Rueda de molino/Jorge Hidalgo Lugo
Rueda de Molino
Se le aparece el “Ánima de Carácuaro” y acalambra a López Obrador
Jorge Hidalgo Lugo
Enfrascado como está en defender lo indefendible y justificar lo injustificable, el (des)gobierno federal hecho mano de lo más impresentable de su repertorio y eligió al florero Hugo López-Gatell para que en un foro a modo, con aliados a la deformación de cuarta, se pusiera contra la pared a los padres de niños enfermos de cáncer, que insisten en encontrar salida para obtener medicamentos que no hay en el mercado, supuestamente como parte del combate a la “corrutción” contra impresentables y siniestros personajes del pasado que se enriquecieron por complicidades generadas con empresarios farmacéuticos.
Acusaciones sin pruebas, como las que suele hacer Andrés Manuel López Obrador, que trataron de esgrimir para satanizar a quienes en muestra de desesperación, radicalizaron posturas y bloquearon accesos al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, generando un caos de alcance mundial.
Pero no sólo esgrimieron acusaciones arbitrarias y tendenciosas, sin citar nombres ni mostrar evidencias como las que suele reclamar en el circo mañanero el resentido social, sino que se fueron al extremo de acusar a los enfermos de este terrible mal como instrumentos golpistas de la derecha, que buscan con ello derrocar al gobierno que a su entender, todo lo que hace está bien y debe ser ovacionado a rabiar.
Fue así que con el respaldo de moneros que dejaron ver su ínfima “calidá” moral a cambio de las prebendas que reciben del erario federal, los infantes que luchan por salvar su vida dando la pelea contra el maldito cáncer, fueron o intentaron convertirlos en un riesgo para la estabilidad política del país, por tener detrás “intereses golpistas” que deben ser descubiertos y exhibidos para salvar a la patria pejista, por no decir bananera, en que van convirtiendo a México.
En eso estaban enfrascados con el beneplácito del tirano que sigue dando rienda suelta a sus complejos irreversibles, cuando se les apareció el “Ánima de Carácuaro”, y los paró de cabeza con severas y certeras acusaciones de los narco gobiernos con que Morena se apoderó de la franja del Pacífico y que en el caso de Michoacán, tenía pruebas para demostrar sus dichos.
En lo que constituyó de hecho romper el silencio guardado luego de 100 días de haberse quedado quieto para no intervenir en la recta final del proceso y la jornada comicial, Silvano Aureoles Conejo aseguró que Morena era un narco partido y por ende debían indagarse los sitios que en Michoacán, el crimen organizado metió la mano y atascó de suciedad las urnas que marcan la magra diferencia entre el puntero y el segundo lugar.
Lance que tuvo réplicas y que pasó por diversos informativos incluyendo los que forman parte del clan de privilegiados que facturan lucrativamente en Palacio Nacional.
Aureoles Conejo puso el tema en la agenda y dejó un rejón en todo lo alto a los aludidos quienes por toda defensa, respondieron con ataques personales, descalificaciones, amenazas e injurias personales, pero ninguno se deslindó de lo toral de la acusación: su relación con criminales, cierta o no.
El propio acomplejado y desequilibrado dueño de Morena, lanzó un reto con la certeza que haría recular al Espectro Michoacano que hoy ronda la alcoba presidencial y roba el sueño a quien el rencor le impide descanso y tranquilidad, por más que finja lo contrario:
-“Si tiene pruebas que las presente”… -dijo, en su patíbulo que pagamos con nuestros impuestos para su lucimiento personal este enfermo de atar.
No tuvo que pasar mucho, porque entonces la Sombra del Tarasco se materializó y le hizo formal y comedida guardia, en espera de ser recibido para hacer entrega de esas pruebas que el remedo de dictador había reclamado apenas días antes.
Pero como no está acostumbrado a que le alteren su script, el patético personaje se subió a su tabique, para desdeñar la solicitud de audiencia y fuera de programa. Sin apuntador que lo asistiera, quiso burlarse con la pueril discursiva de que el solicitante se había equivocado de ventanilla y que no era ahí, en su lujoso palacete, donde debía entregarse prueba alguna.
Pero fue a más e intento dar trato de indigente político a quien esperaba paciente, formal y sentado en un modesto banquillo de plástico, y ni por cortesía diplomática o respeto al pacto federal, le fuera flanqueada la puerta de acceso donde permanecía con su legajo en las manos.
-Va a recibir a Silvano Aureoles… -preguntó una convidada al circo de tres pistas.
La respuesta no se hizo esperar:
-“¡No! porque no me corresponde. Es un asunto que tiene que ver con la elecciones y para eso está el INE y está el Tribunal Electoral y si se trata de una acusación sobre un ilícito, pues hay que acudir a la Fiscalía…
-“Entiendo que viene aquí pues porque quiere aprovechar que están aquí ustedes y pues no es poca cosa la mañanera, ¿no? Porque todo lo que aquí ocurre es información, es noticia, pero no es el lugar…
-“No puedo yo estar aquí recibiendo a personas, a autoridades para atender cuestiones electorales o acusaciones de tinte político-electoral. No me corresponde eso…
-“¡Hay que cuidar la investidura presidencial!... ¡Hay que respetar la investidura presidencial!”...
De un plumazo el autócrata olvidó que él mismo aceptó en ese montaje donde se da rienda suelta al culto de su deformada personalidad, que no hace mucho había aceptado públicamente tener “metidas las manos en el proceso porque debo cuidar las elecciones y no puedo ser cómplice del fraude electoral”.
Y fue así que en otra de sus contradicciones cínicas y descaradas, se quiso salir por la puerta fácil del chascarrillo pendenciero y de truhán de cantina pueblerina, pero una vez más, el Espíritu Purépecha, le ganó la partida y se despidió del banquillo seguido por una nube de reporteros que escucharon decir la intención que le hizo estar más de cuatro de horas en espera de ser atendido:
-“Espero que recapacite y nos reciba. Muchas de las pruebas que traigo las hizo llegar la gente, es evidencia entregada por el pueblo e insisto en entregárselas personalmente, esto es por el bien de México”…
Todo esto mientras se daba a conocer otro “logro” de la deformación de cuarta, pues con la extinción del Seguro Popular también cesaron los respaldos médicos gratuitos en la Fundación de Cáncer de Mama (Fucam), lo que impacta ahora en el bolsillo de las mujeres que intentan dar seguimiento a sus tratamientos.
Dicha fundación dejó de recibir apoyos económicos por órdenes de López Obrador.
En resumen, la queja es que por instrucciones del opresor se abandona ahora a mujeres con cáncer que eran atendidas a través del Seguro Popular.
Vamos a ver si aquí también hay una acusación de que son “golpistas” o enviadas por la “derecha conservadora”…
Vale…
*Director de Portal Hidalgo.