Teléfono rojo/José Ureña
· Todas las bancadas van a juicio en Palacio Nacional
· ¿Están a favor o en contra de la Reforma Eléctrica?
· La General Motors de Silao o el fracaso del T-MEC
Llegó el momento de las presiones.
De los llamados en Palacio Nacional, o en su defecto el secretario de Gobernación Adán Augusto López, con una pregunta simple:
-¿Son o no son?
Es decir, ¿van a favor de la reforma eléctrica (contra reforma, dicen los opositores) o en contra de la pretensión de regresar el monopolio a la Comisión Federal de Electricidad (CFE)?
Hay nombres.
Mario Delgado, quien como presidente del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) no tiene ni voz ni voto en un asunto de esta ni ninguna naturaleza.
Se allana y punto.
Luego está Karen Castrejón Trujillo, formalmente presidenta del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) pero sin peso específico más allá de su designación vía Emilio González Martínez.
El líder real, todos lo sabemos, es senador Manuel Velasco y por supuesto el diálogo con él está vigente en todos los niveles, en todas las escalas de gobierno.
Va a favor.
También está Alberto Anaya, eterno dirigente del Partido del Trabajo (PT) y quien está para obedecer órdenes y no para discutir asuntos de conciencia o ideológicos.
Y al final del oficialismo Hugo Eric Flores, del Partido Encuentro Solidario (PES), hoy sin registro oficial pero con representantes legislativos para acatar instrucciones superiores.
LECTURA DE CARTILLA
También hay disidentes.
Pero va el adelanto:
Adán Augusto López ha citado a algunos legisladores y, depende de su situación partidista y política, el diálogo tiene distintos rumbos.
-Me leyó la cartilla -me dijo un senador al salir de la Secretaría de Gobernación (Segob).
-¿Y? -le pregunté.
-Lo voy a pensar. No estoy de acuerdo con la reforma en los términos que viene… Pero no me gustó el tono del secretario.
Otro dato cierto es: la presión del gobierno ha entrado en etapa definitiva porque a López Obrador, presidente sin oposición, quiere la reforma ya.
La próxima semana comenzarán a llamar a los de oposición: Jorge Romero, de Acción Nacional (PAN), Rubén Moreira, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), y Luis Espinosa Cházaro del Partido de la Revolución Democrática (PRD).
A ver qué resulta de esta lectura de cartilla.
UN T-MEC SIN ÉXITO
1.- Las autoridades estadunidenses no dan mucho valor al recuento sindical en la planta de General Motors en Silao, Guanajuato.
¿Por qué?
Por muchas razones.
En primer lugar, han documentado los interventores de Estados Unidos, participó Arturo Alcalde, papá de la secretaria del Trabajo y Previsión Social, María Luisa Alcalde.
El está identificado con organizaciones de abogados democráticos desde hace tiempo y ahora le agregó distorsión a la operación oficial contra la Confederación de Trabajadores de México (CTM).
En segundo, porque el cetemista Tereso Medina promete seguir la lucha para evitar a consumación de, a su juicio, este despojo.
Mientras, todo sigue indefinido: no hay contrato colectivo de trabajo, los obreros están al garete y nadie observa el Tratado Estados Unidos, México y Canadá (TEMEC), como lo bautizó Donald Trump.
Y 2.- ayer quedó sellado lo dicho aquí hace dos semanas: Petróleos Mexicanos (Pemex) apapacha al Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM).
Por ello corteja a Manuel Limón, hombre octogenario y enfermo pero incondicional del ex dirigente Carlos Romero Deschamps.