Retroceso y exclusión
Ya lo comentaba Fran Fanón en su texto “Los condenados de la tierra”, la lucha por el reconocimiento para la autonomía y la libertad de la raza negra; durante décadas no solo las personas de color de piel oscura, las personas de la diversidad sexual, así como las mujeres, los migrantes y otros grupos sociales, han mantenido una permanente lucha por la defensa de los derechos humanos y libertades para contar con oportunidades de vida que respete su dignidad humana y una igualdad sustantiva; pero ahora, la presencia así como la implementación de ideologías y procesos de racismo, clasismo, sexo y género, nuevamente se imponen para retroceder y excluir a amplios sectores de la población por su orientación sexual, y su condición de salud, borrando con ello, décadas de lucha social en un proceso permanente de rehumanización.
En efecto, el arribo de gobiernos ultraconservadores en el Continente Americano, como es el caso de Argentina, El Salvador y la Unión Americana, han puesto en serios problemas entre otros sectores, a poblaciones LBGTIQ´+ generándoles un retroceso y exclusión en sus derechos y libertades que en materia de progresividad habían logrado mediante una lucha permanente e histórica.
Estas políticas se alinean con un enfoque conservador que busca limitar el reconocimiento y los derechos de las personas LGBTQ+, promoviendo en su lugar una visión tradicional y binaria del género. Este tipo de políticas tienen un impacto significativo en la vida de las personas LGBTQ+, reduciendo su acceso a protecciones legales y servicios esenciales para personas trans y personas viviendo con VIH/Sida.
En los tres gobiernos se sostiene terminar con la ideología de género, debido a qué amenaza los valores tradicionales. Su propósito es borrar la diversidad sexual y regresar a una posición de la población binaria sexual y de género, bajo enfoque heteronormativo respecto de las relaciones sexuales y reproductivas. Es decir, avanzar en solo reconocer las identidades sexuales binarias hombre y mujer, femenino y masculino, constituyéndose así una política de Estado de borrado de personas trans, no binarias, de género fluido y de orientación sexual no hegemónico.
Recordemos que el Gobierno de Argentina eliminó el Ministerio de la Mujer, Géneros y Diversidad, donde se implementaban las políticas públicas a favor de las mujeres y la población LGBTIQ+. Igualmente fueron despedidas personas contratadas al amparo de la Ley del cupo laboral travesti trans. Con respecto al lenguaje o cultura denominado woke, la posición de dichos gobiernos y disposición de revertir las políticas progresistas implementadas por administraciones anteriores.
Por su parte, el gobierno de El Salvador, también viene intensificando sus políticas contra la llamada ideología de género. El diseño de la política pública incluye la prohibición de contenidos relacionados con la diversidad sexual y la perspectiva de género en los centros escolares, toda vez que las autoridades argumentan se atenta contra la naturaleza, Dios y la familia, por ello, fue eliminado el material educativo que abordan la educación sexual integral y la prevención de la violencia de género.
Por su parte, las políticas públicas impulsadas por el presidente Trump, han generado un posicionamiento de Estado para excluir y generar un retroceso en derechos y libertades de las poblaciones LGBTQ, entre ellas destacan, la eliminación de protecciones legales para personas trans y no binarias, y la restricción de programas de diversidad en el gobierno federal.
Bajo este esquema, se ha borrado de los sitios oficiales de información las palabras “LGBTQ” y del “VIH”, entre otras, con lo que se dificultara el acceso de los estadounidenses tanto por orientación sexual, identidad y expresión de género y viviendo con VIH/Sida el acceso a los recursos federales del gobierno.
Es importante precisar que distintos actores sociales y políticos entre ellos la Presidenta Claudia Sheinbaum, así como la senadora Celeste Ascencio, y otros más, se han manifestado en contra de estos retrocesos a los derechos humanos y libertades, frente a un discurso conservador misógino, xenófobo, racista, clasista, homófobo y transfóbico altamente violentador de los derechos humanos de las poblaciones y grupos en condiciones de vulnerabilidad, entre ellos, también las poblaciones de migrantes.
Las posiciones políticas de estos gobiernos no logran comprender que las poblaciones LGBTIQ+ están más visibles, organizadas en sus estructuras mundiales, regionales y nacionales y el intento de borrarlos resultará infructuoso, como lo fue en el pasado.
En este contexto, asistí a la conferencia “Políticas neoliberales y resistencia en América Latina, perspectivas desde el Cono Sur”, disertada por Ariel Salcito, de origen argentino; evento realizado en el edificio del Congreso del Estado y organizado por el Movimiento de Regeneración Nacional en Michoacán.
En la disertación de Ariel Salcito, dejó ver que la llegada de gobiernos de derecha y ultraderecha para la América Latina ponen en riesgo los avances significativos de las poblaciones y grupos en condición de vulnerabilidad con la instrumentación de diseño de políticas públicas, que atentan contra los avances generados por los gobiernos de izquierda.
Igualmente expresó las diversas crisis que vivimos, una de ellas, la crisis civilizatoria, de ahí la importancia del hermanamiento entre los países de América para evitar que miles de votos apoyen a ideologías racistas, que después atentan contra grupos en condiciones de vulnerabilidad, fortaleciendo al neoliberalismo recargado, por ello, fundamental generar las condiciones para el empoderamiento y participación popular.
Hoy por hoy, las organizaciones de personas con orientación sexual distinta a la hegemónica e identidad y expresión de género, requieren de seguir replanteando sus estrategias de organización y defensa de sus derechos humanos y crear los puentes de comunicación y organización con otros movimientos sociales como el feminismo, las estructuras sociales de personas migrantes, y otros más, que le den sentido a la lucha por la vida y las progresividades ya ganadas de los derechos y libertades.
Considero que las organizaciones de la sociedad civil de las poblaciones LGBTIQ, siempre privilegian el diálogo, pero si los mismos no se dan o bien, se cierran, seguramente se tomaran los espacios públicos y otras acciones para exigir condiciones de respeto a los derechos humanos para los hermanos diversos sexuales de otros países.
Entre las acciones a desarrollar de manera estratégica podría ser: individual, comunitaria y global: crear y desarrollar conciencia de la diversidad a través de talleres, charlas, campañas y redes sociales; activismo y movilización, como marchas, protestas que resignifiquen el compromiso solidario; alianzas y redes sociales de colectivos LGBTIQ y otros movimientos sociales que trabajen con la equidad de género; incidencia política a través de distintas acciones, como consultas, cabildeo, etc; apoyo legal directo a las personas afectadas; visibilidad en medios para denunciar las violaciones a los derechos de género y generar conciencia de la diversidad e inclusión; además de la solidaridad internacional, a través del apoyo de la comunidad internacional que promuevan los derechos de género.