Tras bambalinas
Por Jorge Octavio Ochoa
La noche de la masacre, en Coyuca de Catalán, él no pudo, no quiso, o ni se le ocurrió levantar el teléfono para obtener un reporte de la matanza, ocurrida desde las 2 de la tarde del sábado 10 de diciembre, en la montaña, ahí donde “gobierna” la hija de su protegido, Félix Salgado Macedonio.
Pobladores de “El Durazno”, en el municipio de Coyuca de Catalán, Guerrero, fueron “citados”, “para hablar y ponerse de acuerdo” sobre problemas parcelarios. Sin embargo, fue una trampa: los sacaron de sus casas, los juntaron y los masacraron a sangre fría en una escuela.
Hombres con armas de alto poder, mataron a siete personas -entre ellas un menor de edad- y no fueron más porque la mayoría del pueblo andaba en una fiesta. Se enteraron más tarde de lo ocurrido. No intervino tampoco la Guardia Nacional, esa que con tanta prisa, él quería sacar a las calles ¿Para qué?
Al otro día, calientes todavía los cuerpos, mal aconsejado por alguno de sus asesores -seguramente Jesús Ramírez-, grabó un video, pero no para expresar sus condolencias, ni ofrecer garantías de justicia a las familias de los deudos, sino para simular coordinación en un sismo que no duró ni un minuto.
LOS DUENDES DE ANDRÉS MANUEL
Hundido en su propia egolatría, Andrés ya no sabe ni quién lo rodea. Este fue el remate de una semana de vergüenza, que ya de por sí cerraba mal con su iniciativa de reformas electorales, que él llamó Plan B, pero que culminó en un mamotreto que los “duendes traviesos” manosearon a su antojo.
Según dijo Adán Augusto López, Secretario de Gobernación, al dictamen “le agregaron un párrafo que formaba parte de un documento de trabajo”, para que los chiquipartidos puedan mantener el registro, si obtienen el 3% de la votación en cuando menos 17 elecciones locales.
Esos, que Andrés llamó “los duendes”, fueron el PT, con el obvio consentimiento del PVEM y la hipócrita distracción de Morena, quienes metieron la mano. López Obrador, como siempre, minimizó el error y escurrió el bulto, aunque, como él dijo algún día: “Un presidente está enterado de todo”.
Pero hay más. El otro punto que se le agregó ilegalmente al dictamen, fuera de la discusión, fue que los partidos políticos puedan disponer de sus excedentes financieros para el siguiente ejercicio fiscal. Adán Augusto tuvo que decir que la iniciativa presidencial tampoco contenía eso.
Fue también el PT, dígase Gerardo Fernández Noroña, quien había presentado esa moción, “que se les fue en el dictamen final” y así fue aprobado, dijo lacónico la “corcholata” tabasqueña, que en sus ratos libres funciona como secretario de Gobernación, Adán Augusto López.
Así, el documento de 400 cuartillas quedó caricaturizado como un engrudo, que el Senado deberá corregir y devolver a la Cámara de Diputados, donde un tal “Nacho” Mier quiere comprar a los reporteros con tortas y madrugar a los opositores con patrañas de ese tamaño.
LA NOCHE OBSCURA DEL MEXICO MARGINADO
Sin embargo, todos los hechos descritos arriba, dibujan al régimen tal cual es: un gobierno de ocurrencias, de momentos “iluminados”; que deja todo inconcluso, obras que, en el mejor de los casos, veremos funcionar cuando él ya se haya ido.
Como puede verse, toda su alegoría sobre la pobreza es una falacia. Hay amplias zonas apartadas, marginadas del resto del país, donde se registran masacres y linchamientos sin que exista una autoridad municipal, estatal o federal que pueda intervenir.
Ahí no llegan las bondades que él dice repartir, porque simplemente no hay bancos ni cajeros automáticos. Es difícil creer que a los ancianos de la montaña les llegue su Pensión del Bienestar, o que los jóvenes puedan cobrar una beca de Jóvenes por el Futuro, cuando son los criminales quienes gobiernan.
Andrés Manuel miente, por eso no llamó a las familias de los deudos de Coyuca de Catalán y peor aún, habla de racismo y clasismo, cuando millones de mexicanos han sido desplazados por fenómenos internos de fanatismo y formas de gobernar por “Usos y Costumbres”.
EL DISCURSO DEL ODIO
Todos los días llama a la división. ha convertido su discurso en una oda a la violencia.
No se ha dado cuenta del infierno en que mete a personajes de su propio partido, como Inés Parra, diputada indígena a la que los Lópezobradoristas han estigmatizado por votar en contra de la ley que permite la permanencia de los militares en tareas de seguridad pública.
Ella dio sus razones específicas. No podía estar a favor de llevar a su pueblo a los mismos que los han torturado, las han violado: los soldados. Pero pocos de los seguidores AMLOISTAS se distinguen por ser luchadores de causas sobre la marginación.
Peor aún: el presidente no ha tenido la visión, ni la empatía, para llamar a la unidad para resolver el estigma de la miseria y marginación, que es muy distinto a lo que él entiende por pobreza. Por eso ha optado por la polarización, en una inexplicable e inútil lucha de clases.
AMLO está lejos de entender que hasta en los propios indígenas hay signos de racismo y clasismo que es peligroso despertar. No puede o no quiere entender que a veces, es el propio pueblo y el fanatismo lo que mueve a las masas, como ocurrió hace dos años y medio en San Mateo del Mar, Oaxaca.
SAN MATEO DEL MAR, LA OTRA MASACRE
El domingo 21 de junio del 2020, ya transcurridos dos años del actual régimen de López Obrador, un grupo criminal masacró, torturó y linchó a 17 habitantes de este poblado, asentado en el Golfo de Tehauantepec, marginado del país, donde solo el viento y los huracanes los toman en cuenta.
Con machetes, palos, piedras y armas de fuego, llevaron a las 17 personas, entre ellas dos mujeres, las rociaron de gasolina y les prendieron fuego. En aquel entonces, imposibilitada legalmente, la Guardia Nacional llegó al lugar de los hechos, pero se retiró.
Los lincharon por oponerse a los intereses de “la mayoría” zapoteca que domina el municipio de Huazantlán del Río. Ahí gobiernan autoridades tradicionales cívico-religiosas y se mezclan conflictos agrarios con los político-electorales y las formas de representación.
Los zapotecas los llamaban huaves, en forma despectiva a sus vecinos que viven de la pesca del camarón y “se pudren en la humedad”, que es el significado de la palabra huave. Es un calificativo que les dieron desde antes de la conquista. Son conflictos ancestrales.
A López Obrador no le ha preocupado llegar al fondo de los hechos. Los criminales siguen libres y las familias de los linchados, siguen sin poder regresar a sus hogares. Este es el México real que prevalece en Oaxaca, Morelos, Guerrero, Chiapas, Tabasco.
Pero Andrés o sus asesores se empeñan en publicitar la gran popularidad que mantiene. Sus fanáticos lo ven como un semi Dios.
La realidad es que, a la vista de sus dislates, de las falsas coordinaciones de emergencia y de las leyes sin sentido que promueve, solo es un hombre perdido en el caos, el desorden y la confusión. Ya no sabe para dónde va ni cómo va a salir… y el tiempo se le acaba.