Tras bambalinas
Te cambio la pala por bastón
Paradoja: el diario más odiado por AMLO y la 4ª Transformación, es hoy el ancla que los afirma, en medio de la tormenta mediática que vive desde hace tres semanas, que los ubica en el mundo como #NarcoPresidente y #NarcoCandidata.
También desvía toda la atención sobre nuevas evidencias de corrupción entre sus candidatos, por la posesión de terrenos y mansiones de Rocío Nahle y Clara Brugada, sin que sus estrategas puedan desmentir ni media palabra.
Felices por la popularidad del manda más, los gobernadores, solapados por aquel, también se sienten, no sólo amos y dueños, sino con autoridad moral para ocupar otros cargos, como Cuauhtémoc Blanco, que va para diputado.
El caso más acabado, Campeche, donde Layda Sansores coronó una jornada de protestas con una mentada de madre a las mujeres policía, que fueron enviadas, sin protección alguna, a sofocar un motín en el penal de San Francisco Kobén.
Pero, por gracia de esa encuesta de Reforma, “el que ya se va” vuelve a ser pararrayos, faro, guía de un movimiento mesiánico, que deja puestas las Tablas de la Ley a sus discípulos, en medio de un mar de violencia y sangre.
Más que un bastón de mando, a Claudia le dejarán la pala, el pico y un sinfín de fosas clandestinas, para buscar desaparecidos, en caso de ganar las elecciones. El primer mandatario perdió empatía, ímpetu, simpatías y, lo peor, la vergüenza.
Enorme simbolismo el de la “Pala de Mando”, porque en la medida que avanza la contienda, salen más cadáveres que envuelven a la pomposamente autodenominada 4ª Transformación. De 43, hoy son 44 las víctimas de Ayotzinapa.
Cuerpos decapitados, destazados, esa es la “continuidad” de la que ahora habla Sheinbaum. Son los casos “aislados”, “focalizados”, que no ocurren en todo el país, hasta que la siguiente cabeza aparezca frente a su casa.
Le dejaron un Bastón de Mando, que no refleja nada más allá que la megalomanía, de un tipo que se sintió factótum de todo y terminará como un traidor. A los indígenas les dio la espalda en Yucatán; a la familia de Zapata la ahogó con una presa.
Al hijo del “Tata” Cárdenas lo usó como pelele; a los mexicanos nos deja un país en proceso de absoluta militarización. Sólo las mujeres aportan un poco de dignidad: una con una pala, frente a Palacio, otra encadenada, en el Senado.
No hay mando alguno. Hay autoritarismo. No hubo apoyo al agro. Hoy México importa más frijol, maíz. No hay agua; no hay paz social; ni cobertura de servicios en salud, medicamentos. Por toda respuesta, una farmaciotota. Ocurrencias.
DEL BANDO 2 DE AMLO, A LA NORMA 26, DE EBRARD
Del primer debate que vimos en la capital de la república, nos quedó la evidencia de la gran corrupción e hipocresía que envuelve a este régimen y a los de antes. Hay un uso infame de los bienes nacionales, como si fueran dueños de todo.
Cuando hablan del cártel inmobiliario, debieran recordar que AMLO fue quien emitió el Bando 2, que modificó el uso de suelo en la Ciudad de México, para que se pudieran construir edificios de más de tres pisos, no precisamente para pobres.
Ahí vemos complejos inmobiliarios como Plaza Carso. De tres pisos, se permitió construir edificios de 18, 20 pisos; pensados, ideados, puestos a disposición de la gente con los más altos niveles económicos. ¡Nada de interés social!
César Buenrostro, entonces Secretario de Obras del DF, se manifestó en contra de esa “flexibilidad”, porque desde entonces se sabía que no hay sustentabilidad. No hay agua suficiente y hoy sufrimos los efectos. Fue removido, ¡Por Sheinbaum!
Esa ha sido una de las medidas más capitalistas de que se tenga memoria, después del TLC, hoy T-MEC, que también firmó gustoso López Obrador, el anti oligarca. Hoy es el tratado más neoliberal del mundo.
Esto desató no sólo la especulación, sino la explosión inmobiliaria que ahora vivimos. Con el crecimiento de desarrollos habitacionales no precisamente para menesterosos. El ejemplo más acabado está en Plaza Carso, en Polanco.
Jefes delegacionales del PRD y PAN, se hicieron multimillonarios en las hoy alcaldías Miguel Hidalgo, Benito Juárez, Venustiano Carranza, Cuauhtémoc. Pero todos fueron partícipes. Sheinbaum también lo fue, por no decir cómplice.
En estos 27 años de gobiernos de “izquierda”, se ha dado un abuso no sólo con los usos de suelo. También con los terrenos ejidales y lotes expropiados. Irma Eréndira Sandoval y ahora Clara Brugada, son la prueba fehaciente.
¿Por qué o a cambio de qué esos regalos? Ahora Sheinbaum habla de una traición de Miguel Ángel Mancera. Los sedicentes “izquierdistas” se beneficiaron y enriquecieron, junto con los panistas.
Ellos, hoy en el poder, propiciaron esta situación. Del Bando 2, pasaron a la Norma 26, de Marcelo Ebrard, el “traga sapos”. Mancera dividió esa medida en Norma 30 y Norma 31.
Es muy hipócrita Claudia cuando se refiere a este tema. Haría mejor si guarda silencio antes que culpar al pasado. ¿En qué ha beneficiado ese Bando 2 y todas esas normas emitidas?
Al pueblo, no. La vivienda de interés social no creció. La Ciudad de México es una de las más caras, del mundo. La sustentabilidad no les importa. De ahí salió el financiamiento para campañas.
Para eso ha servido la permisividad, para que los “desarrolladores” levanten emporios comerciales y de vivienda “aspiracionista”.
Hoy, los políticos se echan la bolita. Pero ahí está Mitikah, Plaza Carso, Gran Terraza de Coapa, Artz Pedregal, Paseo Hipódromo, Parque Las Antenas. Se lavan las manos, pero son judas. AMLO, Ebrad, Mancera, Sheinbaum por igual.
Clara Brugada, al igual que Irma Eréndira Sandoval, pagaron pírricas cantidades sólo por trámites catastrales, para adueñarse de tierras ejidales. Esos gobiernos de izquierda, PRD y hoy Morena, se los concedió. ¿A cambio de qué?
Proyectos como el Bando 2 apalancaron financieramente los 18 años de campaña del “todavía presidente” quien, al tomar posesión como primer mandatario de la nación, de inmediato amplió también concesiones de playas.
Nayarit, Guerrero, Jalisco, estados asolados por el narcotráfico y el crimen organizado, hoy son el paraíso del alto turismo que dejará “el que ya se va”, con el apoyo de algunos amigos de sus hijos. Jubilación dorada, pues.
Ese, que pretende irse y desaparecer, hizo exactamente lo mismo que hacía el PRI en los tiempos de Echeverría y que continuó en los tiempos de Carlos Salinas, cuando colocó a Luis Donaldo Colosio en Desarrollo Social y después como candidato.
Treinta años después, “el que se va” coloca a sus alfiles de la Secretaría del Bienestar, encargados de cooptar el voto, con dinero del erario, y amenazan con la suspensión del apoyo si no sigue la transformación.
Las evidencias están a la vista, no son percepciones. En Aguascalientes, la candidata al Senado por el principio de mayoría es Nora Ruvalcaba, exdelegada estatal de Programas para el Desarrollo del estado.
En Baja California Sur, Manuel Cota Cárdenas, exdirector general de Desarrollo Social del municipio de La Paz e hijo del exgobernador Leonel Cota, va por una curul como diputado federal.
Por Hidalgo, buscará la senaduría Simey Olvera, extitular de la Secretaría de Bienestar e Inclusión Social (Sebiso). Al Senado, por Oaxaca va Luisa Cortés García, ex subdelegada de los Programas de desarrollo de gobierno federal región Miahuatlán.
En Sinaloa, con el registro del PVEM está, Julio César Osuna Chaidez, para el Senado, exdirector de Organización Social en la Secretaría de Desarrollo Social y quien además fue director general del Sistema Desarrollo Integral para la Familia (DIF) Culiacán.
Por Sonora, Lorena Iveth Valles Sampedro, quien fue titular del DIF de la entidad desde 2021 va al Senado. En San Luis Potosí, Juan Ignacio Segura Morquecho, extitular de Desarrollo Social estatal, también va al Senado.
Por tómbola resultó postulado al Senado por la vía plurinominal y para representar a Tamaulipas Samuel David Badillo Amador, quien fue coordinador general de delegaciones de la Secretaría de Bienestar en el estado.
El “golpe técnico” electoral, se dio desde que ese sujeto asumió el poder. Y le arde la cara porque lo llaman “Narco”. Pero lo de corrupto le va bien, le queda “Como anillo al dedo”.