Tigres de arena

Perversidad transformadora
La noticia más comentada a nivel mundial es la reciente captura del líder criminal más buscado de este país. Como era de esperarse las declaraciones han comenzado a filtrarse y las acusaciones entre facciones se responden unas con otras, teniendo a la falsa transformación como la gran derrotada en su intento fallido por desmarcarse de la trama más seria que ha manchado a la administración federal que concluye el octubre próximo.
De manera dramática como inverosímil, los gobernadores adeptos a la transformación salieron a defender a su par sinaloense y a través de un reclamo desesperado al unísono buscaron convencer al pueblo de México de una más de sus ficciones.
El mayor problema de nuestra nación es el avance rampante del crimen organizado y su apoderamiento de las estructuras de gobierno. En gran parte del país hay territorios sin gobiernos reales y la aspiración de hacer política se ha convertido en una actividad del más alto riesgo.
El gobierno de México no se ha percatado que el reloj de arena comenzó a correr para ellos y conforme se desahogue el proceso judicial en comento allá en Estados Unidos, la clase política mexicana deberá estar pendiente de la ráfaga de verdades que habrán de exponerse.
Al día de hoy, no hay un planteamiento serio de combate al crimen organizado por parte del movimiento oficial. Las cifras del actual sexenio ponen en evidencia el fracaso en la tarea de garantizar la seguridad a los mexicanos y en comparación con sus antecesores los resultados son abismales. Los casi 200 mil muertos en manos de grupos criminales será su eterna loza. Desde ahora se puede afirmar que esto no cambiará con quien se ha perfilado como nuevo titular del ramo; por el contrario, todo empeorará.
El impresentable gobernador de Sinaloa, así como varios más de su extracción política deberían estar cuestionándose su permanencia en sus respectivos encargos, ya que de acreditarse la relación del mismo con grupos delictivos se estaría ratificando la entrega del Estado a las fuerzas fácticas.
La ensoñación de la falsa transformación es tan perversa como peligrosa. Los motivos ocultos en su reforma al poder judicial se encuentra precisamente el dejar en franca vulnerabilidad al sistema judicial y dar así el tiro de gracia al último reducto de impartición de justicia. La entrega del Estado mexicano al crimen organizado está a la vista de todos.
En la dialéctica irrisoria de la transformación sólo habría que dejar la reflexión en cuanto a qué estarían haciendo ellos si este caso manchara a un gobernador de la oposición. ¿Cómo estarían ellos juzgando desde el tribunal popular? ¿Cuántas narrativas se estarían generando? ¿Cuántas difamaciones y boicots se estarían fraguando? Como ellos son el centro de las equivocaciones prefieren callar e ignorar, resguardándose en el silencio de sus rehenes electorales.
Se vienen los peores días para el movimiento de los fanáticos y del resentimiento. No queda más que sentarse a esperar y ver cómo se les regresará la ola de odio que ellos durante tantos años expandieron.
Bismarck Izquierdo Rodríguez
Secretario de Cultura del CEN del PRI
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