Toque de nano sabiduría
DESPOJOS Y MUERTES Y NO HAY JUSTICIA
El orden público se sustenta en la justicia. Sin esta todo se pone de cabeza, es el caos y la muerte.
Vista panorámica
A Juan le cometen un crimen, un despojo de sus pequeña propiedad.
Juan García López es inocente y cree que en México hay justicia, que se integra el expediente, se hace el juicio y se sanciona al infractor conforme a la ley y el derecho y así se hace justicia . El acude a poner denuncia y está seguro de que el poder judicial le va a hacer justicia.
Su sorpresa: pasa el tiempo y no recibe una respuesta oficial que le haga justicia y repare el daño. Espera pensando que es por exceso de trabajo.
Piensa que el ministerio público y el juez sólo tiene que aclarar el caso y que van a aplicar la ley, como es, objetivamente porque el poder judicial está para hacer justicia.
Hace un descubrimiento doloroso, la gente del poder judicial no aclara el asunto y hace justicia: se sanciona al criminal y le repara los daños al inocente.
¡Las autoridades judiciales platican con los criminales y se corrompen, negocian con ellos y se venden, no gana el que legítimamente pide justicia y es inocente sino el que negocia con los criminales y, a cambio de dinero o favores, obtienen que fallen a su favor. Dicen que hacen justicia y sólo la corrompen. Es prevaricación, es traición, es corrupción de la justicia. Se empodera a los criminales y se destruye el Estado de derecho. Y la convivencia humana y social se pone de cabeza. Es el fin del orden público, de la tranquilidad y la paz.
Se pone de cabeza el Estado de derecho, no se construye sobre la justicia sino sobre la traición, es prevaricación y sólo venden el fallo a favor del que corrompe y “compra” a los jueces y aparato burocrático y se acaba el orden público y la vida en paz.
La luz de lo alto.
En México hay corrupción en el poder judicial. Hay que detectar cuál es el mal y sus raíces. Luego hay que extirpar la corrupción, curar las mañas, limpiar del mal.
El mal está en la persona, en los funcionarios y no tanto en las leyes que son buenas pero no se aplican debidamente. las leyes son buenas, los servidores públicos son corruptos. La corrupción es un pecado y un vicio endémico en el ser humano y en los mexicanos.
De nada sirven cambiar las leyes y reformar el poder judicial . va a ser inútil la elección por parte del pueblo con intenciones políticas, si son los mismos sujetos corruptos, el mismo pueblo injusto y violador de la ley el que siga impartiendo justicia.
Desde el principio de la Transformación de México, el enfoque del problema responde a una ideología y a movimientos políticos, e intereses sectarios para concentrar el poder y perpetuarse en el.
El mal está en la persona, en su pecado en sus vicios. HAY QUE RENOVAR A LAS PERSONAS, su conciencia moral, sus hábitos, que deje de ser tranza, que deje de aceptar “mordidas”, que sea puro, honesto, insobornable por regalitos, compromisos. Que sea valiente, incorruptible. Que antes de “venderse” se retire del cargo y muera por su integridad moral.
Hay un problema que ha descuidado el poder político. Quiere acabar la corrupción con populismo y retórica, con afirmaciones políticas y engañosas.
Quiere un México sin corrupción, aunque sólo en la narrativa, sin renovar a los mexicanos, con los mismos mexicanos corruptos, mañosos, mentirosos, viciosos, llenos de mañas, vicios e intenciones mezquinas, con fines secretos, inconfesables.
Quiere un México nuevo El jefe del Estado se presenta como impecable, como un dechado de honestidad. En su mente populista calcula y concluye que todo el aparato gubernamental, bajo una cabeza de gran autoridad moral, va a ser impecable. la gran autoridad moral es una ilusión.
Su pretensión es vanidosa y equivocada. En el fondo es perversa, abusa de la investidura presidencial, manipuladora y sólo oculta el delirio del poder absolutista y dictatorial, por encima de instituciones democráticas. Busca el culto a la personalidad muy lejos del bien común, de la verdad, del servicio a todos los mexicanos de quien los cura como el buen samaritano, les lava los pies y se entrega en su lugar a la muerte. en realidad para el, el poder es para estar bajo los reflectores y no para servir al humilde.
Para tener un gobierno nuevo se necesita crear primero mexicanos moralmente nuevos, libres de los vicios de los gobiernos del pasado a quienes endosan todos los males hechos a México y no los limpian de los vicios arraigados, incorregibles.
Hay que renovar a los mexicanos, a los servidores públicos con la conversión al bien que proclama Jesucristo. Para México, es necesario el paso que Cristo pide para la nueva humanidad: ¡CONVIÉRTANSE!. Hay que morir a las viejas mañas, actitudes ventajosas, mentiras y soberbia. Hay que limpiar los vicios de corazones resquebrajados por el pecado original, que llevan el virus del pecado. Hay que morir al hombre viejo, renacer de nuevo, ser criaturas redimidas.
Hay que seguir a Cristo que da su vida por los pobres, no hay que seguir a Satanás, arrogante y soberbio, mentiroso y asesino que quiere aplastar a los pobres para levantarse como el presidente o la presidente de México y del mundo, que sueña con el poder y la gloria..