Será otro año histórico

Nuestro país vivirá— de nueva cuenta— un ejercicio electoral. Será el más grande de la historia por el número de espacios o posiciones que estarán en juego. De hecho, actualmente estamos en proceso de precampaña para la silla presidencial y, con ello, la antesala para que se oficialice el arranque de trabajos proselitistas de carácter público y que, al final de cuentas, serán los mecanismos o instrumentos que lleguen a la población civil para tomar decisiones. Entendemos que, con eso, estamos entrando en una etapa histórica para el territorio nacional. O sea, es otro de esos momentos en que todo gira en torno a la transición de poderes que muy pronto se pondrá en marcha.
Hay, sin duda, muchos elementos que indican el triunfo inminente de Claudia Sheinbaum en la elección presidencial. Tan solo en el mes de diciembre, la precandidata de Morena promedió el porcentaje más alto de intención del voto. En algunos casos, por ejemplo, tiene en un poder una ventaja de más de 30 puntos que la respalda como la preferida de las mayorías. Ahora, si consideramos que la oposición está en pleno descenso político y con una enfermedad patológica llamada desencanto de la ciudadanía, las condiciones se vuelven todavía más propicias para el lopezobradorismo en vísperas del arranque. De hecho, sería un error poder precisar la estimación, sin embargo, podemos asegurar que, con gran legitimidad, Morena se alzará con la victoria el próximo mes de julio.
Por esa sencilla razón y por segunda vez consecutiva, será un año histórico que marcará un precedente importante por la llegada de una presidenta al poder ejecutivo. Claudia Sheinbaum, en ese sentido, llegará a Palacio Nacional, esencialmente por lo que representa el proyecto que está construyendo y, lo mejor, al que dará continuidad. Lo dijimos claramente: la precandidata de Morena tiene al mejor equipo de trabajo para operar la elección. Uno de ellos, claro está, es el propio Ricardo Monreal. Tratándose de una voz experimentada y capacitada para este tipo de coyunturas políticas, Sheinbaum tiene asegurada una planeación y organización de primera.
Pero no solo será la logística la que pondrá en marcha Ricardo Monreal, sino toda la experiencia y madurez para operar en todo el país. Es un hecho que, el zacatecano, vive su mejor momento de lucidez política. En ese sentido, ha alcanzado un nivel de otras latitudes como para que brote todo el potencial que, por supuesto, pueda sacarle provecho Claudia. De hecho, hemos visto la capacidad que le imprime Monreal a cada una de sus encomiendas. En el Senado de la República, por ejemplo, fuimos testigos de la magnitud que, para el caso, ha significado como el principal sostén de las políticas públicas todas aquellas reformas constitucionales que, gracias a él, salieron adelante.
Como ha dicho el mismo Ricardo Monreal, todo se construye con trabajo. Por esa sencilla razón, Claudia Sheinbaum está capitalizando todo el respaldo social. Tiene, como el presidente en su momento lo tuvo, las bases para continuar profundizando las acciones y, de paso, la voluntad de cargar con la enorme responsabilidad que significa llevar el timón del país. La prueba más contundente es la ola de simpatía que ha movilizado a lo largo y ancho del país. Eso, por supuesto, abre la puerta para que Morena gane la elección por segunda vez consecutiva y, con ello, siente un precedente histórico.
En los meses previos a la votación, Claudia, Ricardo Monreal, Adán Augusto y Mario Delgado, han demostrado, como primer círculo de confianza, que la elección se jugará con la mayor seriedad posible. Al mismo tiempo, habrá espacio suficiente para lograr imprimir un estilo que, de hecho, Sheinbaum ha sabido madurar con el paso de los años. Ella, ya lo dijimos, ha tomado el bastón de mando con mucha responsabilidad. Las decisiones, por ejemplo, se notan que son las más inteligentes y, por supuesto, consensuadas en el cuarto de guerra por sus principales operadores. Entre ellos, queda claro, la mente brillante de Ricardo Monreal.
Será otro momento histórico: Claudia Sheinbaum ganará la elección presidencial.