Santiago y El Rufo/Heyser Santiago
“Migración o invasión”
¡No!, no estoy en contra de ayudar al prójimo; estoy en contra de cargar con los problemas del prójimo.
S- Mi Rufo, una buena regla en la vida es que cada quién se haga responsable de su situación y de sus problemas, es la única manera en la que uno mismo puede resolver lo que está mal; de otra manera, si hacemos responsables a otros, entonces tendremos que esperar que esos otros resuelvan nuestros problemas y nuestras vidas quedan fuera de nuestro control; me explico: imaginemos que culpamos a nuestros padres de nuestra situación o de un problema; entonces, dado que es responsabilidad de ellos, en ellos estará dar solución a lo que nos aqueja, no en nosotros. Lo mismo si culpamos al gobierno, o al Presidente, o a nuestros maestros o a los gringos… Muy diferente si asumimos nosotros la responsabilidad sobre nuestra situación, sobre lo que no nos gusta o sobre los problemas que nos aquejan; en ese caso en nuestras manos está el tomar las decisiones y llevar a cabo las acciones para cambiar lo que incomoda o para resolver nuestros problemas y… ¡Así tomamos el control de nuestra vida!
R- Grrr, me parece simplista tú análisis y propuesta, mi Santias. Tomemos como ejemplo el tema de los migrantes, en mi opinión, los salvadoreños tienen un narco gobierno, es decir, están gobernados por delincuentes que los explotan y en muchos casos esclavizan, situación que con sus variables se reproduce en Haití y hasta en México, en un entorno en donde la gente no tiene oportunidades de trabajo, el control de los bienes de capital lo tienen los malandros y la tierra ya tiene dueño, por lo que desde que nacen, nacen pobres y sin esperanza de alcanzar una vida digna; ¿qué pueden hacer ante esa realidad?
S- Rebelarse, mi Rufo, organizarse, armar una revolución, luchar por su derecho a tener una vida digna… ¡cambiar de gobierno!; en pocas palabras ¡Resolver sus problemas en su tierra!, ¡en su país!... Me explico: Quizás no sea el mejor ejemplo, pero si el más actual: los Talibanes se hartaron de la invasión gringa y después de 20 años de lucha, los mandaron al carajo, es decir, en su derecho a vivir a su manera, con sacrificio y determinación y luchando mandaron al demonio al ejército más poderoso del mundo; cosa que, después de años de lucha, también hicieron los vietnamitas en 1975. Es decir, cuando un pueblo quiere, puede y hace realidad la consigna de que: “Un pueblo unido jamás será vencido.”
R- Grrr, creo que lo simplificas mucho, mi Santias; para empezar no todos tienen la capacidad y el coraje para enfrentar sus problemas, segundo, no todos tienen el carácter para tomar la decisión de arriesgar la vida con tal de ser libres.
S- En ese caso, mi Rufo, serán sojuzgados y esclavizados por débiles, incapaces o cobardes. De otra manera, lo que infieres, perro, es que están en su derecho de llevar sus problemas a otros, para que otros se los resuelvan, lo que no comparto… Además, en tiempos de pandemia en donde toda movilización humana sin control sanitario representa un riesgo para la población receptora, la migración es agresión… Con un agravante en el caso mexicano, si el país que eligen para migrar o transitar no los quiere recibir, entonces usan la violencia para entrar; es decir: “por la buena o por la mala nos hacen corresponsables de sus problemas”, lo que es inaceptable.
R- Auuu, lo sé, mi Santias, y tienes razón, las imágenes no dejan lugar a duda, los migrantes centroamericanos y haitianos, más de cuatro mil, comentan los noticieros, se enfrentaron y vencieron a la Guardia Nacional de México, quienes, haciendo uso del derecho internacional y de las leyes mexicanas, pretendía detener la caravana del paso ilegal y sin control por territorio mexicano. Cito a Joaquín López Dóriga: “Una nueva caravana migrante que avanza por Tapachula, Chiapas, con destino a la Ciudad de México rompió el cerco que mantenían elementos de la Guardia Nacional y el Instituto Nacional de Migración en el punto de control migratorio Viva México.”…
S- A eso me refiero, mi Rufo, entrar por la fuerza no es migración, es invasión y es una pena que el gobierno de México no tenga ni la capacidad, ni la voluntad de cumplir con las leyes mexicanas y sigan permitiendo que nuestras fronteras sean una coladera que genera asentamientos humanos inhumanos e irregulares, problemas de salud, de higiene y problemas sociales y de inseguridad; la del norte para contrabandear, con la anuencia del gobierno gringo, armas para dotar a la delincuencia organizada de México (Fast&Furios), y la del sur, para permitir la entrada sin control del Covid y de drogas, armas y Kaibiles renegados (mercenarios para reforzar las huestes del crimen organizado), lo que en conjunto tiene a México bañado en sangre y a territorios completos bajo el control del narco, mientras la ciudadanía sufre altos índices de contagio y muerte… Concluyendo, mi propuesta de solución a los problemas de otros pueblos, a partir de que sus problemas son de ellos, es ayudarlos en su lugar de origen, de la forma que mi propuesta para evitarnos problemas adicionales a los que ya tenemos, es impedir la entrada ilegal de personas y el contrabando de armas y drogas que lesionan a nuestro pueblo, es decir, combatir frontalmente toda invasión o ingreso ilegal a territorio mexicano… Así de sencillo.
Un saludo, una reflexión.
Santiago Heyser Beltrán
Escritor y soñador