Tigres de arena
Réquiem por México
El pasado viernes 23 de agosto se convirtió en una de las jornadas más oscuras de la historia de nuestro país al concretarse la desaparición de siete órganos autónomos y al votarse en el consejo general del INE la sobrerrepresentación a favor del partido oficial.
Al momento de escribirse esta columna todo se avizora negro pero aún hay instancias judiciales que pueden frenar la dictadura de la ignominia.
Los vergonzosos consejeros del INE que votaron bajo el argumento de seguir una interpretación a la letra de la ley lo hicieron con sesgo y no tomaron en cuenta otros preceptos y argumentos jurídicos que tenían el mismo peso.
Más allá de hacer demasiado técnico el estudio de este tema, no hay que olvidar que la interpretación de la ley siempre debe ser tendiente a proteger los derechos humanos. Con la interpretación oficialista se cae en una contradicción a esta noción.
A reserva de lo que resuelva el tribunal electoral federal, hoy la vida en democracia depende de dos senadores de la república. La perversa orquestación del gobierno federal en contubernio con los grupos del crimen organizado está por asestar el golpe fulminante a la república por la que lucharon Hidalgo, Morelos y Ocampo.
La indiferencia popular es terrorífica y los mexicanos y mexicanas permanecen en sus burbujas, pensando que no participar de la vida pública no les va a afectar. El movimiento de la falsa transformación, conocedor de la idiosincrasia mexicana, apostó por la división y las narrativas falsarias para llegar a este punto. En este contexto, tristemente, para ejemplificar, el Valle de Chalco ya sufre las consecuencias de su voto.
El movimiento oficial en un sexenio robó más, mató más y destruyó más que cualquier otro régimen y ahora sufrirá las consecuencias de sus decisiones. No es menor que Canadá y Estados Unidos ya hayan reclamado y defendido sus intereses de mercado en la región. Los esclavos de la transformación confunden soberanía con suicidio colectivo, una alucinación tenebrosa.
Las notas musicales por la democracia que está por desaparecer se están tocando aún en espera de un milagro que provenga de los órganos jurisdiccionales competentes. Los magistrados electorales tienen en sus manos la vida de la república.
Por último, sólo resta remarcar el grotesco recorrido y pavoneo del presidente en turno y la presidenta electa que se realiza en el interior del país, así como los soliloquios del ambiguo señor Ricardo Monreal y del pérfido Leonel Godoy Rangel, ya que se presentan ante las masas como si fueren los héroes del sistema cuando en realidad son los enemigos del estado mexicano. Godoy nunca pagó sus fechorías en Michoacán ni respondió por el quebranto de las finanzas públicas de esa entidad.
En el caso particular del señor Monreal, él debería estar más preocupado por combatir al crimen organizado en su tierra que en perseguir los jueces y magistrados de este país. Es una desoladora ironía que alguien que se presenta como académico defienda la ignorancia y la insensatez.
Así las cosas con los esclavos de la transformación, así las cosas con las históricas incongruencias de Ricardo Monreal y Leonel Godoy.
Mientras tanto que el réquiem por México siga sonando.
Bismarck Izquierdo Rodríguez
Secretario de Cultura del CEN del PRI
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