Salvemos al cerro del Moral/Julio Santoyo Guerrero
Desde el viernes por la mañana está en llamas el cerro del Moral. El cerro del Moral se alza al sur de los planes de Villa Madero y constituye una de las reservas naturales más importantes con que cuenta la región. Hasta este domingo 29 el fuego había consumido más de trescientas hectáreas.
Iniciaron muy pronto los incendios forestales en este municipio. Aún no termina el mes de enero y ya se inaugura la infausta temporada de quemazones. La temporada de carbonización de bosques se inaugura, como ocurre con la mayoría de los casos, con un incendio provocado.
La ambición por ampliar los cultivos aguacateros es la causa de este impulso pirómano y devastador. El evento confirma la velocidad y firmeza de la expansión aguacatera en este municipio; el hecho es otro desafío para la justicia ambiental que hace mucho tiempo parece rebasada por el poder de los gerentes del oro verde.
Esta temprana conflagración es un aviso de lo que se espera en Michoacán en la temporada de estiaje. Las condiciones climáticas en este año desafortunadamente no ayudarán a contener los incendios. Las lluvias invernales, que los campesinos conocen como cabañuelas, han estado ausentes y la cubierta vegetal se ha secado ya.
El monitoreo que realiza la Conagua con respecto a los indicadores de sequía en la república mexicana sitúa a Michoacán, en enero de 2023, en rangos que van de Sequía Moderada a Anormalmente Seco. Lo cual es una mala noticia para los bosques michoacanos.
A lo anterior se debe agregar la voluntad codiciosa de quienes dominados por los delirios que les ocasiona la fiebre por el oro verde, se lanzan cada vez con mayor determinación, a expandir sus cultivos aguacateros a costa de los bosques.
Frente a la pérdida irreparable de la riqueza de flora y fauna en el cerro del Moral debe esperarse que las instituciones gubernamentales emitan la declaratoria para rescatar toda la superficie del cerro. Prácticamente toda la cara sur de esta serranía ha sido dañada. El lugar necesita de un plan de intervención ambiental para que se recupere la vida natural calcinada. Incluso deben tomarse medidas extraordinarias para evitar que la zona vuelva a ser incendiada como ya ha ocurrido en otros lugares.
Las consecuencias de esta tragedia ambiental provocada se reflejará en la disminución de la infiltración hídrica en el subsuelo y la desaparición de los escurrideros que llevaban agua a los ecosistemas y pobladores de tierras abajo. La tierra caliente de Madero incrementará su penalidades para acceder al agua.
A pocos días de que ocurra el Super Tazón y mientras están arribando a los Estados Unidos 110 mil toneladas de aguacate, no puede seguir ocultándose el ecocidio que hay atrás de la mitad del aguacate que se produce en el estado y que allá y acá se consume gozosamente. La huella ecocida, constituida por incendios provocados, cambio de uso de suelo, tala ilegal y concentración de agua, es un escándalo para México y Estados Unidos que firmaron un acuerdo comercial en donde se estable con claridad que la producción no debe llevarse entre los pies la riqueza forestal de la nación.
Mientras no exista una certificación ambiental de este fruto que garantice que el aguacate que llega a cualquier mesa procede de prácticas congruentes con el cuidado de bosques y aguas no habrá freno a tragedias ecológicas como la que está en curso en el cerro del Moral.
Si no se establece esta certificación ambiental veremos en pocos años en el mercado nacional e internacional el aguacate producido en las huertas inducidas en un cerro del Moral talado y calcinado.
Al cierre de esta nota, el domingo 29 por la noche, el cerro seguía en llamas lo que implica que los brigadistas y voluntarios seguirán tratando de controlar el fuego el lunes.
Salvar al cerro del Moral es una tarea inapelable para los maderenses. Este gigante no sólo es paisaje, es cultura, es espiritualidad, y es el principal proveedor de servicios ambientales para sus pobladores. Los voluntarios que deseen participar con trabajo, agua, alimentos, herramienta y logística pueden comunicarse a la Dirección de Ecología y Medio Ambiente del municipio de Madero.
En Madero no se debe permitir un incendio más. En nuestros bosques nos va la vida.