Rueda de molino/Jorge Hidalgo
Bedolla y el galano arte de mentir al estilo 4T
Jorge Hidalgo Lugo
Es tanta su veneración, su afán por mimetizarse y estar lo antes posible convertido en la réplica de Andrés Manuel López Obrador, versión purépecha, que Alfredo Ramírez Bedolla se ha convertido en una burda copia, pésimo remedo del tabasqueño en eso que dentro de la deformación de cuarta se puede denominar como “el galano arte de mentir”.
Ya no digamos con sus propios lances populistas como colgarse jorongos, sombreros, collares de panes y demás o bien comer tacos de canasta, con tenedor a la mano, saco y corbata, por no descuidar su extenuante jornada de trabajo.
Lo hizo cuando en su afán de disminuir el escándalo creciente del apoyo brindado por el crimen organizado para inclinar la balanza a su favor en los comicios de junio de este año, salió a hacer alarde que López Obrador le había autorizado 3 mil 800 millones de pesos para una vez que asumiera el cargo, pagara los adeudos con el magisterio michoacano.
Foto de respaldo donde se apreciaba a su hoy secretario de Gobierno, Carlos Torres Piña, miembros de la dirigencia de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación y el mismísimo secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, pululó en redes sociales como un logro inconmensurable de quien afinaba motores antes que los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, confirmara la injerencia del crimen organizado “pero nada más poquito” y ratificara su cuestionada victoria en Michoacán.
Semanas después volvió a mentir al decir que el apoyo de la Federación había destrabado el conflicto magisterial, pero luego aceptó que se había conseguido un crédito a corto plazo por el orden de los 2 mil millones de pesos, de los que se habían utilizado solamente mil 400 para dar un primer abono al tema magisterial y a algunos organismos autónomos.
Siguió su cadena de embustes al dar un giro radical a sus amenazas de apenas semanas atrás, de perseguir y encarcelar a quienes participaran en la adquisición y venta de bienes patrimoniales, para decir que esta acción es un “recurso legal” ahora que su gestión es la interesada en “saquear” los recursos de los michoacanos, que con tanta “ferocidad” defendieran sus allegados al grado de secuestrar el Palacio Legislativo con personajes de alto peso en el engranaje morenista como Carlos Torres Piña, Giualianna Bugarini, Fidel Calderón Torreblanca y Juan Carlos Barragán, entre otros.
Pero no fue sólo eso, sin siquiera voltear a ver ni mucho menos convocar a un diálogo con los diputados federales que en Michoacán son más de oposición que de Morena, Ramírez Bedolla alardeó antes que se llevara a cabo la discusión del presupuesto de egresos de la Federación para el año entrante, que llegarían más de 6 mil millones de pesos extras.
Sin embargo, no dijo que este recurso estará condicionado a que se logre una recuperación interna en materia de impuestos, lo que depende de la buena disposición del contribuyente o peor aún, que haya circulante suficiente, con empleos cimentados, para que los michoacanos paguen y de ese modo el gobierno Federal premie el buen comportamiento, enviando a pausas y condicionado, el recurso ya referido.
De igual forma, Ramírez Bedolla no ha mencionado ni a sus aliados, cercanos, no tan cercanos, oportunistas y busca chambas, que a Michoacán, en sólo tres años de mandato, López Obrador le ha recortado 12 mil millones de pesos y no hay forma que se reintegren, al menos, no mientras lo único que le ocupe a la presidencia imperial sean sus proyectos faraónicos y ampliar la cobertura de sus programas electoreros.
El que llegó con etiqueta de “transformar” a Michoacán no se atreve tampoco a reconocer que el crimen organizado se ha desbordado por si impericia en el mandato, pero sobre todo, por los compromisos contraídos y que son insalvables.
Por eso es difícil esperar que haya un cambio en la pasividad con que aborda el tema y las salidas pueriles que esgrime, de acuerdo a sus propias palabras, que sea hasta dentro de seis años cuando se pueda hablar de lograr una pacificación en el Estado o bien, reconocer de entrada que hay 12 células criminales identificadas, pero a las que no se les combate por razones que él y López Obrador, conocen.
Mientras tanto, lo que suena a alarde intransigente y de franco abuso de poder, es que amenace a los grupos de auto defensas que se organizan en diversas regiones de la entidad en busca de contrarrestar los atropellos que comenten las bandas delincuenciales, bajo la fofa argumentación de estar al margen de la ley y por ende, ordenar ahí sí, a las fuerzas armadas para que se detenga y desarme a los civiles.
En contra parte, las células criminales siguen su paso depredador en busca del predominio en territorios del centro, occidente, sur, oriente y demás zonas de la geografía michoacana, sembrando terror, violentando derechos, pero sobre todo, cobrando vidas de personas que caen día con día en esta cruenta lucha donde los gobiernos Federal y del Estado, están de espectadores pasivos e insensibles al dolor que siembra entre la población este baño de sangre.
Por si fuera poco, el que también habló de gobernar para todos, utiliza los recursos públicos e instalaciones de gobierno para que sus compinches de partido, hagan uso y vengan a mentir por igual con sandeces que cualquier inteligencia por frágil que sea, no se las compra.
Porque puso los reflectores a Morena que vino a mentir sobre su actuación en Palacio de San Lázaro y peor aún, acusar a quien ya no está de ser factor principal que la federalización de la nómina magisterial no se haya aterrizado lo que avizora nuevas turbulencias en el cielo michoacano, pues al no haber para pagar a los docentes, las acciones de inestabilidad surgirán como es parte ya del absurdo cotidiano, pero ahora con estos otros aliados del partido de Estado, como son los belicoso integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación y sus fuerzas básicas, los normalistas, hoy por cierto en receso temporal.
Se les olvidó o mintieron de manera cínica como es su costumbre porque apenas el pasado 6 de octubre, en la junta de notables donde se dio a conocer el Plan de Apoyo a Michoacán que nació muerto por cierto, López Obrador dijo a los michoacanos:
“Hemos convenido con Alfredo de que se va a tener una sola nómina y que se va a federalizar toda la nómina de los maestros michoacanos, y ya no se va a enviar el dinero. Aunque Alfredo es un hombre honesto, muy distinto a otros, de todas maneras, ya no va a haber intermediarios, se les va a entregar de manera directa a la maestra, al maestro su salario, al trabajador de la educación. Ese es el acuerdo que estamos tomando.
“Y nos hacemos cargo de que los adeudos los va a absorber el gobierno federal, para que nos pongamos al corriente y nunca más le vuelvan a faltar los sueldos a los maestros de Michoacán. Ese es el compromiso”.
Así a un mes y dos semanas de distancia, los de Morena y su atribulado Gobernador de Michoacán, ¿podrán negar que esto haya sido entonces una promesa presidencial que se ofertó fiel a su tradición, como si diera una ración más de atole con el dedo a sus feligreses?
Vale…