Hablando en serio
“ISSSTE, desabasto que parece robo”.
Piensa mal y acertarás. Pensamiento de Maquiavelo en su obra: El Príncipe.
En las instituciones de salud del estado, el IMSS y el ISSSTE te cobran cuotas a cambio de otorgar un servicio que debe ser de calidad, oportuno y eficaz; ello incluye atención oportuna de médicos y especialistas y surtir las medicinas; no otorgarlo con eficacia y oportunidad y no surtir las medicinas completas, es por ende un robo, ya que se cobra por un servicio y una prestación que no se otorgan; donde, hasta hoy, el Sr. Sheffield y la Profeco se han hecho patos con mis reclamos.
Tengo cardiopatía dilatada y por ello me recetan dos medicamentos controlados en el ISSSTE Celaya, en donde, por cierto, la atención de médicos y enfermeras es excelente, pero, donde recurrentemente no tienen algunas medicinas que necesito, lo que me obliga a realizar un gasto adquiriéndolas por fuera, a pesar de que se pagaron las cuotas para que me otorgaran el servicio completo, incluidas las medicinas.
Eventualmente, al no surtir una medicina, me devuelven la receta y me avisan, cuando, aproximadamente, la tendrán disponible. Cuando se puede, me espero a la fecha indicada y regreso para que me surtan la medicina pendiente, cuando es urgente tenerla o no tengo en casa, simplemente la compro. Cabe aclarar que cada vuelta a la farmacia del ISSSTE en Celaya, representa entre 45 minutos y una hora de cola, ya que la atención en farmacia es lenta y burocrática. En el caso de las medicinas controladas, Valsartan y Dapaglifozina es peor, ya que, cuando las surten tarde, aún con receta no la vuelven a surtir antes de 30 días, es decir, si yo tengo que ir al Médico por mis recetas cada día primero y por desabasto me surten la Dapaglifozina el día ocho, al mes siguiente tengo que ir al médico el día primero por las medicinas si surtidas y, aunque haya existencia de Dapaglifozina, no me lo surten hasta pasados los 30 días, es decir, tengo que regresar el día ocho de nuevo con el riesgo de que ya no haya existencia y me obligue a una nueva compra y/o a hacer cola de nuevo en otro día con el consiguiente retraso y pérdida de tiempo de vida. Esto es tan grave esto, que eventualmente tengo que hacer cola tres veces por mes, además del gasto al comprar en farmacias del sector privado, lo que necesito y que, con un simple, no hay, me niega la institución.
Ahora bien, el colmo se presentó el día 17 del presente, cuando, con mis recetas fechadas día 16 me presenté en la farmacia del ISSSTE en Celaya, la receta de a Dapaglifozina venía junto con la del ASA (aspirinas), la entregué, y la señorita de ventanilla en la farmacia me indicó que no tenían la Dapaglifozina, le pedí mi receta de regreso indicándole que no me surtiera el ASA y se negó, con el argumento de que en el siguiente mes me daría una nueva receta el doctor. Cabe destacar que el costo de los medicamentos controlados es alto, en el caso de la Dapaglifozina es de aprox. $1,400 pesos la cajita mensual. Al no regresarme mi receta, me impidió la dependienta el que yo regrese en una o dos semanas a surtir la medicina y de facto me obligó a gastar en ella… Ahora bien, ¿por qué en esta ocasión se negaron a regresarme la receta?, existe la posibilidad de que con MI RECETA se extraiga el medicamento de la farmacia y se crea un mercado negro con medicinas NO surtidas y extraídas de la farmacia con las recetas de los pacientes; en otras palabras, se abre la posibilidad de robar al paciente y al ISSSTE a través de las recetas no surtidas que se les recogen a los pacientes, asunto que afecta el dinero de los afiliados y compete a las autoridades y directores del ISSSTE, a las que por este medio hago de su conocimiento el riesgo.
Propuestas para el ISSSTE: 1.-Regresar al paciente las recetas no surtidas, para que se le pueda surtir al haber existencias. 2.- No posponer la entrega de medicamentos controlados con el pretexto injusto de que no han pasado 30 días. El retraso no es responsabilidad del paciente y no es correcto hacernos perder el tiempo haciendo colas en la ineficiente y burocrática farmacia. 3.- Si no es mucho pedir, sistematizar las recetas en consultorio y eficientar el servicio de farmacia sistematizándolo también, y 4.- Tener inventario completo de medicinas, lo que es muy sencillo, ya que al sistematizar la recetas de quienes tenemos consulta recurrente, de antemano se conoce la demanda y se puede surtir el almacén, los medicamentos de personas que no tienen consulta recurrente se pueden manejar con un método estadístico y así tener existencia siempre. Ahora bien, si el desabasto en farmacia es por falta de recursos o ineficacia en las compras, el asunto se convierte en un tema legal y moral, moral porque tener personal ineficiente en compras es inmoral e ilegal porque, como dije al principio, el cobrar por un servicio o producto que no se presta o no se entrega, simplemente es robo… Así de sencillo.
Santiago Heyser Beltrán
Escritor y soñador