Teléfono rojo/José Ureña
TELEFONO ROJO20170911
2017-09-11
- Monreal: el delegado en Cuauhtémoc no tiene quién le llame… y se va
- En 1997 se marchó del PRI y hoy de Morena por la misma circunstancia
- Y regresará al PRD de manera indirecta, con honores y como candidato
Para su sorpresa, Ricardo Monreal vive como hace 20 años.
Para sorpresa suya solamente.
No para quienes desde hace tiempo –Ricardo Monreal va de traición en traición: Teléfono Rojo, 1 de junio de 2017- advertimos el inminente desprecio de Andrés Manuel López al segundo político con personalidad propia de su propio partido.
Es culpa suya.
Un día preguntaron a Monreal:
-¿Conoces bien a Andrés? –como coloquialmente se conoce en su círculo interno al tabasqueño.
-Por supuesto. Lo único que me interesa es su proyecto.
Hoy ese proyecto es pasado para él.
Ayer anunció la decisión de irse “por dignidad” tras haber sido estropeada por una inexistente o cuchareada encuesta para hacerlo a un lado de la lucha por la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México en 2018 y de la Presidencia de la República en 2024.
Hoy el dolor de Monreal es doble: la traición del falso ídolo y haber sido marginado para lo cual trabajó largo.
Por alguien a quien todavía en enero preguntó:
-¿Todo sigue igual, Andrés? Quiero ser jefe de Gobierno.
-Claro. Todo sigue igual. Tú síguele –le contestó Andrés Manuel López.
REGRESO CON HONORES AL PRD
Vino el cuchareo y Ricardo Monreal ve en retrospectiva.
En 1997 Ernesto Zedillo lo frenó por haber asistido a la presentación de un libro de Manú Dornbierer en Fresnillo y porque leyó un reporte del entonces gobernador Arturo Romodonde lo ligaba con el narcotráfico.
-Y si te hubiera llamado Zedillo, ¿te habrías ido del Partido Revolucionario Institucional (PRI)?
-Seguramente no; me hubiera disciplinado.
-Y si hoy te hubiera llamado Andrés para informarte de su preferencia por Claudia Sheinbaum y de tu marginación, ¿te hubieses ido de Morena?
-No sé. Teníamos un pacto, pero ya cambió.
Pero, en paráfrasis de Gabriel García Márquez, el delegado en Cuauhtémoc no tiene quién le llame –no al menos quien le interesa- y se va.
En 1997 se fue al Partido de la Revolución Democrática (PRD) y, casualidades de la política, ahora regresará a él de manera indirecta pero con honores.
A NINGUN PARTIDO: CIUDADANO
El adelanto:
Ricardo Monreal negocia con cinco partidos su postulación a la Jefatura de Gobierno: PRD, Acción Nacional (PAN), Movimiento Ciudadano (MC), Verde Ecologista de México (PVEM) y Encuentro Social (PES).
Con ellos y Miguel Mancera, el político con mayor estatura pública y solvencia moral para negociar el frente opositor registrado por PAN, PRD y MC ante el Instituto Nacional Electoral (INE) como Frente Ciudadano por México.
Se perfila como candidato ciudadano.
Dante Delgado lo quiere por su partido (MC), pero sería atarse a unas siglas y acaso perder la oportunidad de encontrar el mayor respaldo posible para asegurar su victoria en la capital.
Además, a juzgar por las estimaciones del viajero moreno en España y los preparativos del equipo de Monreal, la emigración puede tardar todavía algunos días.
Claro, situación poco probable, si no hay mayores muestras de desprecio de López y su clan.
-Si se quedara, ya no tendría la misma imagen política –dijo a un monrealista.
-Ni a Morena le sirve –me contesta.