Sanación: un derecho humano/Gerardo A. Herrera Pérez
Hablar de la Sanación nos hace entrar en un mundo de complejidades y desde ahí construir conceptualmente la idea de “curar con fe y amor para atender la salud de las personas”; eso fue el inicio de los disertantes del Encuentro Digital de Neuronas: Silvia Hernández desde Queréndaro, Humberto Novelo, desde Mérida, y Maribel Aguilar desde Lázaro Cárdenas.
Cada una de las maestras sanadoras y el maestro quiropráctico con la sabiduría de los pueblos Mayas, dejaron ver entre los asistentes que existe un holismo en la medicina tradicional como prácticas, enfoques, conocimientos y creencias sanitarias basadas en plantas, animales y/o minerales, terapias físicas, mentales y espirituales, así como de sanación, aplicadas de forma individual preferentemente, aunque en ocasiones puede ser esta ayuda en lo colectivo. Es decir cada uno de ellos, se expresa de conformidad con su formación y las tareas y sabiduría que han adquirido.
La sanación alude a las ideas, conceptos, y prácticas relativos a los desequilibrios físicos, mentales o sociales de una persona o bien en una comunidad, que explican la etiología (origen de la enfermedad), nosología (origen y límites del conocimiento) y procedimientos de diagnóstico, pronóstico, curación y prevención de las enfermedades, y promoción y recuperación de la salud a través de reestablecer el equilibrio.
Desde los documentos sustantivos de la Organización Mundial de la Salud, así como de la Organización Panamericana de la Salud y el Pacto Internacional de los Derechos Económicos Culturales, Sociales y de Medio Ambiente la salud y las Convenciones y los Convenios de la OIT de los Pueblos Tribales y originarios, la salud debe ser entendida como la armonía entre las dimensiones físico-biológica, histórico-cultural, natural y espiritual, la primera incluye el bienestar corporal, la segunda define la interpretación-explicación sobre el origen, desarrollo y resolución de la enfermedad; la tercera incluye los elementos (agua, aire, fuego, tierra), las plantas, los animales, los fenómenos naturales (luz, relámpago, trueno) y sus espíritus; y la cuarta presenta dos ámbitos, el primero implica los espíritus y energías positivas que conducen a la enfermedad cuando la persona se distancia de su cultura (hedonismo, narcisismo, la búsqueda del éxito, del placer, de los valores individuales), y la segunda incluye los espíritus negativos que son utilizados por algunas personas para desencadenar la enfermedad en otras.
Las dimensiones aludidas no son independientes sino que constituyen una unidad que se mantiene en movimiento, en la medida que todas se contienen, en la dimensión natural coexisten elementos de la madre naturaleza (Pachamama) y sus espíritus; lo espiritual es un elemento distintivo de la historia grupal y todas, la natural, la histórica y la espiritual, determinan la presencia de las afectaciones físicas-biológicas, y también emocionales, cuando no permiten al ser humano encontrar la paz corporal por el egoísmo, dolor guardado, amargura, envidia, odio, el sin amor, entre otros sentimientos y emociones.
De esta manera la sanación se practica en todas las latitudes del planeta, los actos para impulsar estas acciones deben ser acompañadas de fe y amor para la salud de la persona; la sanación utiliza como medicina el amor, el corazón y el alma como energía, la libertad, así como la esperanza, la fraternidad.
De esta manera concluimos que el dominio espiritual es la base de la explicación de la causalidad, manejo y sanación de muchas enfermedades.