilla.