Santiago y El Rufo
“Hablemos de sexualidad”
Mi Santias, me gustó como abordaste el tema de la sexualidad humana en el 2023; los animalitos lo tenemos claro, somos seres sexuales ¿Por qué los humanos lo niegan o tratan de ocultarlo?
S- ¿Qué te contesto perro?, cuando es un hecho que los humanos no solo negamos nuestra sexualidad, que nos es natural e instintiva, sino que atropellamos a la misma naturaleza que sostiene la vida; así atentamos contra el agua, el aire, los bosques y toda expresión de vida, incluida la nuestra. Mi conclusión es que no estamos enseñando a vivir a nuestros hijos y como consecuencia, los adultos no sabemos vivir; los que nos genera un estrés permanente y una insatisfacción que reflejamos en nuestros actos; por eso insisto en un seminario para: Aprender a Vivir.
R- Guauuu, pues eso me parece perfecto, mi ínclito amo, porque en tanto los humanos no aprendan a vivir, todos estamos en riesgo por sus estupideces.
S- Deja y te comparto parte de la teoría, mi Rufo: Hace un años comencé mi artículo con una reflexión que vuelvo a compartir: “No conozco en nuestro medio, a un padre a una madre o a una escuela que nos enseñe a disfrutar de nuestra sexualidad en las diferentes etapas; por cuestiones moralinas y de control derivadas de una formación restrictiva en lo social, familiar y religioso; la mayoría de los padres mexicanos y latinoamericanos, satanizamos la sexualidad y la estigmatizamos cuando es un don de la vida y de la evolución natural, y, para quienes son creyentes, es un don de Dios que decidió hacernos seres sexuales,… por si no te habías dado cuenta, estimado lector.”
De ahí, mi estimado Rufo que por cuestiones ajenas a nuestra naturaleza, la mayoría de las personas prefieren ignorar o evadir sus problemas antes que enfrentarlos, compartirlos y resolverlos. hablar de ellos les estresa y sin darse cuenta viven en una tensión permanente ante la realidad de no vivir sus vidas en plenitud, así, optan por la inevitable mediocridad y evaden el esfuerzo consciente de hacer algo para vivir bien; quizás por la resistencia al cambio y el miedo a romper con los dogmas y paradigmas que rigen sus vidas (incluido los sexuales), por ello, por temor a lo desconocido y apatía, cancelan la oportunidad de vivir la vida a todo lo que da y como resultado alcanzar su máximo desarrollo a partir de lo que enseñaba el maestro Faustino (qpd): “Las personas venimos a está vida a crecer y así, en el tiempo que tenemos de vida alcanzar nuestra propia plenitud…”
La semilla de trigo es en acto semilla, pero en potencia es espiga; de la misma manera los seres humanos nacemos con muchas limitaciones y muchas potencialidades, depende de nosotros desarrollarlas para crecer, pero, a diferencia de la semilla de trigo que no decide su destino, nosotros decidimos que hacer con nuestra vida. En otras palabras, el ser humano tiene en sus manos alcanzar su total desarrollo durante el tiempo que tiene de vida, si vive “despierto” y asume la responsabilidad de conducir su vida a través de sus actos, solo así y aprendiendo de sus errores, el ser humano puede llegar a ser lo que en potencia puede ser. De no hacerlo, su destino será quedarse en semilla, sin crecer, hasta morir frustrado y muchas veces, y es lo peor, sin darse cuenta de que su vida no fue suya porque otros la decidieron.
R- Guarraguauuu, mi Santias ¡Tienes razón!, en tanto las personas no se conozcan en cuerpo, mente y alma, pues cometerán errores, ya sea por desconocimiento, por inducción y/o por adoctrinamiento de las religiones, los gobiernos, las familias, la sociedad o la publicidad comercial. Lo que me recuerda los dos grandes inventos que la humanidad ha ideado para controlar a las personas, a las masas: 1.- El pecado, y 2.- La televisión. Con el primero controlan tu naturaleza y te convierten en borrego, que no oveja, a cambio de una vida eterna que ve tú a saber si existe; pero que obviamente no se gana atentando contra la naturaleza que en ti puso el Creador; con el segundo programan tu mente para controlarte en beneficio de grupos de poder o para convertirte en consumidor y como consecuencia idiotizarte para facilitar tu manejo; con ambos inventos el ser humano vive dormido y su vida depende de directrices ajenas, lo que genera frustración y angustia, de ahí la necesidad de. Aprender a Vivir y “despertar”… Así de sencillo.
Un saludo, una reflexión.
Santiago Heyser Beltrán
Escritor y soñador