Tras bambalinas
La red social. Prensa Maldita
En México, la vida electoral ya está totalmente desequilibrada. No se puede hablar de democracia cuando un sujeto amenaza con todo el poder del Estado a los que llama sus “adversarios”.
Sin embargo, lo paradójico y bizarro de este cuento es que esos, a los que él considera sus enemigos, son los que le han alimentado y hecho crecer, merced a su infalible juego de la victimización.
Así, a unos días de que se realicen las elecciones en el Estado de México y Coahuila, el Tribunal Electoral y el INE lanzaron una advertencia para que el Presidente Lopez Obrador deje de hacer llamados al “voto masivo por la transformación”, so pena de ordenar a los medios informativos suprimir de sus espacios, todas las declaraciones emanadas de “la mañanera” que tenga un sentido electoral.
Aviso tardío, porque la equidad de las contiendas venideras está totalmente rota. Quizá el anuncio de las medidas cautelares implementadas por el Tribunal Electoral y el INE, hubiera servido hace meses, como antídoto contra la soberbia de un hombre para el que, como hemos visto, las leyes son letra muerta.
Esa “prensa maldita”, a la que el tanto descalifica, se ha prestado al juego anticipado de la sucesión presidencial. Ya están incisivos con las encuestas y con el rodshow de las entrevistas a presuntos candidatos, cuando todavía ni los partidos abren la baraja de sus métodos de elección.
Si la Comisión de Quejas del INE aplicara desde esta semana la orden para que ningún concesionario de radio o televisión, o medios multimedia publique videos y audios de AMLO en sus peroratas, el mandatario moriría de inanición, en medio del silencio y el vacío informativo. Lo mismo ocurriría con sus famosas “corcholatas”, que andan ya por todo el país promocionándose.
Por tanto, los medios son culpables, o al menos copartícipes del cinismo político en el que hemos caído.
AMLO impone los temas, dicta la agenda, violá los fallos de la Corte, se burla del INAI y sigue en promoción de sus teorías que poco o nada han funcionado hasta la fecha, pero que se publicitan como parte de una morbosa relación para golpearse.
López Obrador juega a la farsa y sus panegiristas alimentan una popularidad que de nada sirve. El 54% de sus seguidores en twitter eran falsos y lo mismo ocurre con otras redes sociales. AMLO y sus aliados saben perfectamente que difícilmente podrá alcanzar la mayoría absoluta que necesita en el 2024, pero ahora vemos que si no es por la buena, será con MAÑA.
Tras casi 5 años de mandato hay 4 millones más de pobre; el 54% de los profesionistas no tiene empleo y los que tienen, lo hacen por pagas irrisorias.
Esto ha sido divulgado una y otra vez, pero el “Peje” se victimiza, la gente le cree que es el objeto de una brutal campaña mediática, pero solo basta con salir a la calle y comprobar la realidad. Más de 156 mil asesinatos violentos a causa del enfrentamiento de cárteles del crimen organizado, que ejecutan, masacran y persiguen a los ciudadanos, en una auténtica ola de terror.
México, es el único país sin guerra, en el mundo, donde se registran bombardeos con drones, donde la gente tiene que huir de sus comunidades, sin que las fuerzas armadas o de seguridad nacional hagan nada por ellos. Habitantes de Guerrero, de Michoacan y ahora de Chiapas lo han relatado.
Pero AMLO sigue en su sardónica autopromoción. Como Porfirio Díaz, creerá que está sentando las bases de un nuevo desarrollo sobre el sacrificio de su pueblo.
Aun así, el rastro de sus errores pasará a la historia, con las expropiaciones abusivas para la construcción del Tren Maya; la intervención indebida para la venta de un banco, la supresión de becas a investigadores universitarios.
Los medios de comunicación lo han agrandado, pero la realidad lo pondrá en su justa dimensión. No podrá alcanzar la mayoría absoluta que tanto necesita.
Una vez que se haya ido, Morena será lo que han sido los otros: un partido clientelar, oportunista y alejado de la población como el PRI, PAN, PRD, PT, PVEM, MOVIMIENTO CIUDADANO.