Rueda de molino
El payaso del circo marrañero
Más agresiones a la inteligencia de los mexicanos, incluyendo a la jauría babeante que por convicción u oportunismo le aplaude a rabiar, acaba de regalar Andrés Manuel López Obrador en apenas 48 horas y todo hace indicar que continuará lanzado escupitajos de veneno con embustera discursiva de ser víctima de ataques porque no se le quiere reconocer aún como el mejor presidente en la historia reciente de México.
El primero de los atentados a la razón y buen juicio fue hecho con despiadado cinismo, al aprovechar su merecido descanso e ir a disfrutar de las delicias climáticas en un narco territorio que lo quiere y reconoce con amplitud.
Ahí en el escenario ideal marcado desde el territorio sangriento hoy en poder de sus criminales aliados con el pretexto de disfrutar la experiencia de ver el eclipse solar, aprovechó para refocilarse con su papel de víctima al “solicitar” a sus opositores dejen de decir que la estrategia de abrazos y no balazos. “no ha funcionado porque son buenos los resultados”.
Pero el clímax de la desfachatez y sinvergüenza amplificada, fue al día siguiente desde la “marrañera” en Palacio Nacional donde aprovechó la ocasión, para igual tirarse al piso y lamentar que las preguntas realizadas fueron para apoyar una narrativa “en contra de su administración”.
Y una más reciente, la ridícula imitación del teledramón “Cómplices al Rescate” que escenificaron los (des)gobernadores de Morena, quienes acudieron cual solovinos, mansos, rozagantes, bien perfumados como recién salidos de una estética canina, para hacer eco a la declaratoria de guerra contra Ecuador y valerse así del “más si osaré un extraño enemigo” que se entona en el himno nacional.
Teatralidades que una a una, han quedado exhibida en su pobre y real dimensión porque en esos momentos de euforia belicista -a la que sólo faltó como fondo el alcázar del Castillo de Chapultepc y los narco maleantes que cobran como gerentes del autoritario régimen en sus respectivas entidades-, salieran envueltos en el lábaro patrio, lanzar el grito de guerra que conmoviera, impactara a los tibios vecinos y socios de Estados Unidos y Canadá que se habían mostrado distantes del arrebato macuspano.
Naciones que a decir del payasito del circo “marrañero” no se habían sumado al “repudio” por la violación de la sede diplomática del país cuatrotero que no bananero, que hoy nos representa en Quito.
Del primero de esos lances que sólo sus fanáticos y uno que otro menesteroso del bienestar le creen, sólo habrá que señalar la macabra cifra de ejecutados que contabilizan sus narco protegidos y que ascienden ya a 183 mil 803 víctimas, con más de 100 mil desaparecidos que bien pueden engrosar lo que semeja ser timbre de orgullo en el estado fallido que López Obrador convirtió a México, con su siniestra complicidad bajo la argucia de “abrazos y no balazos”.
En la tierra de las bandas musicales y de maleantes que tanto le enorgullecen al extremo de liberar a algunos detenidos por equívoco y hasta saludar a sus engendradores solícito y pletórico de santurrona humildad, se atrevió a pedir a sus opositores "que no digan que no ha funcionado la estrategia porque comparando por ejemplo con sexenios pasados, hay un descenso de los homicidios dolosos y en secuestro”.
En el narco Estado de Sinaloa, refugio de sus más connotados cómplices criminales y en presencia del (des)gobernador Rubén Rocha Moya -a quien el levantamiento masivo de más de 70 personas le impactan lo que a un mozalbete no haya alcohol en la fiesta por ser “cosas que pasan”-, el que se ha ganado a pulso la etiqueta de #NarcoPresidente señaló que “se tienen que atender las causas que originan la violencia y eso es lo que estamos haciendo.
“Nosotros vamos a mantener la misma estrategia. Nosotros consideramos que los seres humanos no nacemos malos, son las circunstancias las que llevan a algunos a tomar las conductas antisociales y si cambiamos esas circunstancias, podemos vivir en una sociedad mejor”, pontificó.
Todo esta farsa para no causar inquietud entre los narco aliados, aunque en contraparte su protector oficioso sentención a los mexicanos a seguir poniendo los muertos dejando a las manos de los criminales las ejecuciones masivas:
“Vamos a continuar con lo mismo y además, aún con toda la propaganda politiquera en contra, son buenos los resultados, quisiéramos más, pero tardaron décadas desatendiendo al pueblo, dedicados nada más a robar, los gobiernos anteriores (…) Sí vamos a continuar con la misma política”, se festinó.
Y fue así que agitó la bandera de arranque para que los socios sigan su labor depredadora sin temor alguno a ser combatidos por el gobierno amigo, todo a cambio de hacer la tarea en la narco elección que se prepara para junio próximo.
Poco importa que en el inter se haya conocido del cierre de Grupo Acir en Acapulco, por ya no estar dispuestos a seguir siendo víctimas de la extorsión, amenazas y cobro de piso, que acaba de acontecer en donde su ahijada, Evelyn Salgado y su compadre del alma, Félix Salgado Macedonio hacen válida la acusación que hizo al de Guanajuato: “hay gobierno pero no quien mande” por ser ésta terea exclusiva en manos de sus narco aliados.
Pocas horas después y para seguir con sus labores incesantes como jefe de campaña y matraquero oficial de la corcholata preferida, salió ante su audiencia -disciplinada, feliz como focas de circo en que ha convertido a los aplaudidores oficiosos con gafete de prensa, con sus honrosas y muy escasas excepciones-, a acusar que las preguntas realizadas en el primer debate presidencial fueron realizadas “para apoyar una narrativa en contra de su administración”.
Sin rodeos y en el protagónico que bien podría merecer un estelar en la Rosa de Guadalupe, víctima preferida de malévolos y perversos como se vende a su clientela, López Obrador aseguró que “todavía hace uno o dos días, en toda la narrativa del debate, si ustedes lo analizan, se habló de lo que sostienen nuestros adversarios, de los medios de manipulación. Toda la narrativa del debate fue eso, no reconocer absolutamente nada (de lo hecho por las autoridades)”.
Lágrimas retenidas entre sus seguidores ante tanta injusticia y crueldad humana contra su mártir macuspano, luego que el falso redentor sacó recursos que ni la novelista Corin Tellado, para mentir con malévola retórica que su gobierno implementó medidas para combatir la corrupción y la opacidad que caracterizaron a administraciones pasadas.
Incluso mencionó específicamente que su gobierno ha eliminado la condonación de impuestos a empresas como Televisa que eran beneficiadas por el régimen anterior.
Todo menos mencionar lo que tampoco respondió su protegida que se dedicó a hablar de sus logros y reconocimientos como jefa de gobierno capitalino, quien se dio el lujo de evitar defender uno sólo de los señalamientos que se lanzaron sobre los evidentes actos de corrupción que involucran al clan López Beltrán, a los hermanos López Obrador, su parentela tabasqueña y los amigos de los únicos jóvenes que si construyeron su futuro en tan sólo seis años.
Triada de zánganos pero eso sí ejemplos de superación que envidian generaciones enteras, quienes bajo la promiscua versión de haber emprendido un negocio de chocolates y cerveza artesanal, hoy son consolidados magnates del tráfico de influencias y oferentes de favores para negocios multimillonarios desde el “pinshi” poder morenista, siempre con la protección paterna, contemplativa, esmerada que se les brinda desde la presidencia de un México al que ya no hay duda alguna, se lo está cargando el payaso… de Palacio Nacional.
Vale…