Tacicuaro y Cuanajillo/Gerardo A. Herrera Pérez
Tacícuaro y Cuanajillo.
Gerardo A. Herrera Pérez.
El diseño de una política pública para la atención de problemas sociales, debe de abordarse desde la metodología que más impacto pueda generar en beneficio de la población. En el caso de la atención de fortalecer valores, a favor de evitar la violencia o acoso escolar, dicha metodología puede utilizarse desde la comprensión del pensamiento de la complejidad.
Es decir, avanzar en la atención de un modelo holístico y sistémico que nos ayude a trabajar con todos los miembros de la comunidad educativa, y bajo la atención y revisión del mayor número de aristas para atender transdisciplinariamente las problemáticas.
Durante estos años, la Comisión Estatal de los Derechos Humanos ha utilizado un modelo de política pública, que tiende a la atención de quienes están involucrados en los procesos sociales; en el caso de la educación básica: docentes, directivos, operativos, alumnado, padres de familia. Ello, ha permitido atender escenarios que contribuyan a la cohesión social, de cultural para la paz y desde luego, con el modelo de cultura de los Derechos Humano.
Durante estos meses se trabaja en distintos municipios y localidades de Apatzingán, Ciudad Hidalgo, Pátzcuaro, Irimbo, Contepec, Charo y otros, como la capital del Estado, Morelia. Aquí en Morelia, se han visitado diversas tenencias como la Tenencia de Tacícuaro, la Aldea, Irapeo, Capula, y otras, pero también se asiste a encargaturas del orden como Cuanajillo, o bien, Los Llanos.
Durante estos encuentros en planteles de educación básica: preescolar, primaria y secundaria, se realizan actividades desde acciones culturales y de la enseñanza de los derechos humanos. Principalmente se trabaja bajo dos esquemas; el primero, un teatro guiñol con la obra la “Ciudad de la Esperanza”, que destaca valores y principios de convivencia; en tanto que la segunda, prevé el trabajo en la enseñanza de la cultura de los derechos humanos, en donde se avanza con las obligaciones de los padres frente a los hijos, y los derechos de los hijos y responsabilidades de estos, así como los compromisos del servicio público de los docentes en el ejercicio del derecho humano a la educación.
Señaladamente hoy en Tacícuaro, se trabajó con el centro escolar Santos Degollado y cuyo Director Francisco Serafín, docente generoso y responsable, quien brindo todas las facilidades para el desarrollo de la obra de Teatro Guiñol “La ciudad de la esperanza”, con cuatro actores en escena, en cuya disertación brinda la importancia de valorar los derechos humanos, la inclusión, los valores, así como la cohesión social. Esta acción fue gracias a los acuerdos que se tomaron con el señor Enrique Hernández vecino y promotor de la liga de Futbol de la localidad, quien estableció los acuerdos y compromisos con el Director Francisco Serafín para desarrollar las actividades, en beneficio de los alumnos y docentes.
Posteriormente, se asistió a una acción programada con las autoridades del Centro Escolar Miguel Hidalgo, en la localidad de Cuanajillo, la cual es dirigida por la directora Esther Becerra. La escuela primaria esta sustenta sobre varios ejes (producto de un trabajo permanente y comprometidos de la dirección y los docentes): primero, es una escuela libre de violencia, segundo, una escuela que fundamenta su acción en los valores, es decir en el humanismo y el respeto a la dignidad humana y tercero, es una escuela donde los niños aprenden a respetar la otredad y a la búsqueda de hacer alteridad y solidaridad con sus pares, con sus amigos, con sus compañeros.
Durante el encuentro se llevaron a cabo trabajos de reflexión con todos los grados escolares para explicar la cultura de los derechos humanos, y la cultura de la paz y convivencia social. Adicionalmente se presentó la obra de Teatro Guiñol, y se trabajó de manera ordenada, generosa y ampliamente asertiva, donde los niños y las niñas lograron identificar el hilo conductor de la obra y rescatar los valores, derechos y procesos de inclusión social.
Debemos de reconocer la empatía y la gran asertividad que mantiene su profesor de educación física de la escuela Miguel Hidalgo, el profesor Mauricio Cuadra, quien en todo momento se mostró atento para que el programa resultara un éxito, por ello, agradecimiento a la directora Esther, al profesor Mauricio y los docentes que fueron siempre comprensivos y atentos.
Al finalizar como en todos los eventos y a manera de legitimar y resignificar el contenido del interés superior de la niñez, los niños y las niñas expresaron una máxima, es decir, reconocieron el valor que tienen los niños y las niñas de Cuanajillo y quienes participaron recibieron el cariño, el abrazo fraterno y la emoción de saberse reconocidos por el trabajo realizado a favor de la niñez.
Tanto en Cuanajillo, como en Tacicuaro, se entregaron materiales didácticos para ser utilizados en el proceso de enseñanza aprendizaje de la cultura de los derechos humanos; se desea el mejor de los éxitos para un aprendizaje en complementariedad.
Por otro lado, vaya nuestro saludo a quienes desde el Órgano Autónomo realizan actividades para la promoción cultural de los derechos humanos.