Todo ha cambiado/Jorge Álvarez Banderas
El mundo esta de cabeza, la pandemia del virus SARS CoV2 COVID-19 nos ha puesto así, las clases en las instituciones de educación, la impartición de justicia, las celebraciones religiosas, las vacaciones, la pascua, el duelo, las reuniones de trabajo, los viajes de negocios, las relaciones personales, la familia, incluso la elección de representantes populares en algunas entidades del país, las actividades tanto esenciales como no esenciales a criterio del Consejo de Salubridad General, todo en general ha cambiado, la historia dará cuenta en su momento si en verdad México estaba preparado para enfrentar y contener esta pandemia con antelación al 18 de marzo pasado.
Hoy es el día 30/45 de lo que en lo personal llamo “confinamiento”, las reservas económicas disminuyen en muchos hogares, en otros ya no hay o bien no hay por que nunca ha habido, son familias que vivían “al día”, pocos son los afortunados de trabajar al servicio de los Poderes de la Unión o en algún organismo constitucionalmente “autónomo”, que reciben su salario integro cada 15 días, sobre los comerciantes y prestadores de servicios que desarrollan actividades no esenciales pende la espada de Damocles; posiblemente algunos negocios nunca se recuperen, y sin duda todos tendremos que adaptarnos.
Los negocios que prestan servicios esenciales no ven el mismo flujo económico que les permita solventar el gasto corriente, algunos trabajadores han sido despedidos de manera injustificada, trabajadores que se enfrentan al dilema de recibir lo que les den o litigar el despido quizá por más de 2 años con el riesgo de que el defensor pueda ser “comprado” por la contraparte o bien, de lo recuperado se lleven parte de la indemnización, lo que a la postre pudiera resultar infructuoso y aceptan lo que les ofrecen que no será mucho y con seguridad, de haberlo ya recibido, en este momento ya lo han gastado en víveres para sus familias.
Se escuchan voces de gobernadores amenazando a la federación de retirarse del pacto federal regulado por la Ley de Coordinación Fiscal, supina ignorancia, ignoran que más que un beneficio, les acarrearía un perjuicio,
inquietud manifiesta por no ver satisfechas sus demandas de obtener una mayor asignación de la recaudación nacional generada en sus entidades de una manera proporcional respecto de las demás entidades federativas, especialmente las que cuentan con mayor pobreza.
La pandemia nos ha hecho repensarnos, los lugares ordinarios de trabajo han sido sustituidos, los autos se encuentran estacionados sin poder utilizarse, salvo ocasionalmente cuando se sale por suministros, la inconciencia campea y otros siguen circulando de forma ordinaria, estamos en una crisis generalizada, la conciencia social actuó al menos en México, antes que el gobierno mismo, estamos en una carrera desigual, frente a una pandemia “democrática” y el recuento de daños no lo veremos el 30 de abril entrante, con seguridad hasta junio se levantará con las reservas relativas el encierro que hoy muchos vivimos, donde podría no haber un “regreso a la normalidad” según Anthony Fauci.
Los modelos de negocios cambiaran, han estado ya cambiando hasta donde se permite derivado de la restricción en su operación, la parte social tendrá que ser revalorada en el futuro, la parte educativa también, no solo respecto de la impartición de la cátedra, sino de las evaluaciones en tiempo real; en materia política la salud será primordial; dudo que la clase política mexicana pueda entender todos estos cambios. @lvarezbanderas