Santiago y El Rufo/Santiago Heyser Beltrán
Santiago y El Rufo
“Comunicación social y política…”
Un común denominador encuentro en nuestra clase política, salvo honrosas excepciones: el protagonismo, la estridencia y la mala comunicación.
R- Guauuu, mi Santias, antes de orientar sobre comunicación política, una perruna reflexión: si bien es legítima la aspiración para obtener un puesto de gobierno o de representación, esta aspiración no debe estar por delante del compromiso de servir con eficacia, es decir: por ética, no deben anteponer su interés o beneficio al de la colectividad a la que pretenden servir. Dicho con palitos y bolitas, pongo un ejemplo imaginario de mi perruna imaginación imaginativa: no deben aspirar a presidir la Comisión Nacional de Derechos Humanos, si no tienen: A.- La capacidad, B.- La independencia de criterio para hacer su trabajo en servicio de la ciudadanía y no del Presidente o del gobierno en turno, C.- Contar con una poquita de experiencia, D.- Tener un mínimo de respeto por el compromiso que representa presidir la CNDH, y F.- Ser gente decente y no vividores de la política. Lo mismo podría decir de quienes, de forma tramposa arreglan votaciones en el senado para poner en la CNDH a peones del presidente en turno, pero hoy no vine al caso. Una vez dicho lo anterior y con la expectativa de que los aspirantes a políticos, funcionarios, gobernantes o representantes sean gente con moral, ética, capacidad y cuando menos un poquitín de experiencia para el puesto al que aspiran, lo sé, es otro imaginario de mi mente calenturienta pues pido peras al Olmo;… sigo con el tema: decía que, bajo “el supón”, de que los aspirantes a candidatos sean gente de valía, honesta, capaz y de buenas costumbres, lo que sigue es comunicar con eficacia las propuestas y el perfil del aspirante: A.- Para que quienes ostentan poder real, lo apoyen, B.- Para que el partido en el que milita, lo considere un buen candidato y lo proponga, y C.- Para que el electorado vote por él o ella.
S- No parece difícil, mi Rufo.
R- Grrr, difícil no es, sencillo tampoco. Para conseguir que esa tres fuentes de decisión, poder real, partido político y electorado lo apoyen, lo primero es clarificar un objetivo o aspiración del futuro candidato para definir qué y a quienes quiere comunicar: No es lo mismo aspirar a Presidente de México que a Gobernador o Secretario, diputado o senador o a Presidente Municipal, delegado o funcionario de medio pelo. El mensaje, opino, debe estar en función de la aspiración o deseo y del propósito, para que el público objetivo empate el mensaje con la intención del aspirante y así darle su apoyo.
S- Muy bien, mi Rufo.
R- Guau, continúo. Una vez definida la aspiración (objetivo), lo siguiente es “cabildear” para ver: ¿qué otros aspirantes hay?, dentro y fuera de su partido político, y de esa manera adecuar el mensaje ideal para el público objetivo ya descrito, en función de la aspiración y para hacer diferencia con la competencia política.
S- Me temo que con tus propuestas, los aspirantes, si son funcionarios van a dejar de hacer lo que hacen para promoverse de inmediato, mi Rufo.
R- Auuu, buen punto mi Santias, pero hay leyes. Dadas las restricciones legales respecto a promoción de candidaturas en tiempos no electorales, se tienen varios elementos a considerar para no verse tan tramposo y gandaya como la Sra. Claudia Sheinbaum, que abandona sus responsabilidades en CdMx para placearse por la república del brazo de YSQ.
S- No viene al caso decir nombres, perro.
R- Auuu, pido disculpas, mi Santias. Después del pequeño exabrupto, regreso al tema; las formas de comunicar son diversas, algunas directas, otras indirectas, pero siempre con la meta de posicionar el nombre, de manera positiva, de ellas deben escoger las más efectivas en función del pre$upuesto que se tiene.
S- Si lográramos que todos se ajusten a un presupuesto y no infrinjan los límites de gastos de campaña, es decir, que no hagan trampa, sería ganancia mi Rufo.
R- Guarf, guarf, guarf, no me hagas reír que traigo mis perrunos labios partidos, mi Santias, bien sabes que eso no va a pasar, así que volvamos al tema... Los canales o medios para comunicar dependen del puesto que se tiene y el apoyo institucional con el que se cuenta: estos pueden ser oficiales (institucionales) como comunicados o publicaciones del gobierno o de instituciones del gobierno y no oficiales, como: artículos, entrevistas, conferencias, debates, logros que sean noticia, etc. Un recurso adicional es usar también canales, no oficiales como Twitter, Facebook, periódicos, tv, radio, grupos de Whatsapp, reuniones con grupos y organizaciones, etc.
S- Me atrevo a decir, perro, que lo siguiente es comunicar de manera inteligente, por ejemplo, no se le puede decir a 30 millones de personas que son idiotas porque, después de que fueron robados, engañados, defraudados y esquilmados por años, no votaron por mi candidato… y esperar que reflexionen y voten de manera diferente la próxima vez;… pero de ello, de ello platicaremos en el siguiente artículo pues en este se acabó el espacio
R- Guauuu... ¡Así de sencillo!
Un saludo, una reflexión.
Santiago Heyser Beltrán
Escritor y soñador