Rueda de molino/Jorge Hidalgo Lugo
El PRI jugó a perder y Morón Camina risa y risa…
No pocos ilusos que pensaron en la posibilidad de una alianza donde predominara el factor histórico de los votos obtén idos para tener mayor capacidad de negociación en el reparto de las candidaturas, hoy lucen decepcionados y con amargura evidente comienzan a buscar la salida del Partido Revolucionario Institucional, cuyas dirigencias nacional y estatal, han jugado con a poca militancia y seguidores que aún tenían en Michoacán.
El PRI jugó a perder en la alianza y lo ha conseguido. Como única opción fuerte o de relevancia en el escenario electoral, únicamente logró ir solo en la búsqueda por el Ayuntamiento de Morelia, y por una diputación federal también en la capital michoacana.
En el juego al que se prestaron desde Insurgentes Norte, en la capital del país y fielmente secundado en Morelia desde la Casona del Punhuato, lo que queda del priismo no tuvo nunca opción para opinar a través de sus órganos deliberativos. Y los de a pie, esos fieles que pese a soportar humillaciones y hostigamiento por parte del PRD en el pasado mediato y hoy con mayor encono por Morena desde lo federal, vieron derrumbar sus esperanzas luego de creer que habría una opción real y por demás justa, para salir a la contienda con mejores perspectivas.
De nada sirvió haber sido el partido más votado en la última contienda, poco sirvió incluso que sus cuadros en la línea de competencia, estuvieran mejor evaluados que los de PAN y PRD. Ni Alejandro “A(m)lito” Moreno y mucho menos su sirviente Jesús Hernández Peña, intentaron siquiera meter las manos para defender la causa del tricolor en Michoacán.
Con lujo de facilidad los panistas ganaron la partida a través de Marko Cortés, el gran triunfador en la confección de la ensalada partidista, quien se supo vender y muy bien al PRD, al que dicho sea de paso, en Michoacán n lo preside Víctor Manuel Manríquez González, sino quien despacha aún en Palacio de Gobierno.
Por eso no es de extrañar que en el “agandalle” fraguado saliera Marko Cortés con marcada anticipación a hacer público sus afectos a favor de Carlos Herrera Tello y pocos días más tarde, le siguiera la ruta trazada el no menos gris e insignificante jefe del panismo estatal, Oscar Escobar Ledezma, más preocupado por temas de pasión amorosa en su vida personal que de hacer sentir o ejercer un liderazgo del que está huérfano Acción Nacional en la entidad desde hace tiempo.
Y con ello limpiaron el camino porque sin ganas de enfrentar y mucho menos ser factor de división, el senador Antonio García Conejo quien realmente tenía y tiene el respaldo del PRD en la mayor parte de la geografía estatal, dio un paso de costado y anunció que se retiraba de la pretensión por encabezar la alianza opositora.
De entonces a la fecha, su presencia en los corrillos políticos y eventos de su partido, es nula o meramente simbólica. El hermano que no quiso ser “incómodo”, ha aguantado a pie firme el reclamo airado que cientos de perredistas le hicieron por haber desistido de representarlos y quizá con ello, está cavando de manera deliberada, la fosa en que será sepultado el Sol Azteca en la tierra que lo vio nacer a finales de los 80.
Lo mismo acontece con los perfiles aún leales al PRI que dejaron de aparecer y gastar entusiasmo ante la evidente entrega de la candidatura a quien no garantiza ni con mucho, sacar adelante la encomienda.
Y lo peor, que están por venir tiempos turbulentos por la demanda que interpuso el propio PRI hace seis años y donde una de las figuras señaladas es precisamente el ex alcalde de Zitácuaro y cuyos videos de aquél lance partidista, comienzan a reaparecer en las redes sociales. Lo que ya forma parte del arsenal que prepara Morena en el cuarto de guerra de Palacio Nacional para desbarrancar el proyecto impulsado desde Casa de Gobierno en Morelia, aún a sabiendas que el camino estará minado.
Esto es, en el juego de perdedores anticipados, los panistas se solazan porque sienten haber sacado la mejor tajada en el reparto de candidaturas a diputados federales para los cuadros que imponga Marko Cortés en los distritos 4, con cabecera en Jiquilpan; 5, de Zamora; 6, de Ciudad Hidalgo y 10 en la cpital michoacana.
El PRD rescató para lo que queda de militancia y seguidores, los distritos federales marcados con el 2, en Puruándiro; 3, de Zitácuaro; 9, de Uruapan y 11, con cabecera en Pátzcuaro.
Mientras que al entreguista y vende causas del PRI, gracias a sus remedos de dirigentes estatal y nacional, se quedó para perder por ser considerados bastiones opositores por antonomasia, con los distritos1, de Lázaro Cárdenas; 7, de Zacapu; 8, de Morelia y 12, de Apatzingán.
El derrotero que tendrán los desprendimientos que ya acusan las filas de los aliados como los del PRI en la región de la Huacana al PT, sin duda será mercancía electorera a cooptar por los demás partidos en contienda y no pocos irán a tocar la puerta de Morena que con Raúl Morón Orozco a la cabeza, camina tranquilo sin que le haga mella alguna que se hayan aliado en su contra, los que se dijeron “adversarios” de peligro pero que llegaron desdentados.
Y eso se refleja en las encuestas que aún sin empezar campañas, el aún alcalde de Morelia aventaja de forma considerable, dos y tres a uno, al principal contrincante quien cree haber comprado candidatura y triunfo con los millonarios recursos que se le cuestionan obtuvo de forma poco escrupulosa, motivo de la demanda que se alistan a reciclar ahora en la Fiscalía General de la República, a modo de lo que instruya el dueño de Morena.
La gran duda que atormenta a los ilusos priistas que creyeron de buena fe habría mejores perspectivas para competir es si “A(m)lito” Moreno busque negociar con el vecino del zócalo capitalino entregar las plazas a cambio de rescatar Campeche para no ser avasallado por Layda Sansores quien se la tiene sentenciada desde hace tiempo.
Sin mencionar que sea esa entidad es la que López Obrador haya elegido para que se apliquen las primeras vacunas al magisterio y se restablezcan las clases presenciales a favor de su pupila, lo que sonaría a un acto de temeridad suprema, del dirigente nacional priista, abandonar a su suerte a la alianza ya que como es el caso de Michoacán, nunca le mereció una visita, mucho menos un mensaje de aliento a la militancia, tal vez por no querer con más pesos de conciencia.
Así las cosas, PAN y PRD se llevaron la mejor tajada del reparto, pero eso no garantiza ni con mucho, un resultado ganador porque también en estas fuerzas políticas, los deslindes y renuncias van en aumento y no hay forma de pronosticar buena salud al enfermo que llega con signos mortales a una campaña que todavía no inicia.
Y mientras tanto, el aún alcalde de Morelia. Raúl Morón Orozco, se pasea risa y risa.
Por algo será…
Vale…
*Jorge Hidalgo Lugo es director general de portalhidalgo.mx