Tras bambalinas/Jorge Octavio Ochoa
Sin pretender ser abogado del Diablo, lo ocurrido en México a principios de la semana pasada, marca definitivamente la ruta de lo que será el resto de este régimen de la 4T.
En primer lugar, se ha desatado un auténtico terrorismo judicial. El “respeto al derecho ajeno”, será lo último que hará el presidente López Obrador. Las pruebas están a la vista.
Así lo indican la filtración de videos del caso Lozoya, el reciente castigo de la Secretaría de la Función Pública a la revista Nexos y los ataques de Gutiérrez Muller a Twitter México.
Son tres indicios claros de la intolerancia que empieza a permear en el régimen de la 4T, envuelto en la desesperación por haber llegado a la cifra trágica de los 60 mil muertos por Coronavirus.
Suplantación de personalidad y violación del debido proceso
La reciente difusión del video de Lozoya, desde Palacio Nacional, configura el primer gran error cometido por el mandatario, pues dio a conocer material que ya no será útil a la fiscalía.
Al día siguiente, el hermano de Lozoya, aseguró no contar con una cuenta de Youtube, y la propia Fiscalía General de la República dijo no tener ese material entre sus elementos de prueba.
Este fin de semana, Andrés Manuel López Obrador acaba de adelantar, otra vez, que el indiciado maneja otros 70 nombres de involucrados en el caso Odebrecht. ¿Cómo lo sabe?
En términos jurídicos, ese video y la copia de un documento sellado en la Fiscalía, ya no sirven para los alegatos, pues se conocieron antes de ser puestos a consideración de un juez.
“Efecto Corruptor”, lo llaman los abogados, pues se intenta inclinar el sentido de la opinión pública. Es un nuevo criterio de la Suprema Corte que sanciona el pretender influir en la ciudadanía.
Lo extraño es que, ni Lozoya, ni sus abogados, han protestado. Esos materiales ya no sirven para ser considerado como testigo colaborador, a menos que la FGR dé por válidas las filtraciones.
Revienta guerra de lodo; clase política mexicana se exhibe en videos
Todo esto que ocurre hoy, será materia de estudio para los abogados del futuro… y para los estudiantes de comunicación. El país empieza a vivir de manera vertiginosa la modernidad.
A López Obrador le tocó encumbrarse en la mejor y la peor época. Eso que llamó “las benditas redes sociales”, se han convertido en su peor enemigo.
Así como catapultó su imagen, de hombre honesto, sin mácula, hoy todos sus errores brincan, son revividos y se vuelven un fantasma, junto con los más de 60 mil muertos que ya pesan en su cabeza.
Qué tan hondo y profundo será el fracaso del Gobierno de la República en materia de salud, por las víctimas de la pandemia y el cáncer, que prefiere dinamitar una de las joyas del proceso judicial.
Régimen inmoral
Así, el autoritarismo, la represión, son el recurso de un régimen al que lo ahoga el fracaso. Sin embargo, la pandemia ha mostrado también su rostro más miserable.
En un intento por ganarse el voto de los desposeídos, los marginados, los que viven en la precariedad, la 4T insiste en decir que la entrada de la pandemia fue culpa de los “adinerados”.
El subsecretario López Gatell reiteró esta semana, que la pandemia llegó a través de “zonas urbanas adineradas” y de ahí se propagó a zonas empobrecidas.
¿Qué sentido de asepsia médica puede tener tal afirmación? Hay una actitud hipócrita, en un funcionario que desde el principio empezó a manejar cifras de manera irresponsable.
Como si se tratara de peras o manzanas, habló de “redondear” números cuando empezó la pandemia en México, con una falta de sensibilidad que ha sido la tónica en estos 5 meses.
Hoy, México rebasa las 60 mil muertes. Rebasó el plano catastrófico que describió el subsecretario. Aun así, es muy probable que el funcionario sea candidato a senador o diputado.
Para un pueblo santero y fetichista como el de México, quizá sea lo merecido. Seguiremos viviendo de promesas y milagros. Hay que rezar a la Santa Muerte.
TIC en el ojo ajeno.
Pero, por si a usted no le parece suficiente, todo esto no será lo único que vivirá México este año y en los años por venir.
Como decíamos hace un momento, de pronto, de rondón, la sociedad, el mundo entero, entró a una nueva era, donde las cosas van a cambiar aceleradamente.
La marginación, la pobreza, se profundizarán de manera dramática para abrir aún más la brecha entre ricos y pobres; cultos y legos; letrados e iletrados.
Al analfabetismo tradicional, que ya arrastraba México, se sumará el analfabetismo tecnológico. Esto no se podrá detener. Vivimos ya la etapa de la sociedad sándwich atrapada en los sistemas.
Sea un Estado intervencionista, sea socialista o sea capitalista, es un hecho que los pueblos serán manipulados en el uso de las nuevas tecnologías.
Las plataformas de comunicación están en manos de grupos privilegiados, sean poseedores del gran capital privado o detenedores del poder político.
En algunos países, como México, se ha dado una mescolanza. El poder y el dinero han asumido los mecanismos de control.
Desde hace ya varios años, se ha empezado a discutir en México nuevos instrumentos de control, como las tarjetas de identidad; los chips cibernéticos de medición social; de monitoreo de salud.
Eso ha quedado a nivel de debate. Sin embargo, como dicen los clásicos, el futuro nos alcanzó. En las próximas semanas podría estallarle a la SEP una crisis muy complicada.
El futuro de la educación
Esteban Moctezuma ha decidido, sin mucha claridad, iniciar el año escolar en medio de la pandemia, a través de un sistema que se difundirá por televisión.
En términos reales, no tenía otra alternativa, pero tampoco hemos visto las encuestas de cuántos mexicanos tienen televisor, cuántos computadora, cuántos internet. Ahí la brecha inexorable.
Lo más grave para la 4T, es que este regreso a clases, pronto se verá acompañado por el inicio de un movimiento nacional de estudiantes excluidos de la educación superior.
Si en condiciones normales, muchos niños, jóvenes y adolescentes no tenían acceso, ahora en medio de la pandemia, les será prácticamente imposible concursar y cursar.
A nivel de educación superior, este movimiento ha decidido elevar una queja ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos, para que suspenda en todo el país los exámenes de admisión.
Se dice que hay discriminación para los jóvenes que provienen de hogares menos favorecidos. Desde ahí se maneja también la tesis de que se beneficia a “los grupos adinerados”.
Es el discurso de la polarización pero que, al igual que con el tema de la pandemia, se le puede revertir a la 4T por su falta de resultados y los conciliábulos que existen con la CNTE y el SNTE.
¿Dónde están los resultados de las 100 universidades Benito Juárez? ¡Bueno! ¿Dónde están los padrones de alumnado, profesores y trabajadores administrativos de estas?
Baste ver el abandono en que se encuentra la Universidad Autónoma de la Ciudad de México y su magro nivel de egresados, para ver que este es otro de los grandes fracasos de López Obrador.
Y lo más trágico, es que el mandatario tuvo en mente, no hace mucho, mochar un 10% el presupuesto a las universidades públicas, pero metió freno de mano ante la ola que se le venía.
En el futuro querrá quizá intervenir nuevamente en la autonomía universitaria, ordenando abrir espacios para los rechazados. Pero ahí le preguntarán ¿Y las 100 universidades Apá?
El caso Nexos
Y finalmente, el rostro de la ira contra los medios de comunicación. De manera sorpresiva, la mañana de este jueves 20 de agosto, el régimen soltó otra bombita mediática:
A través de una circular en el Diario Oficial de la Federación, la Secretaría de la Función Pública anunció que se inhabilitó por dos años a la editorial Nexos, especialmente crítica de AMLO.
La SFP ordenó a dependencias y entidades públicas, abstenerse de aceptar propuestas o celebrar contratos con dicha empresa.
La inhabilitación fue porque -dice la SFP- violó la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público al presentar “información falsa” en una adjudicación directa.
Esto lo detectaron a través del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), curiosamente el organismo más cuestionado por la revista a la luz del pésimo manejo en el sector salud.
Con toda la furia posible, le imponen una multa de 900 mil pesos a Nexos, por una supuesta irregularidad en una plana publicitaria por 72 mil pesos que les dio el IMSS en 2018.
Héctor Aguilar Camín resumió: “es una ofensiva burocrática contra la libertad de expresión”.
En fin, sea como sea, hoy sabemos que entre los mexicanos, pocos veremos la gloria, pues la Bibilia dice: “Benditos los justos, porque de ellos será el reino de los cielos”, y de justicia y justos, creo que andamos un poco cojitos.
