Ricardo Monreal: mover el voto
Las recientes mediciones demoscópicas muestran una fotografía preelectoral en la que aparece Ricardo Monreal Ávila, a pesar delos diversos intentos provenientes del interior de Morena y del oficialismo gubernamental para que fuera excluido.
Hay varias razones de la presencia de Monreal en el momento preelectoral, que tienen que ver, sí, con la capacidad de resistencia del zacatecano, lo débil de las maniobras que buscaron, y buscan aún minar su posición, pero sobre todo lo que representa él de cara a la política de a pie, es decir la vital e imprescindible movilización de votantes para el día “D”.
Morena como fuerza política tiene dos problemas muy serios de cara a la elección federal del 2024: Por un lado, que depende cada día más de la imagen política y el discurso confrontativo del presidente Andrés Manuel López Obrador, y del otro, la creciente participación política-social de la sociedad civil, fuertemente despreciada por el Ejecutivo, que ha dado muestras contundentes de su músculo político.
La movilización reciente para lo que se llamó la defensa de la democracia y del Instituto Nacional Electoral (INE), que llevó a marchar a de decenas de miles de capitalinos y de ciudadanos de estados vecinos, vino a echar por tierra la percepción que se tenía en Palacio Nacional y en Morena de que se trataba solo de un grupo poco significativo de oposición a la reforma electoral y a los efectos sobre los privilegios en el INE.
Sin embargo, se han expresado otro tipo de movilizaciones sociales que no son de los grupos afines al morenismo y que también hacen ver que más allá de las descalificaciones y denuestos hacia la llamada sociedad civil y a la clase media, como erróneamente se ha tratado de etiquetar- hay un gran descontento hacia el gobierno de la 4T y todo lo que representa.
Un movimiento creciente y altamente significativo es el que crece de manera simultánea en los estados de la República derivado de la inseguridad, los feminicidios, la violencia y el poderío impune de los grupos del crimen organizado, que cada día siembran terror y muerte., aun y con Ejército y Guardia Nacional en las calles.
Es en este contexto donde cobra fuerza la imagen y el reposicionamiento que muestra el senador por zacatecas y coordinador del grupo de Morena en el Senado de la República, porque, aunque noles guste reconocerlo al interior de su partido y sobre todo a sus adversarios políticos, es uno de los pocos políticos que conocen y manejan al dedillo la movilización política de calle, lo que le falta, y mucho, al neomorenismo.
Monreal se vincula y conecta. Tiene experiencia en el “jale” electoral. En Zacatecas venció a su propio partido para ser Gobernador, que en ese entonces el PRI era maestro en el arte de jalar votos. De ahí la seguridad del zacatecano en lo que es y representa.
La CDMX es una muestra clara de como el supuesto capital político de la corcholata presidencial llamada Claudia Sheinbaum, no da para crecer políticamente y mucho menos para reducir, con el trabajo de vinculación política, los márgenes de acción de la oposición y de los ciudadanos que tampoco están de acuerdo como se gobierna la ciudad.
Aunque es un rumor mal intencionado la supuesta salida de Sheinbaum de la contienda presidencial bajo el supuesto de que no “pinta”, “no crece”, por más apoyo presidencial y más cobijo que le da el morenismo nacional, lo cierto es que el rumor si es creíble para muchos en un contexto donde la Jefa de Gobierno aparece extraviada y lejana de los capitalinos en los momentos más críticos: problemas de agua, fallas en el Metro a diario, violencia, inseguridad, narcotráfico, ejecuciones. Todo lo quieren resolver a punta de tarjetazos del “Bienestar”.
Todo ello hace pensar que el presidente López Obrador ha dejado que Monreal entre en la contienda de la sucesión presidencial, por más que otros no quieran, entre ellos el secretario de Gobernación, Adán Augusto López y la propia Claudia Sheinbaum -que ya hacen equipo- porque no hay nadie en ese círculo como Ricardo Monreal, con la capacidad y el instinto político
que las actuales circunstancias requieren.
Hay que aclarar que no es que Morena esté a un paso de la derrota, sigue teniendo fuerza, control y sobre todo el principal respaldo del presidente de la República que es jugador principal en el proceso de sucesión, pero también es una realidad que frente al crecimiento del descontento social y la organizaciones la de la sociedad civil, hoy los márgenes de acción del partido guinda se han reducido sustancialmente y la forma de contrarrestar eso es mediante el trabajo de un operador que promueva el voto y mueva a la genta de cara a junio del 2024.
Por eso sigue ahí Ricardo Monreal, porque es la pieza que necesita el Presidente y porque la promoción política que se requiere no es de foto en taquerías o en la feria, selfis y compra de bots, sino de trabajo de calle, casa por casa, colonia por colonia, ciudad por ciudad, estado por estado, en lo que ya está el líder senatorial.
Hay una forma de medir este recambio de estrategia. El Coordinador de la mayoría de Morena en el Senado de la República es hoy interlocutor clave de los que hacen política en México, desde Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo y la maestra Ifigenia Martínez, hasta la propia Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, el embajador de EU en México y líderes del parlamento Europeo, hasta renuentes gobernadores, que poco a poco se comienzan a formar para la foto con el zacatecano.
Monreal crece su nivel de participación en la conversación de las redes socio-digitales, lo que es muy relevante, pero también ya está en las calles, puebleando, fuera de las zonas de confort, lo que es vital en el proyecto transexenal.